28 diciembre 2024

CRÓNICAS NAVIDEÑAS (VII)

Día de los inocentes.

Fotomontaje en el  que vemos, en el patio de viajeros de la estación de ferrocarril de Orense-San Francisco, un cohete sobre un vehículo de transporte conducido por un soldado. Museo Etnológico de Ribadavia

Titular de un artículo de la revista Triunfo.
 https://www.europeana.eu/es/item/2022712/lod_oai_gredos_usal_es_10366____58735_ent0

Pues llega el día de los inocentes, ese que está dedicado a los niños muertos por orden del rey Herodes. Los niños son los inocentes, siempre lo han sido, tan inocentes como los que están por nacer y también se los asesina. La figura de Herodes también evoluciona y cambia con el tiempo  

El diccionario de la Real Academia de la Lengua recoge seis definiciones para inocente:
.1.- Libre de culpa.
2.-Dicho especialmente de una acción: que pertenece a una persona inocente.
3.- Cándido, sin malicia, fácil de engañar.
4.- Que no daña, que no es nocivo.
5.- Dicho de un niño: que no ha llegado a la edad de discreción.
6.- Ignorante.

La tercera definición hace que ingenuo y cándido sean sinónimos de inocente, significan lo mismo.

Cuando llega el día de los inocentes muchos se creen con el derecho de dar libertad al inocente que lleva dentro (el niño que no ha llegado a la edad de discreción) y aprovecharse del inocente que llevan dentro los demás (el cándido sin malicia que es fácil de engañar). y perpetra las inocentadas. Las inocentadas son como las novatadas, las primeras se aprovechan de la candidez y las segundas de la desorientación que provoca la novedad. Las inocentadas, como las novatadas, tienen un largo recorrido; desde una broma sin importancia que hace que todos pasen un buen rato  hasta una acción denigrante que llega a lo soez. En muchas ocasiones el bromista resulta ser chabacano y abusón. Las bromas son más delicadas de lo que parecen y no son acciones inocentes,  sino más bien nocivas e incluso dañinas. Gastar bromas llega a ser un arte.

  

Fuente: Biblioteca Nacional de España. Biblioteca Digital Hispánica.


Pero en el día de los inocentes las bromas hay que aceptarlas. Se representa con el monigote que se pega en la espalda de una persona a la que se ha tomado por inocente. Antes los medios publicaban una noticia casi increíble, pero posible,  televisión española informó que el jugador de baloncesto Fernando Romay iba a iniciar una carrera deportiva como jinete de caballos o que Ángel Nieto iba a participar en los campeonatos de sidecar, además los deportistas se brindaron a participar en ambas noticias. En el Ideal de Granada se informó un año que la escultura del jinete que corona la fachada del ayuntamiento de la ciudad estaba expuesta en la Plaza del Carmen. Pero la sección de deportes es el lugar favorito para colocar la inocentada.

Hoy no he sido capaz de encontrar una inocentada en la prensa que he leído. Y no sé si es porque todo me parece creíble o por costumbre. La verdad es que las noticias de hoy podrían interpretarse como inocentadas hace muy pocos años, incluso hace meses. Posiblemente sea porque se perpetran acciones y se hacen declaraciones durante todo el año que deberían estar limitadas al día de los inocentes. Lo malo es que estas acciones y declaraciones entran dentro de lo que denominaríamos bromas pesadas, y lo peor es que no son bromas. Déjenme recordarles dos inocentadas recientes: La amnistía inconstitucional es constitucional; y nadie conoce a Aldama y nunca ha coincidido con él. Todavía es peor cuando tratan de hacer una inocentada a costa de una desgracia, ahí tienen el cruce de acusaciones entre Gobierno y Generalitat Valenciana por motivo de la dana. Y es que parece que estamos gobernados por bromistas que consideran que el día de los inocentes son los trescientos sesentaicinco días  del año, uno más si es bisiesto.

Claro que también hay que considerar que la broma nos la hemos hecho los ciudadanos, que de colocar monigotes a la espalda los hemos puesto en las cortes.

2 comentarios:

Susana Moreno dijo...

Y lo peor es que muchos los volverán a votar. Un beso

LUFERURA dijo...

Habrá que ir probando cada cuatro años, y olvidarse de los clásicos.
Un saludo.