El caso Lobato
No está siendo un tema muy manido, quizás porque el cargo de Juan Lobato esté restringido a Madrid y a la Federación Socialista Madrileña, ello supone un cargo menor.Por eso el reflejo en la prensa se limita a algunos artículos en la editorial del día. Así tenemos que elpais.com publica que “El PSOE confía en que la presión obligue a Lobato a ceder y da por hecho la candidatura de Óscar López”, elmundo.es publica un artículo de opinión firmado por Federico Jiménez Losantos titulado “Ni Lobato ni lobezno: el borreguito de Norit” . Dentro de la prensa gratuita podemos leer en ElDebate.es el artículo “Lobato resiste y confía en la militancia para ganar el pulso a Moncloa”, The objetive.com titula el artículo dedicado a Lobato “Moncloa asume que Juan Lobato y la ‘dos’ de Óscar López acabarán imputados”, ElPlural.com publica que “Incredulidad en el PSOE-M tras mantenerse Lobato en el cargo:’la militancia no perdona las traiciones’”. Larazón.es titula su artículo “Lobato lleva hasta el final el pulso a Óscar López”. Como era de esperar diferentes posturas a favor y en contra del actual secretario del Partido Socialista de Madrid que, dicen, se está enfrentando al Partido, o a Sánchez que es lo mismo.
Juan Lobato es una figura caída en desgracia todavía no hay una causa oficial que lo explique. Así que cada uno llegue a sus conclusiones. Parece ser que se negó a ser el detonante de la acusación contra la pareja de la señora Ayuso. Pero no queda si esta es la causa de la traición, no haber hecho lo que se esperaba de él, o la causa es haberlo anunciado; o si la traición es haber presentado ante notario unos mensajes de whatsapp; o quizás haber convocado a la prensa para denunciar persecución /linchamiento. Sea lo que sea, Lobato está acusado de traición y con cierta ambigüedad, parece la traición no se concreta en otro hecho que no sea seguir la disciplina del partido. Se esperaba que hiciese algo que no ha hecho. No sabemos, todavía, si ha desobedecido órdenes o no ha cumplido expectativas. Posiblemente no lo sepamos nunca.
Ya de venía venir desde hace algún tiempo que Don Juan iba a ser sustituido en la jefatura de los socialistas madrileños. Madrid está resultando para el PSOE lo que el País Vasco o Cataluña están siendo para el PP, un partido compensa en esas autonomías no que no consigue en las otras. El PSOE es actualmente, y desde hace algún tiempo, la tercera fuerza política de Madrid, no puede ser la principal oposición ha un partido que gobierna la región con mayoría absoluta. Se esperaba en el PSOE que Lobato mejorase los resultados del socialistas, algo que no ha conseguido. No se le puede hacer a Lobato, ni a la exministra Maroto, responsables únicos de ello.. Algo tendrá que ver el Presidente del Gobierno, ni el uno para la región, ni la otra para la capital, pueden presentar otro programa que no sea el de seguidismo del Gobierno.
Pero creo que a Lobato se le puede acusar de muchas cosas, pero no de deslealtad, ha defendido al Secretario General del Partido contra viento y marea, se ha hecho eco de sus argumentos e incluso se ha dejado dirigir. No ha tenido mucha autonomía el señor Lobato. Ahora según el medio que informe (u opine) Lobato es un disidente que planta cara al aparato del partido o un verso libre que va a ser sustituido. Unos reflejan una épica de David contra Goliat y otros la próxima consumación del proceso a un traidor. Queda a un lado preguntarse si nuestro protagonista ha obrado con conciencia. Si el comedimiento de su declaración, sólo acusó a los de siempre, va a servir para algo.
Pero no va a haber épica, Sánchez le ha pagado con el desprecio, ni una declaración o referencia al asunto. No parece que la lealtad de Juan Lobato le parezca suficiente, o si lo es, no está lo suficientemente ciego como para arremeter sin más ni más. No tiene que dimitir, equivaldría a decir que ha hecho algo mal, pero puede ser cesado, lo que equivale afirmar que ha hecho algo que no debe. No va a haber lucha, ni épica. Tampoco va a haber acuerdo, Lobato saldrá del Congreso del PSOE defenestrado a la vez que Pedro Sánchez se impondrá como más tirano. Lobato es, sobre todo, un buen ejemplo para demostrar lo que pasa cuando alguien no tiene lealtad ciega al jefe del partido.
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