03 noviembre 2024

PANORAMA INFORMATIVO (XXI)

 PANORAMA INFORMATIVO (XXI)

 


El Rumor

Es difícil, cuando no imposible, identificar el origen de un rumor, se extiende rápidamente y tiene una gran facilidad para afectar el estado de ánimo, preocupación o humor de  la población. En la mayoría de las ocasiones se acaba diluyendo sin consecuencias, pero cuando las tiene son graves. Siempre afecta al prestigio de personas e instituciones. Pocos medios lo detectan, y en pocas ocasiones se desmiente.

Crear un rumor es relativamente fácil, no tiene porqué ser intencionado, basta un malentendido y un poco de mala intención para propagarlo. En mi primer año de Academia, el Escuadrón de alumnos asistió a una conferencia de Moral militar, en ella el ponente  entre muchas cosas llegó a plantear lo injusto del castigo colectivo cuando el que había cometido la infracción “no daba el  número”, una expresión en el argot de la Academia General del Aire equivalente al arresto, “de usted el número” se le un jefe a un cadete cuando le arrestaba. Esto provocó un poco de polémica que los jefes del escuadrón quisieron conveniente aclarar. Por ello cuando el ponente terminó la charla, el jefe del escuadrón se dirigió a los alumnos haciendo referencia, en primer lugar al polémico asunto y comenzó su perorata diciendo que “en primer lugar el que no da el número es un mal nacido, y en segundo lugar primero (refiriéndose a los alumnos de primer curso), aunque me consta que hay buenas individualidades, como  conjunto resulta deprimente”. De ahí derivó un chiste: sois de primero-entes”. Pero lo más grave fue que uno entendió que el comandante había dicho que “los de primeros son unos mal nacidos”, aunque todos habíamos estado en el mismo salón de actos y escuchado lo mismo, hubo quien se mostró dispuesto a creerlo. Afortunadamente uno de mis compañeros aclaró lo que realmente había dicho el comandante y otros muchos refrendamos lo que dijo. El rumor se había creado y se atajó en un momento. También en ese ambiente académico y de internado, era frecuente el rumor de que se daría puente cuando iba a haber una festividad, lo normal es que el día intermedio fuese lectivo, la fuente del rumor era diversa, la más pintoresca que la señora de la limpieza lo había dicho. Y era verdad ella disfrutaba de un día de ocio que otras compañeras y los alumnos no, por supuesto. Eran rumores indefensos y anecdóticos.

No fue anecdótico el rumor que concluyó con una matanza de frailes en Madrid (https://es.wikipedia.org/wiki/Matanza_de_frailes_en_Madrid_de_1834) que concluyó con la matanza de 73 frailes.. En plena Guerra Carlista y en lo más duro de una epidemia de cólera, el día 15 de julio se originó el rumor de que los frailes habían envenenado las fuentes de agua públicas. El caldo de cultivo del rumor se fue fraguando entre muchas circunstancias. El apoyo del clero al carlismo, el hecho de que el gobierno de Martínez de la Rosa hubiese negado la existencia de la plaga (aunque se retiró junto con la corte apresuradamente al palacio de la Granja), el calor del verano, la existencias de rumores de un eminente ataque carlista a Madrid, que el tribuna de la Inquisición había sido suprimido ese mismo día  y que en las iglesias se había proclamado que la epidemia de cólera era “el castigo divino contra los descreídos habitantes de la ciudad, mientras que la gente del campo quedaba libre por ser fiel y devota”. El rumor prendió y se asaltaron los conventos e iglesias. Se sabe el origen de la epidemia de cólera, pero no el del rumor.

Estos hechos son recogidos por dos diarios de Madrid, cronológicamente, el primero en publicar los sucesos es el observador, el 18 de julio, primero en un boletín como inicio del diario El Observador, que dice lo siguiente:

Hoy hemos notado con placer que el progreso de las enfermedades que se habían desarrollado con tanta fuerza ayer, ha calmado, y que es escesivamente menor el número de las personas acometidas. Varias son las causas que han podido contribuir á ello, y entre estas debemos contar sin duda la tempestad que anoche ha aligerado y desahogado la atmósfera, y las providencias que el Sr. ministro de lo interior ha tomado , conformes á las ideas que hemos manifestado en el Boletín de nuestro número de ayer. La serenidad, la presencia de ánimo, la espera en estas circunstancias son antídotos eficaces contra los males que repentinamente aparecen muy graves, porque nuestra imaginación y las circunstancias del momento los abultan y engrandecen. En tales momentos no puede tener lugar la reflexión, y si obramos precipitadamente, en vez de aminorar el riesgo lo aumentamos. Estemos vigilantes sí, porque nuestros enemigos no duermen y han de hacer cuantos esfuerzos quepan en sus débiles fuerzas para evitar ó retardar que vuelvan á abrirse las puertas del templo de las leyes. En este momento hemos sabido las noticias que insertamos en el cuerpo del periódico. No hay duda al parecer en que agentes secretos tenían consigo sustancias venenosas, que en el colegio de jesuítas, se han encontrado armas y que algunos de aquellos conventuales disfrazados se introducían entre los grupos. Hasta que esclarezcamos mas nuestro juicio no nos atrevemos á fallar acerca de los hechos que sé nos refieren, pero no podemos menos entretanto de elogiar el buen espíritu que manifiesta la población , la prontitud con que toda la benemérita milicia urbana ha acudido a sus filas, la celeridad con que las autoridades y las tropas han ido á reunirse con los milicianos para no permitir que el orden se turbe, y para dar logar á que se hagan las mas prontas y severas averiguaciones, se dé con la raíz del mal, y se corte de una vez para siempre.

Queda claro que en este caso el diario se hace eco del rumor y pone en duda los hechos que necesitan esclarecimientos. Posteriormente en el cuerpo de la información, al final del diario se narran los hechos a los que hace referencia:

Desde las dos de la tarde del día de hoy empezó la conmoción en el pueblo alterado con el rumores de los envenenamientos. Desgraciadamente un paisano fue cogido, no sabemos con qué motivo, y llevado al principal de la Puerta del bol, donde fue muerto. La Milicia Urbana se reunió en a parte baja de la calle de Alcalá. En la Puerta del Sol nos dijeron que el colegio de los jesuitas había sido atacado por el pueblo, y que después de haber muerto algunos de estos hablan conducido el resto presos á la cárcel de Corte. Nos acercamos á saber la verdad de este hecho, y nada tenia de cierto, en seguida pasamos por la calle Imperial al citado colegio de jesuitas, y solo vimos cantidad de tropa de infantería y caballería, que descansaba sobre las armas frente del citado colegio, y que estaban tomadas todas las puertas. Dcntro se oían algunos tiros, y la versión mas acreditada en los diferentes grupos era, "que un muchacho á quien se habían cogido algunas bolas de nuez Vómica había declarado se las había dado un jesuita, con semejante declaración una porción de pueblo, y entre ellos algunos de los Urbanos sueltos que iban á reunirse á sus batallones fueron al colegio de jesuitas, y trataron de hacerse abrir para hacer un reconocimiento.Los jesuitas opusieron la fuerza á la fuerza, de la que resultaron algunas desgracias; inmediatamente acudieron los salvaguardias, y en seguida piquetes de todos los regimientos de la guarnición, y á su cabeza la autoridad, unos dean del Exemo. Sr. capitán general, otros del señor gobernador de la plaza, y á pesar de las varias intimaciones que se les hicieron continuaron en su sistema de defensa , a la cual contestaba el fuego de la tropa, de lo que han resallado vanos heridos. Se decía que dentro del colegio había de diez a doce muertos; nosotros.solo hemos visto dos, uno en la calle del Estudio y otro en la del Duque de Alba inmediato a la puerta de la entrada de las aulas de los jesuitas^ Hemos pasado , por los conventos de capuchinos , Carmen, San Felipe , Trinidad, dominicos y la Merced , y en ninguno de ellos había la mas pequeña novedad. Uno de los jesuitas que salió huyendo del colegio, fue conducido al principal muy mal herido.

En esta parte se informa de origen del rumor, se justifica la agresión y resta importancia a la cifra de víctimas. El diario no confirmó la inocencia de los clérigos ni admitió que  había sido un rumor. Algo que al día siguiente, el 19 de julio, si poblicó la Gaceta de Madrid en el siguiente artículo:

S. M. la Reina Gobernadora y en su Real nombre el Consejo de Gobierno y el de Ministros en todo conformes, profundamente afligidos de los desórdenes é inauditos atentados cometidos en la noche de ayer, se dirigen con confianza á todos los vecinos honrados de la capital, á todos los españoles que en ella habitan para poner termino breve, obrando de acuerdo, á tamaños horrores, confundir la malevolencia y perversidad de unos pocos, y desengañar á la muchedumbre, cuya opinión haya podido ser extraviada con falsos rumores.Las Enfermedades que padece esta heroica villa, aumentadas en estos días, han sido el pretexto de tales excesos; y los enemigos del Trono de Isabel II, de su augusta Madre y de la justa libertad, la verdadera causa. Voces absurdas, esparcidas al intento y cuidadosamente, sin respeto á la humanidad doliente, y valiéndose hasta del mismo estado de abatimiento de unos y de exaltación de otros, son las armas vedadas de que han hecho uso. Y ¡en qué tiempo! En el mismo en que abrumado el vecindario bajo el peso de una terrible plaga, deberían acallarse las rivalidades y pasiones, aun desaparecer estas, y ayudarse todos prodigándose mutuamente socorros y consuelos. La Autoridad suprema espera que tales escenas no volverán a repetirse: ha tomado ya las medidas para evitarlas, y contando con los deberes é intereses comunes que ligan á todos los leales amantes de la patria, con la mayoría de la Milicia urbana, que no ha tenido parte en los infames, cobardes y torpes hechos de unos pocos indignos españoles, con el honor militar, excelente espíritu y disciplina de los cuerpos de la guarnición,.con todos los vecinos, en fin, no menos interesados en la conservación del orden que en el buen nombre del suelo que les dio el ser, fecundo en hombres valientes, no en asesinos, pondrá fin á las desgracias y crímenes que despedazan el corazón de los buenos. Firme en su marcha la Autoridad suprema contendrá todos los partidos en los límites del orden y de la bien entendida libertad, castigará con mano fuerte los excesos cometidos ayer por personas que no le son desconocidas, protegerá, como es su Obligación y conforme á las leyes, las propiedades y personas de todos los españoles indistintamente, y velará sin cesar para que tengan cumplido efecto las miras conciliadoras y benéficas de S. M.,procurando mas y mas asentar sobre la base sólida del Estatuto Real, el Trono de Isabel II, las libertades públicas, y la quietud y prosperidad de lodos los hijos de esta patria común, azotada tanto tiempo hace, de desdichas y tormentas, De Real orden lo comunico a .V E. para su inmediata publicación en los parages acostumbrados. Madrid 18 de Julio de 1854.=Moscoso.=Sr. Gobernador civil de esta provincia.

En este artículo podemos comprobar que se confirma que es un rumor, pero no su autoría, y desmiente la información de El Observador en el sentido que afirma que la milicia no ha tomado parte. Desgraciadamente el mal ya estaba hecho y el desmentido llegó tarde.

El rumor se ve avivado por aquellos que desean creer en él, basta un comentario para reavivarlo. Hoy vivimos con el convencimiento de que los Estados Unidos sabían que los japoneses iban a atacar Peral Harbour, y que se dejaron atacar para que el presidente Roosevelt encontrase una excusa para entrar en guerra. No hay información oficial que confirme que los estadounidenses esperaban un ataque, pero no sabían dónde iba a ser el ataque, ni se esperaban que fuese de esa forma,.sospechaban que un ataque parecido al de Pearl Habour tuvisese lugar en las Filipinas. La realidad es que Japón atacó, Pearl Harbour, Singapur y las Filipinas en un breve espacio de tiempo. Estados Unidos se encontró en guerra al día siguiente y sin necesidad de declarar la guerra, ya lo hicieron antes Alemania e Italia. Pero hoy la opinión del público es la que es, y siempre hay “pruebas” para decir que Roosevelt conocía el ataque y que dejándolo hacer entraría en la guerra. El rumor se extiende también en el tiempo y se copia a sí mismo.

Hemos asistido con horror, en nuestra época de la comunicación la caída de las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, Las agencias de inteligencia de los Estados Unidos disponían entre todas de la suficiente información para prevenir un ataque terrorista, aunque hay dudas de que pudiese ser identificado. La tendencia que tienen las organizaciones de inteligencia a mantener secretos impidió disponer de toda la información. Poco tiempo después ya se comentaba en las incipientes redes sociales y en algunos debates que Estados Unidos conocía de la preparación de los atentados y que los dejó perpetrar porque así tenía una excuisa para intervenir en Afganistán e Irak. El mismo argumento del rumor anterior medio siglo más tarde. No hay pruebas para confirmar lo que dice el rumor y, desgraciadamente, el desmentido no es suficiente. Hay que admitir que la política de gendarme de los Estados Unidos no gusta a todo el mundo y el rumor se ve alimentado porque la gente desea creérselo..


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