Totus revolutum.
Ayer el Pleno del Congreso hizo decaer dos de tres disposiciones del Gobierno. Se salvó la Reforma de las Pensiones, pero el llamado decreto ómnibus (Real Decreto-ley 9/2024, de 23 de diciembre, por el que se adoptan medidas urgentes en materia económica, tributaria, de transporte, y de Seguridad Social, y se prorrogan determinadas medidas para hacer frente a situaciones de vulnerabilidad social. y se prorrogan determinadas medidas para hacer frente a situaciones de vulnerabilidad social.) y el gravamen temporal energético fueron derogados. Parece que el Gobierno no ha convencido con sus explicaciones. Hay medios que celebran la derrota del Gobierno, mientras que otros se rasgan las vestiduras por la negativa de Junts, PP y VOX a secundar su aprobación. En realidad no debía haber habido sorpresas. La derogación es consecuencia de unas medidas tomadas por el Gobierno a la vez que será origen de otras consecuencias que soportarán los ciudadanos.
1. Bonificaciones al transporte: los descuentos de hasta el 100% se prorrogaban hasta el 30 de junio de 2025. También los abonos gratuitos de Cercanías, Rodalies, Media Distancia convencional y autobuses estatales permanecerían vivas durante el primer semestre del año, como lo harían también las ayudas directas a los gobiernos autonómicos y municipales para potenciar la reducción del 50% del precio de los abonos y los billetes multiviaje.
2. Subida del Ingreso Mínimo Vital del 9%.
3. Ayudas directas a los afectados por la DANA.
4. Revalorización de las pensiones: un 2,8% para las contributivas y del 9% para las no contributivas.
5. Suspensión de los desahucios para familias vulnerables sin alternativa habitacional hasta el 31 de diciembre de 2025.
6. Prórroga de la cantidad actual del Salario Mínimo Interprofesional para evitar que decaerá en 2025. Al menos hasta el establecimiento de una nueva cuantía.
7. Extensión de la prohibición de cortes de suministro a familias vulnerables. Al igual que los desahucios, extensible hasta finales de año.
8. Prórroga de las deducciones por obras de eficiencia energética en las viviendas.
9. Deducciones del IRPF por compra de vehículos eléctricos
10. Ayuda a la compra de bicis eléctricas.
11. Nuevo impuesto a los cigarrillos electrónicos
Hay medidas discutibles, los puntos cinco y siete gravan especialmente a los propietarios de viviendas okupadas, con ellos los que mantienen (por decreto) a los vulnerables. Y hay otras medidas que, simplemente, no se citan, como son las subidas de impuestos. Resulta más tendenciosa la encuesta que hace el mismo medio y que titula “¿Que te parece que PP, Junts y VOX bajen las pensiones y quiten la ayuda al transporte?” No hay lugar a reflexión, la respuesta es mal. Pero la misma respuesta recibiría la pregunta “¿Qué te parece que el Gobierno te suba el impuesto de la renta, el impuesto de la luz y el gas y tengas que aportar más a la Seguridad Social?”.
Si ha tenido la oportunidad de leer el decreto ómnibus, un mamotreto de 140 páginas y 101 artículos, podrá comprobar que se han incluido medidas dispares y que no tienen ninguna relación entre ellas, como lo son modificaciones (subidas) en el IRPF y subvenciones a los “ciclos de pedaleo eléctrico” (bicicletas eléctricas). Wikipedia nos dice que una ley ómnibus es “un tipo de norma que regula materias que, por su contenido, deberían estar en leyes separadas o que, referentes a un mismo contenido, tienen como finalidad ratificar decretos leyes separadamente publicados. A nivel del proceso de legislación, una ley ómnibus consiste en un paquete de iniciativas centradas en cambios estructurales votadas en conjunto; en la práctica política, suelen ser presentadas al comienzo de un nuevo mandato.” En este caso no se ha presentado en un nuevo mandato, por lo que nos deberíamos quedar con la primera acepción. La negativa o confirmación de este decreto, dada la cantidad de disposiciones que incluye, invita al análisis sesgado e interesado remarcando lo perjudicial que se rechaza o los beneficios que se pierden. Pocos medios ofrecen una comparativa, es difícil saber si los ciudadanos salen ganando, por los impuestos que se ahorran, o perdiendo por las subvenciones e incremento de los emolumentos que reciben. Es mejor juzgarlo y analizarlo en el juego político en valorando, o minusvalorando, la fortaleza del Gobierno y sus alianzas.
En mi muy modesta opinión, el decreto ómnibus tenía algo de chantaje, pero también era una manera de crear y nutrirse de fondos, una especie de complemento a los presupuestos de 2024 para sustituir a los de 2025. Es también una consecuencia de incluir a máximos los acuerdos entre los dos partidos del Gobierno, y el compromiso del mismo con sus socios de investidura. Si un partido pide negro y el otro blanco, llegará un momento en que las tonalidades de gris ya no contenten a ambos. Por otra parte la negativa a dialogar con la oposición ha impedido llegar a un acuerdo de mínimos en el que habrían salido adelante algunas disposiciones... la avaricia rompe el saco. No sé qué partido político resultará vencedor en esta pugna, pero si sé que la ciudadanía pierde. Sigan discutiendo en el Congreso, los españoles seguirán solucionando sus problemas por su cuenta.
2 comentarios:
Esa es la palabra: chantaje. El decreto, en cierta forma, lo es, pues mete en el mismo saco medidas dispares, así se ha encontrado lo que se ha encontrado a la hora de aprobarlo.
Era una trampa, pero habrá que hacer algo. Un beso
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