Empiezan los fastos
La verdad es que para conmemorar cincuenta años de España en libertad podrían haber escogido otra otra efeméride, muy bien podría hacerse en 2026 para conmemorar los cincuenta años del referéndum sobre el Proyecto de Ley para la Reforma Política, la ley que inicia la Transición, en el que el pueblo español decidió ser una democracia. También se podría celebrar en 2027 con motivo de los cincuenta años de las primeras elecciones de nuestra democracia. Otro año clave sería 2028, en que la Constitución cumple medio siglo. Se dan varias circunstancias para evitar escoger estas efemérides, la principal de ellas es que el PSOE no tuvo especial relevancia en ninguna de ellas, en el referéndum propuso la abstención, el número de síes superó a las abstenciones ; quedó segundo en las elecciones de 1977 y fue uno más, pero no el protagonista, en la redacción de la Constitución. Por otra parte, podemos dudar que Pedro Sánchez sea Presidente del Gobierno en 2026, 2027 o 2028. Sin embargo, se incide en los cincuenta años de un suceso en que el PSOE tuvo la misma participación que el pueblo español: ninguna. Franco murió en la cama de un hospital con un cuerpo colapsado. Habría que plantearse lo moralmente correcto de celebrar una muerte, pero entre los que consideran aborto y eutanasia como un avance social, no es de extrañar que no haya la mínima disquisición moral. La muerte del dictador (que no tirano) se celebra aunque siguiese la dictadura. Se celebra una muerte, pero no el fin de una dictadura.
Hay opiniones para todo. Y todas deben ser atendidas aunque no bienvenidas. Aunque el primer de las fastos para celebrar una muerte empieza hoy, éste recibe un eco discreto en los medios de comunicación, aunque no dudo que con el transcurso del día las actualizaciones incidirán más en el mismo. Tan sólo La razón. y El país lo reflejan, Larazón.es informa en un artículo de David Cavero que “Podemos no acudirá al primer acto del Gobierno por la muerte de Franco al no haber recibido invitación”, en él se informa de las asistencias o no asistencias y, muy importante, en qué va a consistir este acto, es el único medio que lo informa, Se hará incidencia en esto mismo más adelante. En elpaís.com Natalia Junquera informa a los suscriptores que “Sánchez inicia los actos por el 50º aniversario de la muerte de Franco sin el Rey y sin el PP”, sólo por el título podemos comprobar que se da más importancia a los ausentes que al acto en sí.
El caso es que ha costado descubrir qué se va a celebrar en el primero de los fastos de la celebración, insisto, de una muerte y lo que se va a celebrar es que se va a celebrar. El evento consiste en anunciar el programa de fastos y la creación de una comisión especial para organizarlos, una manera de colocar a alguien más y una forma de hacer que alguien cargue con el fracaso si no puede apuntarse el éxito. Nos habla de esta comisión Ana Martín en ElDebate.com y nos lo describe “Así es el «chiringuito» creado por el Gobierno para organizar la «Francolimpiada», otro más ”. Este primer fasto me parece una tontería, es el absurdo equivalente a que Jonathan Swift dedicase el primer capítulo de los “Viajes de Gulliver” a escribir que el libro trata de los viajes de un aventurero, llamado Lemuel Gulliver, al que sus peripecias le llevan a visitar cuatro mundos. O que Benito Pérez Galdós dedicase el primero de sus episodios nacionales a hacer un índice de los episodios nacionales.
4 comentarios:
Celebremos una muerte más. Un beso
No me parece demasiado acertado. Pero bueno, allá cada cual con la idea de las celebraciones y qué celebrar.
Llamame anticuado. Pero celebrar una muerte no me va. Saludos.
Tu lo has dicho, allá cada uno. Pero la cosa cambia cuando la celebración se impone y se costea con tu dinero. Un saludo.
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