Defensa y las Fuerzas Armadas.
En 2014 El País hizo una entrevista al entonces líder de la oposición Pedro Sánchez. En una cocina y con el delantal puesto respondía a la pregunta ¿que ministerio eliminaría? con otra pregunta ¿el de Defensa?. El hecho de que haya aumentado ministerios en vez de eliminar alguno es secundario. Su respuesta-pregunta delataba claramente que el entonces aspirante a presidente no sabía que era la defensa de una nación. Ya como Presidente del Gobierno sigue dejando patente que no sabe lo que es ni cultura de defensa, en la ponencia marco del cuarenta congreso federal del PSOE trata a la defensa como una herramienta más de la política exterior y en la ponencia marco del cuarenta y un congreso no se la menciona. Con respecto a la cultura de defensa, en el primer documento se establece que es saber cuales son nuestras Fuerzas Armadas y dónde están desplegadas en el extranjero. Una herramienta de propaganda.
Tampoco es que el resto de los partidos tenga una idea muy clara de lo que es la Defensa, el hecho de que las Fuerzas Armadas sea una de instituciones por las que el Estado pueda ejercer el monopolio de la violencia y, todo hay que decirlo, su pasado de veleidades políticas hacen que los partidos las contemplen con cierto resquemor. La Defensa no es una preocupación. El político elegido se limitaba a firmar una Directiva de Defensa Nacional que duraba todo su mandato, superior a una legislatura. Pedro Sánchez publicó una Estrategia de Defensa Nacional que, como las directivas, sirve para todas la legislaturas en las que sea presidente. No nos debe extrañar que el conocimiento y la preocupación por la Defensa de los ciudadanos sea nula, como lo es nuestra Cultura de Defensa..Tras un acto en el CESEDEN (Centro de Estudios de la Defensa) el entonces Jefe de Estado Mayor de la Defensa, General Félix Sanz Roldán comentó refiriéndose al conocimiento que tenían los españoles de las Fuerzas Armadas que “se sabe más de lo que hicieron los Tercios en Flandes que lo que están haciendo nuestros soldados en Afganistán” y era, y es, verdad.
La prensa dedica un poco de más atención a las Fuerzas Armadas, no tanto a la cultura de Defensa. Nos habla de nuevas adquisiciones y de desarrollo de equipos y hace una descripción de los mismos más que correcta, pero generalmente omite informar para qué son y su relación con su misión principal según la Constitución : la defensa militar de España, la defensa de su integridad territorial y la defensa del ofrdenamiento constitucional.
Hoy en la tribuna de Elmundo,.es Ángel Olivares, escribe un artículo titulado “Más allá del 2%: la defensa de nuestra seguridad” , en el que se señalan las necesidades de nuestras Fuerzas Armadas y cómo satisfacerlas puede beneficiar a nuestra industria, investigación, desarrollo e innovación. Pero este aserto es elemental, desde siempre la preparación de los ejércitos ha sido un impulso para la investigación, la ciencia y la tecnología. Podemos caer en el error de que el valor de nuestras Fuerzas Armadas viene definido por la calidad del material y lo avanzado de la tecnología; no es así, su principal valía recae en los soldados, el factor humano, fieles a unos principios y a un código moral basado en el servicio. Una descripción muy acertada de nuestros soldados y la consideración que reciben de nuestra sociedad la encontramos en un artículo que publicó ABC.es, y que firmó Mariano Casado, titulado “la cosificación de los militares” en el que señala que “los militares tienen esa capacidad especial de trabajar por y para los demás en las peores condiciones”, como consecuencia reflexiona en los problemas humanos que les afectan: hay deficiencias de alojamiento en los acuartelamientos, de calidad y cantidad. El sueldo que recibe un soldado no acompaña para facilitar una movilidad innata y necesaria para el desarrollo de su carrera, añadimos también en la clase de tropa el imperativo de abandonar las Fuerzas Armadas con una edad determinada si no se ha ascendido a suboficial u oficial. Son muy deficientes las facilidades para reincorporarse a la vida civil. En resumen, podríamos afirmar que España (y por ello, los españoles) no agradecen lo suficiente los servicios prestados.
El hecho de que las Fuerzas Armadas obtengan su reconocimiento en las labores de la UME, en la intervención de los aviones anfibios en la extinción de incendios y en la participación de los militares españoles en misiones internacionales da una imagen equivocada de las mismas. Recordemos su misión principal y que la labor que les vemos realizar es, afortunadamente, secundaria. Y esperemos no tener que verlos defender nuestra integridad territorial o el ordenamiento constitucional. Su actividad actual se rige por el principio que establecieron los romanos “Si bis pacem para bellum” - si quieres la paz prepara la guerra- que también es una garantía de estar siempre listos y dispuestos para prestar un servicio.
Y la cultura de defensa no consiste tanto en conocer nuestras Fuerzas Armadas como en saber qué hacen y porqué lo hacen. No se trata de saber tanto que hay un destacamento en, por ejemplo, Irak y qué material y efectivos lo componen sino de entender qué hace un destacamento español en Irak y cual puede ser su beneficio. Las noticias de la presencia española fuera de nuestras fronteras son noticia en días señalados o cuando ocurre una desgracia. Nuestros políticos de todo signo, tienden a transformar una desgracia en una derrota y obtener un rédito político. Tampoco pueden resistir la tentación de hacer un uso político de las Fuerzas Armadas. Se da también una circunstancia paradójica, los militares están mejor valorados que los políticos. Pero un padre preferiría que su hijo fuera político a militar. Cosas de la vida.
Seguiría hablando más, pero discreción obliga.
1 comentario:
Las fuerzas armados son màs valoradas por el pueblo que por los políticos de turno. Un beso
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