16 enero 2025

PAGAFANTAS

Pagafantas



Luis XIV sentenció en el siglo XVII aquello de “el estado soy yo”,  esta frase confirmaba su manera de gobernar, el absolutismo, y fue copiada con más o menos fortuna por los monarcas europeos entre la segunda mitad de ese siglo y la primera parte del XVIII. Si funcionaba para Francia, por qué no iba a funcionar para los demás. Fracasó el intento en Inglaterra, un fracaso que dio paso a la decapitación del rey y a una efímera república que terminó también con la condena a muerte de su dirigente. Se instituyó en la Inglaterra que llegaría a ser el Reino Unido un sistema en el que el parlamento controlaba al rey mediante la elaboración de leyes que sancionaría. A lo largo del siglo XIX se fueron creando los partidos políticos, que aglutinaban a los defensores de una causa determinada. Como parecía que el sistema británico parlamentario funcionaba mejor que el absoluto, los países europeos lo copiaron y entre finales del siglo XVIII y siglo XIX los reinos dieron paso a las naciones. En el día de hoy los partidos políticos han sobrepasado la defensa de una causa y ya promocionan su concepto de nación y bosquejan una sociedad. Desgraciadamente en España no existen los candidatos independientes, su candidatura tiene que ir inscrita  en una lista de partido.Los partidos ocupan las cortes y, en consecuencia, el Gobierno.

 Si un partido consigue colocar a sus miembros en todas las instituciones podrá declarar, con todo el descaro y tranquilidad, que “el estado soy yo” quedando las limitaciones de acción a las condiciones que pueda haber dentro del partido. Si el líder del partido no tiene ningún contrapeso en el partido podrá sentenciar también que el “partido soy yo” y, en consecuencia también asumirá que “el estado soy yo”.  No es una posibilidad, ya ha pasado, es imposible separar el partido Nazionalsocialista de Hitler, Tampoco se puede separar al partido fascista de Mussolini, ni al Partido Comunista de Stalin.Es una nueva forma de absolutismo. No tiene que ser bueno o malo, pero es un mal precedente. El partido negocia con otros partidos a costa del Estado, a los ciudadanos se les asigna el papel de pagafantas.

Publica hoy Elmundo.es en su editorial un artículo titulado “Despatrimonializar el Estado para el beneficio privado de un partido” en el que se denuncia que el Gobierno ha entregado al Partido Nacionalista Vasco el edificio de la sede del Instituto Cervantes en Paris, un acuerdo entre partidos que paga el Estado. Algo parecido ha sucedido con el acuerdo entre el PSOE y el partido local de Jaén Merece Más para promover una moción de censura en la que queda condonada la deuda del ayuntamiento.. Un acuerdo de partidos a costa del Estado. Se repite a menor escala la condonación de quince mil millones de Euros a Cataluña para que el PSOE gobierne, un acuerdo de partidos a costa del Estado. Y todo ello supone impuestos que pagan los ciudadanos. Es cuestión de tiempo que la definición de ciudadano español sea la de “pagafantas de pactos del partido que detenta el Gobierno de España”.

Los partidos ya han okupado las instituciones y ahora intentan okupar nuestra vida con la defensa a ultranza de utopías que tenemos que pagar los ciudadanos.. Y esta senda tiene visos de terminar en una oligarquía si el estado es un partido, en tiranía si el estado es el líder del partido. 

4 comentarios:

Susana Moreno dijo...

Muy buena explicación. Pero tiene mal arreglo. Un beso

LUFERURA dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
LUFERURA dijo...

Sólo con un cambio de la ley electoral.
Un saludo.

Efurom1 dijo...

Parece que pides poco (un cambio en la ley electoral). En realidad, lo que se necesita es una reforma de la Constitución. Ya se reclamaba antes de la crisis de 2008. Después, venimos encadenando una crisis tras otra. Y así es muy difícil...