Buscando argumentos.
Lee uno los diarios por la mañana y parece que España se sumerge en el caos. Ya sea porque una prensa es crítica con el gobierno, mientras que otra es crítica con la oposición y, por ende, con los gobiernos de las autonomías. Nadie acierta y todos perpetran cacicadas. Parece que el caciquismo se ha reavivado con la Ley de Memoria Democrática . En realidad podemos constatar que somos una sociedad dividida y, siento decirlo, corrompida.
Nos dice hoy la editorial de ABC de “Una consulta que adultera la ley”, se refiere a la consulta anunciada sobre propuesta de absorción, OPA, que ha lanzado el BBVA sobre el Banco de Sabadell. Una maniobra económica y financiera que no se ha librado del intervencionismos de los políticos y de una buena dosis de nacionalismo. De este mismo tema nos habla La Razón con más contundencia cuando sentencia sobre “La última farsa de Pedro Sánchez: cuando Francisco Franco o Napoleón pueden opinar sobre la OPA de BBVA”, lo escribe Javier de Antonio y nos cuenta las claves de una consulta que realiza el Gogierno, pero que no es vinculante.
El teniente Ruiz era un culo inquieto con una neurona hiperactiva, el cuerpo le pedía una acción que su cerebro no podía seguir. Esto significa que, de vez en cuando, le faltaba sentido común. Cuando su cuerpo le pedía hacer algo parecido a una locura, y ese algo entraba en el ámbito militar, pedía permiso a su jefe, al jefe de su jefe, y a los jefes de los jefes con la esperanza de que alguno le autorizase, si no lo lograba empezaba a preguntar a todo el que veía, compañeros, subordinados e incluso a alguno que pasaba por allá. Cuando un incauto le decía que bueno ya había encontrado un responsable para su barrabasada. De forma que era habitual que cuando se le pedía explicaciones por una estupidez o una irresponsabilidad, su explicación fuese “es que el camarero del Burger King, me autorizó”. Hubo alguno que pretendió arrestar al camarero del Burger King por autorizar lo que no debía, pero lo normal es que el teniente Ruiz fuese sancionado por la desaparición de una baliza o por irse a hacer una ruta de senderismo cuando debía estar de guardia. Pero la constante de su conducta era responsabilizar al camarero del Burger King o alguien de similar relación para librarse de cualquier sanción, que siempre era merecida.
Resulta que en la comunidad de vecinos, el propietario de un piso bastante grande quiere comprar un piso más pequeño que unos propietarios quieren vender y otros no. Los vecinos decimos que es un problema que tienen que solucionar ellos siempre y cuando sus acciones estén encuadradas en los estatutos de la comunidad. Pero el vecino del portal cinco, ese que quiere ser una comunidad de vecinos por su cuenta, ha dicho que no está de acuerdo con la venta, aunque no sea uno de los propietarios de del piso pequeño. Amenaza, además, con no votar al presidente de la comunidad. Éste, preocupado, le ha preguntado a la administradora si hay algún problema con los estatutos y la administradora le ha dicho que no hay ningún problema, la normativa permite la venta. El presidente de la comunidad entonces ha decidido preguntar a todos los vecinos su opinión sobre la transacción que unos quieren hacer y otros no. Eso si, ha avisado que el resultado de la consulta no le compromete ha decir que si, si es afirmativa, pero que seguramente dirá que no si es negativa y se lo explican bien. Los vecinos que no nos va ni nos viene la compra del piso pensamos que el presidente de la comunidad se está inmiscuyendo y que, como el teniente Ruiz, está buscando a alguien que le dé alguna razón para decir que no se puede hacer la venta. Esperamos con cierto temor que nos dé una explicación parecida a que “la prima del conserje ha dicho que la venta del piso no es buena para la comunidad” y que posiblemente no tenga en cuenta que ni el conserje, ni su prima, son vecinos de la comunidad. Todos pensamos que el presidente de la comunidad está buscando argumentos de la manera más tonta y, lo que es peor, nos tememos que va a recurrir a la consulta entre los vecinos cuando en la junta de vecinos se aprueben puntos con los que no está muy conforme.
Me llama la atención que nuestro ínclito Presidente del Gobierno no haya consultado a los ciudadanos por nuestro parecer sobre las numerosas subidas de impuestos que hemos tenido... pero tiene la consideración de preguntar nuestra opinión sobre la OPA de un banco sobre otro. En este caso la opinión de la ciudadanía adquiere tal importancia que es necesario consultarla, pero lo que diga la ciudadanía no es vinculante, un eufemismo que quiere decir que “me importa un bledo si no me da la razón”, posiblemente el próximo paso sea preguntar a los sindicatos de la banca, previamente “subvencionados” (o comprados, por no utilizar comillas) e instruidos sobre lo que deben opinar u cómo hacerlo. En este caso Pedro Sánchez, como el Teniente Ruiz, está buscando a un camarero del Burger King que se haga responsable de lo que decida.
Y es que, a lo tonto, los camareros del Burger King son muy útiles. Con el tiempo descubriremos que son los responsables del apagón, los que roban el cobre de los trenes y los que colocaron a Ábalos en el Gobierno. Posiblemente sean todos sicarios de la ultraderecha.
1 comentario:
Muy bueno. Làstima que no publiques en un diario. Un beso
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