15 mayo 2025

SAN ISIDRO

 San Isidro.


Pues hoy celebramos San Isidro, patrón de Madrid de muchos otras lugares y de los labradores. Es curioso que sea el protector de una gran urbe que casi ha olvidado las actividades agrícolas. Pero son las cosas que pasan. En los libros de lectura de mi infancia había un milagro del Santo por curso, luego uno lee en wikipedia su vida y se entera de que sólo hay cinco milagros originales y otros post mortem, de forma que muchos de sus narrados milagros entran más en la leyenda que en la historia.

No dejo de creer que San Isidro, con o sin milagros, es uno de esos santos necesarios, que ha subido a los altares trabajando, aunque más tarde contradeciremos esta aseveración, no hizo grandes viajes, no fue un misionero, bastante tuvo con ser honrado, bueno y padre de familia. De hecho sus milagros originales no son grandiosos sino, más bien, modestos. La multiplicación de unos granos de trigo con que alimentó a unos pájaros, que los bueyes arasen solos mientras el rezaba, salvar a su burro de un lobo rezando, extraer de un puchero toda la comida que quería para alimentar a los invitados y el milagro de la cofradía dando de comer con su ración a una multitud de mendigos.

La verdad es que, viendo los milagros, San Isidro trabajaba menos que un enlace sindical, pero rezaba mucho. Y así rezando se le pasaba el tiempo y llegaba tarde al banquete de su cofradía. Pero daba resultado, si los bueyes no araban solos cuando rezaba lo hacían los ángeles por él. Se casó, eso dice la leyenda, con Santa María de la Cabeza, también local de los pueblos de Madrid que desarrollaba sus actividades en las tierras que hoy delimitan Talamanca, Cobeña y Paracuellos. Ambos tuvieron un hijo, Illán, que fue santo. Fue un matrimonio que no terminó bien, se separaron de común acuerdo para poder dedicarse a la vida religiosa, pero no tomaron los hábitos, lo que significa que se decicaron a la oración. Pero yo creo que la causa de la separación fue otra. Sobre todo si hacemos caso a la leyenda del milagro del pozo.

El milagro del pozo fue aquel que hizo San Isidro cuando si hijo Illán, mientras su madre trajinaba por la casa, cayó en el pozo de su finca y se ahogó. Cuando Isidro llegó a casa se encontró a una desconsolada María y al niño en el fondo del pozo, El santo se puso a rezar hasta que el agua rebosó expulsando al niño vivo del pozo. Y me creo que esta fue la causa de la separación. Dado que después de la alegría de tener un hijo resucitado había que hacer examen de conciencia en una conversación que pudo ser la siguiente:

- ¿Qué ha pasado María?
-Pues que estaba limpiando el cuarto y haciendo la comida y el niño se ha caído al pozo en cuanto le he perdido de vista.
- Hay que estar m,as atenta María, procura que no vuelva a pasar que el niño se nos puede matar por una tontería.
- Es que, Isidro, a mí no me funciona eso de ponerme a rezar y que la casa, la comida y el niño se cuiden solos. Por mas que rece sólo tengo dos manos. Ya que te funciona a tí,  ¿por qué no te encargas del niño?. ¡Ah! ¡Ya! Porque estás todo el día rezando y no tienes tiempo ni para tu familia, ni para nada que no sea rezar. Y mientras tú rezas una aquí limpiando y cocinando para que te lo comas frío todos los días, a además cuidando de un niño que ya se sabe que se le va a responder “rezando” cada vez que pregunta por su padre.
- María, que sólo te he preguntado qué ha pasado.
- Pues mira Isidro yo te he dicho lo que pasa, así que ya sabes o menos rezos y más familia.
- No deberías darme a elegir María.
- Pues no hay más que hablar.

Y no hubo más que hablar, ignoro quién se quedó con la custodia del niño que llegó a ser santo.    

2 comentarios:

Susana Moreno dijo...

Siendo todos Santos no creo que comieran demasiado. Un beso

LUFERURA dijo...

hay cosas que cuentan y otras quedan para la imaginación.
Un saludo