24 octubre 2024

PANORAMA INFORMATIVO (XI)

PANORAMA INFORMATIVO (XI)

El cuarto poder.

También se le llama medios de comunicación de masas, medios de comunicación social o, simplemente, los medios. Se admite que son la prensa, la radio, el cine y la televisión. Todos tienen un denominador común: sus productos son accesibles a un gran número de personas. Lo que publican o restransmiten no es discutible, gusta o no gusta, se comulga o no con el mensaje, pero la audiencia no tiene posibilidad de participar, refrendar o contradecir el mensaje. Y constituyen un poder toda vez que han espoleado a poblaciones, los periódicos de Hearst obligaron a los Estados Unidos a declarar la guerra a España, el cine apuntaló al nacismo y encendió el patriotismo ruso y americano; una emisión de la Guerra de los Mundos provocó cierto pánico entre la población; la retransmisión de un debate electoral puede inclinar las simpatías de un candidato a otro; y un montón de jóvenes de todo el mundo han trasladado un mensaje que desconocían con la imagen del Che Guevara impresa en una camiseta. No es de extrañar que los políticos intenten controlarlo y, si ello no es posible, llevarse bien con ellos. Tampoco hay que desdeñar su poder de convocatoria.

La prensa abarca muchos formatos que podemos calificar en cuatro grupos libros, revistas, diarios y pasquines. Un libro transmite más conocimiento que información, a la vez que resulta más especializado. Una revista está más focalizada y, en cuanto a transmisión de conocimiento e información, se sitúa en un estado intermedio. Los diarios son el principal pilar de la información impresa, si queremos alcanzar conocimiento a partir de un diario es necesario un seguimiento y un ejercicio de memoria. Los pasquisnes son más un medio de propaganda que de información, no olvidemos que la Leyenda Negra antiespañola se basó principalmente en los panfletos impresos en los Paises Bajos. La limitación de las noticias está condicionada por el espacio, hay que ajustarse a una extensión y un determinado número de páginas.

Podemos decir que la radio es un elemento de compañía, uno puede escuchar la radio mientras hace otra cosa, no requiere que se concentre la atención sobre ella. Permite, además estar al tanto de lo que sucede, en los diarios la información de lo que pasa después de una edición tiene que esperar a la siguiente. Mediante la radio la información es más actual, pero también menos elaborada, la última hora resulta fácil de retransmitir pero su análisis es más precipitado. La posibilidad de transmitir en directo es un valor añadido, así como la relativa facilidad para realizar entrevistas; aunque, de nuevo hay que insistir, el análisis de la información que realice el oyente precipitado. La limitación de la información viene condicionada por el tiempo disponible.

El cine tiene un valor documental, con cierta carga propagándistica. Muchas veces hay que fijarse más en lo que rodea a la trama principal que en la propia trama. Una película de hoy puede dar una idea de lo que éramos cuando se reproduzca dentro de veinte años. Siempre se puede obtener una información sobre cómo hemos evolucionado (por ejemplo, en cuanto vestuario, vocabulario, etc...) como sociedad. La ventaja de este medio es que la información sólo está condicionada por la audiencia.

La televisión aúna las características de radio y cine, es un elemento de de compañía a la vez que aporta el valor documental, una imagen vale más que mil palabras. También carga con la precipitación del análisis y con la carga propagandística. La información viene limitada tanto por el tiempo disponible como por la audiencia.

Pero es necesario destacar que lo elaborado por el cuarto poder tiene una gran alcance entre la audiencia, no permite la réplica o crítica inmediata, por lo que el debate se alarga.

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