HACIA LA TIRANÍA (VI)
Del poder ejecutivo (sanchista).
El poder ejecutivo, también se llama gubernativo, recae en el gobierno, otra cosa es que lo ejerza, en el caso del sanchismo sólo lo ha ostentado el PSOE durante el tiempo que transcurrió entre la toma de posesión de la presidencia tras la moción de censura y la celebración de elecciones por fracasar el proyecto de presupuestos un año más tarde. La falta de fortaleza de los partidos en general y del PSOE en particular queda demostrada por la necesidad de compartir el poder ejecutivo con otro partido. PrimeroPodemos y, posteriormente, Sumar.
Pero siempre se ha visto forzado a negociar con otros partidos la aprobación de leyes o de numerosos decretos que han empezado a aplicarse antes de su aprobación por una, nunca explicada, urgencia. De su capacidad negociadora ha quedado patente que nunca intentará negociar con la derecha, frente a los partidos de derecha la negociación consiste en un trágala. También ha quedado patente que frente a otros partidos, especialmente los independentistas, el trágala se lo hacen al gobierno. La acción de gobierno consiste en pagar un chantaje que va elevándose con el paso del tiempo. Además se lo escupen en cada pleno del congreso y el presidente pone buena cara no sea que se molesten.
La acción de este gobierno paquidérmico, sobre todo en política exterior, es tan personalista como errática. Admitamos que la política exterior española dejaba mucho que desear, pero había cierto acuerdo en que era una política nacional y que mantenía como ejes prioritarios las buenas relaciones con las naciones del Atlántico Norte, Iberoamérica y el Mediterráno. Hoy somos el amigo ninguneado en Estados Unidos y Europa empieza a recelar de las acciones de España. Se han roto relaciones con Argentina a la vez que bravatas de otros líderes de izquierda no han tenido respuesta, hemos pasado de ser la madre patria a ser el pueblo invasor y todo con la inactividad de nuestro gobierno. En cuanto al Mediterráneo hemos pasado de tener amigos y un rival (Marruecos) a tener dos enemigos clave (Argelia e Israel), y seguimos teniendo un rival (que sigue siendo Marruecos). En pocas palabras, nuestro gobierno a hecho de España.un activista global, el típico alborotador que agrava problemas y no aporta soluciones.
Con respecto a la gestión, según la Ponencia Marco mencionada anteriormente, la intención del Gobierno es delegarla en la Unión Europea en materia de política exterior (algo que no ha pasado); y delegar en Autonomías y Ayuntamientos la gestión interior, es decir no sólo delega la administración, que sería lo correcto, sino que con ello permite la elaboración de normativas sobre una materia que llegan a ser dispares en toda España, de cara a la igualdad, la normativa otorga diferentes derechos y privilegios entre los españoles que habitan en un territorio y otro. Lo único que se reserva el gobierno es la política de una transformación social. No es de extrañar que al final el gobierno no gestione y se limite a repartir lo que recauda.
Consciente de la imposibilidad de gestionar sólo queda el recurso de recurrir a trampas legales, la primera es colocar a todos los fieles (Sánchez no exige competencia, sino fidelidad) en puestos clave que faciliten su labor; la segunda que se aprueben disposiones que le convienen en cualquier normativa ajena ; y la tercera, y muy preocupante, gobernar (eufemismo de mantenerse en el poder) con independencia del poder legislativo y judicial, controlando la información que no dirijan sus afines. ¿Se acuerdan de eso que que el tirano se sirve del régimen y se fortalece con las instituciones?
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