07 octubre 2024

PANORAMA DE LA INFORMACIÓN (I)

 PANORAMA DE LA INFORMACIÓN (I).

 


El filtrado.

El ciudadano se ve obligado a elegir cada día entre múltiples opciones de consumo: desde qué comer hasta como pasar su tiempo de ocio, desde cómo trasladarse hasta en qué gastarse su dinero. Y entro todo el abanico de opciones está la información que consume, y cómo la consume. A los clásicos máss media que componían el cuarto poder (prensa, radio, cine y televisión) se le han unido las redes sociales que, de por sí, vienen a erigirse como un quinto poder. Es decir  el ciudadano puede informarse a través de un diario, de una emisora, captar el mensaje de una película, conectarse a la cadena televisiva que más le entretenga o seguir al influencer que más le guste.

En teoría, la información ha pasado de ser algo escaso ser abundante. Pero no podemos decir que haya dejado de ser selectiva, si atendemos a cualquier medio de información los temas vienen a ser lo mismo. Un lector español pensaría que en el mundo sólo hay dos guerras. Oriente Medio y Ucrania, y que ésta última es la que le resulta más cercana, ignoraría el hecho de que en Libia se está desarrollando una guerra por el poder desde la muerte de Gadafi. Los temas, y sería cuestión de estudiar qué criterio siguen los medios, está filtrados. Huyamos de teorías conspiranoicas y no caigamos en la tentación de pensar que hay un acuerdo entre los gigantes de la comunicación para hablar de qué temas se informa y de qué temas no. El que tiende a filtrar la información es la audiencia, ella decide lo que le interesa y lo que no.

Ningún medio o agencia de información puede, por si, abarcar todo lo que pasa en el mundo. En ocasiones recurren a otros medios o agencias para que le suministren información de lo que ocurre en los lugares a los que no llegan o no están. Eso cuesta dinero y sale muy caro si entre la audiencia hay pocos interesados en saber qué ocurre en ese lugar. Es el público el que decide qué le interesa. Es posible que sea una afirmación demasiado rotunda. Habría que distinguir entre la pregunta ¿El público decide qué información consume? y la pregunta ¿El público elige entre la oferta de información a consumir?  El protagonista de la primera pregunta es la audiencia, el protagonista de la segunda pregunta son los medios.  

Podemos encontrar cierta lógica en que una persona esté más interesada en saber sobre lo que más le afecte o preocupe. Hay una relación entre el tiempo de que dispone y la, podríamos denominar, proximidad de su interés. A más tiempo disponible, más podrá informarse abarcando de lo que más a menos le afecte. Su producto es el filtrado definitivo, el que hace la audiencia.

Por otra parte los medios tienen que priorizar la información que disponen, siempre tienen una limitación, un número de páginas y un espacio en las mismas en el caso de la prensa, un tiempo determinado en el caso de cine, radio y televisión. El producto es el primer filtrado, el que hace el medio y que es fruto de una planificación. Este filtrado es uno de los pilares que acaban definiendo a un medio: si es local o nacional, si es económico o deportivo...

En resumen, la información consumida, por abundante que pueda parecer, pasa un doble filtro: el del medio y el del consumidor.

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