PANORAMA INFORMATIVO (IX)
La información como negocio. Conclusiónes.
Quizás sea muy radical aseverar que la información es negocio y sería más acertado aseverar que la información es parte del negocio. Sería conveniente analizar si es el negocio el que orienta la información o la información la que orienta el negocio. Creo que podemos comprobar en los casos del grupo Planeta y Vocento que el negocio orienta la información permitiendo en el grupo varias líneas editoriales. En los casos del grupo Prisa y Unidad Editorial, en los que todos los medios mantienen su línea editorial, es la información la que orienta en negocio.
Pero entró la política. Y en ocasiones los emisores de información fallan en su posición de espectador neutral, ni los medios que las difunden son tan independientes, y el receptor tiende a identificarse con la línea editorial que le gusta y a ser crítico con la que no le gusta. Hay un punto en el que el valor de la opinión se impone sobre el de la información. Recurriendo al ejemplo de la botella, el lector del periódico, el oyente de la radio o el espectador del cine o la televisión cree o desea que la botella esté medio llena y desea que la publicación que está consumiendo se lo confirme. En realidad no se está preocupando de lo indiscutible - el qué, cuándo, dónde y quién - está atendiendo a otras cuestiones que pueden plantear dudas - el porqué, para qué, cómo y con qué, entre muchas más - y requieren un análisis que necesita de un conocimiento y estudio previos. Deberíamos, entonces hablar de la opinión como negocio.
Y desde el momento que la opinión puede ser un negocio, la militancia es una parte que favorece al mismo. La militancia de un medio es una forma de captación de audiencia, la militancia del receptor predispone en favor o en contra de determinados medios. Es un filtro más de la información, cuando no un condicionante.
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