03 octubre 2024

HACIA LA TIRANÍA (VII)

HACIA LA TIRANÍA (VII)


El Poder Legislativo.

El poder legislativo lo ejercen las Cortes, en España éstas las componen el Parlamento y el Senado, aunque no está clara la función del Senado, se pretendía que fuera una cámara territorial, pero no ha llegado a ejercer como tal, en teoría refrenda las leyes emanadas por el Parlamento, pero carece de poder de veto y lo único que puede hacer, en el mejor o peor de los casos es retrasar la publicación de una ley, así ha pasado con la Ley de Amnistía, algo que, de paso, ha demostrado que la intención de hacer del Senado una cámara territorial queda en eso. Por otra parte, la iniciativa sanchista de limitar las competencias que correspondían al Senado - la última, el poder de veto sobre el techo de gasto- deja más que cuestionada la función del Senado.

En cuanto al Parlamento, hace tiempo que dejó de ser un poder legislativo eficaz, ya no elabora leyes, se limita a refrendar las propuestas hechas por el gobierno. Pero con el Sanchismo su papel ha llegado a ser bochornoso. Las leyes aprobadas acaban en fiasco, véase la Ley del sólo si es si; plantean problemas o dejan lagunas en su aplicación, Ley de Bienestar Animal. Además hay una falta de calidad en las mismas y en muchas ocasiones se trampean, en los artículos de una ley se incluye algún artículo que no tiene nada que ver con la ley que desarrolla para facilitar la acción del gobierno y quitarle problemas de encima (recuerden el propósito que hizo Sánchez de gobernar sin el polder legislativo, ya venía de lejos). Si a lo anterior le sumamos la proliferación de decretos-ley, cuya aplicación se adelanta al debate parlamentario, llegaremos a la conclusión de que la cámara baja ha perdido el respeto por si misma.

La partitocracia es una de las principales causas de esta situación. Los parlamentarios, por muy elegidos por los ciudadanos que sean, son representantes de su partido. El Parlamento no representa a la ciudadanía, representa a los partidos, los diputados no votan en conciencia sino al dictado de su partido. Si han podido ver un pleno parlamentario habrán notado que antes de una votación pordrá escuchar una cacofonía de “si”, “no” y “abstención” de unos diputados que están indicando qué votar a los diputados de su partido. Es noticia cuando se anuncia que los diputados votarán en conciencia, parece ser que en Parlamento (y me atrevería a decir que en el Senado) no hay democracia.

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