PANORAMA DE LA INFORMACIÓN (II)
De la información y las noticias.
La información es, básicamente, un mensaje de un emisor a un receptor. Una nota con un sucinto “Te quiero” es suficiente información para hacer feliz a una persona. Lo mismo que sería susurrarlo tras un beso. Queremos con esto decir que la información es muy amplia y que puede adoptar muchas formas: advertencia, aviso, indicación... y muchas más entre ellas las noticias. O sea, todas las noticias son información, pero no toda la información son noticias.
La noticia, como todo mensaje, da respuesta a una serie de preguntas. Ya en tiempos de los romanos lo explicó y desarrolló Quintiliano: un mensaje debe responder a ¿Qué? ¿quién?¿Cuando?¿Donde?¿Cómo?¿Porqué?¿Para qué?¿Con qué? y muchas más que se nos puedan ocurrir. Los estudiosos nos dicen que la sabiduría se basa en el conocimiento, el conocimiento se basa en la información y la información se basa en datos. Desarrollar esta relación requeriría un estudio aparte.
Una noticia fundamentalmente se refiere a un ¿qué? Lo primero que explica es qué pasa, qué ha pasado, qué pasó o qué va pasar. Determinar el qué tiene cierta importancia si somos capaces de discernir entre lo uno y lo otro nos daremos cuenta de que lo que pasó, presenta menos dudas que lo que ha pasado que, a su vez, es menos incierto que lo que está pasando, y lo que está pasando es menos etéreo que lo que va a pasar.
Con respecto al ¿quién? Es necesario diferenciar entre muchos “¿quien?”, quien lo provoca, quien lo perpetra, a quién beneficia o a quién perjudica. De nuevo nos encontramos que quien lo perpetra da más certidumbre que quién lo provoca, a quién beneficia y a quién perjudica.
El cuando debe de presentar pocas dudas, aunque da certidumbre en cuanto al qué pasó, qué ha pasado y que está pasando, es adivinatorio cuando hablamos del que pasará. Lo mismo podríamos decir del dÓnde.
Pero para responder a otras preguntas, el cómo, el para qué y el porqué es necesario el uso de otra información, requiere cierto conocimiento y análisis. La certidumbre del mensaje, en este caso, está relacionado con el conocimiento del que lo emite. Puede abarcar desde la opinión de un aficionado hasta la conclusión de un experto. En este caso el valor de la información es variable.
Lo que obtenemos al desmenuzar la noticia en preguntas es que podemos estratificarla entre lo que es indiscutible y discutible, que es lo mismo que diferenciar entre información (no admite discusión) y la opinión (más o menos autorizada, pero siempre discutible). A modo de ejemplo, si ha tenido la ocasión de asistir a una sesión de control del gobierno podrá comprobar que se habla poco de los qué y mucho de los quien, en este caso del Congreso se obtiene mucha opinión, poca información y casi ninguna conclusión.
Pero hay algo de lo que debemos ser conscientes, pocas veces la información nos resulta satisfactoria pero la opinión llena los huecos que la información disponible no puede llenar. Nos pueden contar que la botella está por la mitad, cotejando más información nos pueden contar si hay más o menos liquido que ayer; pero en el momento que nos digan si está medio llena o medio vacía nos están dando una opinión a la que podríamos haber llegado nosotros, siendo expertos o no. y con la que podemos estar de acuerdo o no.
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