Un artículo no informativo.
Quizás el título cause extrañeza, pues es difícil dar una información sin informar, que no es lo mismo que desinformar. Resulta ello posible en un artículo de índole científica. No es fácil acercar al público a unos temas que resultarán apasionantes para unos eruditos con una vocación determinada o para un selecto público con una afición por la ciencia. La ciencia proporciona ocio, pero no es ocio, nos da comodidades pero no es cómoda. La ciencia representa lo sólido frente a lo etéreo y lo preciso frente a lo impreciso. Cuando no es capaz de dar algo sólido y preciso deja volar la imaginación hasta encontrarlo. Pero, desgraciadamente, no despierta el interés del gran público. Por eso los titulares de las noticias se disfrazan de profecías o de adivinanzas.
Es lo que ocurre en La Razón cuando ha publicado un artículo con el siguiente título: “Adiós a los días de 24 horas: esta es la fecha en la que la Tierra entrará en un cambio histórico”, lo firma el diario que es una forma que ha tenido el autor de significar que no firma chorradas. Nos anticipa el titular la fecha de un cambio histórico. Una fecha es un momento preciso en el tiempo y un cambio histórico se confirma en el presente cuando se conoce el pasado. El cambio histórico, según el titular, es que el día dejará de tener 24 horas, pero el propio artículo confirma que un día transcurre, exactamente, en 23 horas, 56 minutos y 4 segundos. Podrán comprobar que llevamos una vida engañados. Nos dice el artículo que los días van aumentando por diversas causas y que los días se van alargando, esto quiere decir que la Tierra rota más lentamente. Algo que constata el artículo con el hecho de que la rotación completa de la Tierra original era de 10 horas y que hace entre 2000 y 600 millones de años la Tierra, gracias a la Luna, giraba a 19,5 horas por día. No es difícil predecir que habrá un momento en que los días duren 25 horas. Claro que en otro medio, hace tiempo, otro estudio decía que los días se acortaban. Parece ser que la comunidad científica no se pone de acuerdo en la futura duración del día como tampoco hay unanimidad en las causas del calentamiento global.
No escandaliza ni preocupa a los políticos la tendencia a que el día se alargue. Algo que resulta inexplicable ya que si los días son más largos y la jornada laboral se mantiene implicará que el trabajador tiene más tiempo libre y si se acorta los servicios durarán menos, lo de H24 será una referencia, pero no una realidad. El caso es que la fecha exacta para este cambio histórico anunciada por el artículo es que el 16 de abril del año 2.00.002.025 el día durará exactamente 25 horas, su duración posiblemente siga aumentando. En realidad el artículo dice que será dentro de 200 millones años de años. También dice que no es necesario tomar medidas inmediatas y que en unos años ya sabrán que hacer para cuando llegue el momento.
No creo que la ciencia gane muchos aficionados con este tipo de noticias. También ha circulado una noticia científica que nos anuncia que el continente africano se va a dividir y que un brazo de mar ocupará una franja entre las dos partes, algo lógico, ya que si fuese de tierra no se dividiría. Esta novedad ya figuraba en libros de los años noventa y ocurrirá cuando los días tengan casi 25 horas, en este caso el periodista si invitaba a prepararse para que estos cambios no sorprendiesen a nadie.
No obstante resulta un consuelo que los medios sean capaces de anunciar qué va a pasar dentro de doscientos millones de años, día más o día menos, cuando no son capaces de anticipar la situación que viviremos el año que viene. No resulta muy descabellado aventurar que un día durará 25 horas dentro de unos millones de años, la pregunta difícil de responder es si habrá humanidad cuando los días duren 25 horas, o qué tipo de humanidad habrá Algo que nos lleva a la conclusión de que el orden universal está mucho mejor establecido que el orden mundial.
1 comentario:
Desde luego, es absurdo. Un beso
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