Contradicciones
No me perdonarían que presumiese tener tres carreras y hablar cinco idiomas cuando en realidad me hubiese limitado a leer tres libros, cada uno de un tema, y hubiese oído cinco canciones, cada una en una lengua diferente. Creerían, con razón, que había falseado mi currículo aunque yo dijese había cometido un error. Tampoco podría presumir de ser un buen amigo si provoco la desconfianza de los demás y demuestro ser poco fiable. Puede que me tachasen de loco si cortase drásticamente una fuente de mis ingresos para tener un aire más puro y, aún así, dijese que todo mejora. Si estuviese convencido de que con menos ingresos y pagando más he mejorado y estoy como nunca. Si todas estas circunstancias concurriesen sobre mi persona posiblemente me recomendasen que fuese a un especialista y que comprobase lo bien o mal amueblada que está mi cabeza.
Hoy El Debate publica una noticia que firma Carlos Latorre con el siguiente titular: "No fue un «error»: Bernabé exigió «personas bien formadas en valores y convicciones» mientras se presentaba como doble licenciada", se refiere a Pilar Bernabé la delegada del gobierno en la Comunidad Valenciana, que ha mantenido durante cuarenta años la ficción de estar en posesión de dos carreras. La han pillado, pero no hay consecuencias. Si dimite será para ser alcaldesa u ocupar otro cargo. Exigía, no obstante, la señora integridad y valores. María Curiel nos habla en el mismo medio sobre una "Lluvia de críticas al decreto que prohíbe por ley ciertas comidas en los colegios: «Es una barbaridad»", se refiere a otro decreto ley, que debería ser excepcional por la urgencia de su aplicación. En nombre de lo saludable y lo sostenible (fundamental sostenibilidad) se prohíben bebidas azucaradas, energéticas y bollería industrial en los colegios. Una cocina de calidad que acabará siendo para bolsillos de primera. No sé la urgencia para que tal medida se pueda anticiparse al visto bueno del parlamento. Las chuches han estado en los colegios toda la vida y ahora es fundamental que mañana mismo dejen de estarlo. Me parece que es aplicar leyes de ricos a una sociedad que en un alto porcentaje está en el umbral de la pobreza. No es un mensaje que esté claro. En La Razón, Manuel Marhuenda escribe sobre "Sánchez, el presidente de un auténtico desgobierno", en el que compara lo que exigía Sánchez cuando era el jefe de la oposición y lo que se tolera a si mismo siendo Presidente del Gobierno. Lo que la sociedad no debía perdonar a Rajoy se lo debe tolerar, incluso aplaudir, a él. Las noticias son un compendio de contradicciones.
El caso es que la propia España es una contradicción. Resulta paradójico que haya más facilidades para okupar una casa que para comprarla. Nuestra normativa tiende a demonizar a los que poseen una vivienda, considerar serviles a los que pagan un alquiler y justificar a los que las allanan. Resulta aberrante que haya más facilidades para abortar que para tener hijos. Es caricaturesco profesar un laicismo anticristiano que raya la sumisión con una malentendida tolerancia al Islam. Se fomenta premiar al funcionario y castigar al emprendedor. Y del ciudadano se pretende que el seguidismo se imponga a la iniciativa. Se es benévolo cuando el dictado proviene de la izquierda e intransigente cuando lo es de la derecha. Lo que sirve para unos no sirve para otros. Tenemos que hacérnoslo mirar. Somos una sociedad enferma.
Creo que ya lo he dicho antes.
1 comentario:
Lo peor es que muchos no Dan cuenta de lo que pasa. Un beso
Publicar un comentario