15 abril 2025

UN BATIBURRILLO

Un batiburrillo.  

 

This land is your land. Bruce Springsteen

Hay una canción típica de los Estados Unidos que se titula This land is your land (Esta tierra es tu tierra), durante años la han exhibido como un reclamo y, a la vez, como una explicación de pro que se han convertido en una superpotencia. Su primera estrofa que también es su estribillo es una descripción de la extensión, grandeza y belleza de un país. Reza así:

This land is your land, this land is my land 
From California, to the New York Island 
From the Redwood Forest, to the Gulf Stream waters
This land was made for you and me

Esta tierra es tu tierra, esta tierra es mi tierra
Desde California hasta la Isla de Nueva York
Desde el Bosque de Redwood, hasta las aguas de la Corriente del Golfo.
Esta tierra fue hecha para ti y para mi.

El resto de la canción es igual de grandilocuente.

En el pedestal de la Estatua de la Libertad hay grabado un soneto de Emma Lázarus, poetisa norteaméricana cuya parte final es la más recordada, en español se ha traducido así:

El Nuevo Coloso

No como el mítico gigante griego de bronce,
De miembros conquistadores a horcajadas de tierra a tierra;
Aquí en nuestras puertas del ocaso bañadas por el mar se erguirá.
Una poderosa mujer con una antorcha, cuya llama
Es el relámpago aprisionado, y su nombre
Madre de los Exiliados. Desde el faro de su mano
Brilla la bienvenida para todo el mundo; sus templados ojos dominan
El puerto cruzado por los vientos que las ciudades gemelas enmarcan
"¡Guardaos, tierras antiguas, vuestra pompa legendaria!" grita ella
Con labios silenciosos. "Dadme a vuestros rendidos, a vuestros pobres,
Vuestras masas hacinadas anhelando respirar en libertad,
El desamparado desecho de vuestras rebosantes playas.
Enviadme a estos, los desamparados, sacudidos por las tempestades,
¡Yo elevo mi faro al costado de la puerta dorada!"

Hoy ABC publica un artículo para sus suscriptores que lleva por título “Una juez de Boston bloquea la deportación de más de medio millón de inmigrantes de Cuba, Venezuela, Haití y Nicaragua”, lo escribe Javier Ansorena y su encabezamiento dice que el plan de Trump de cerrar un programa que otorgaba la residencia temporal a 500.000 extranjeros queda en suspenso cautelar. El mundo también publica para suscriptores un artículo titulado “El idilio represivo de Bukele y Trump contra la inmigración latinoamericana”, lo firma Asier Vera, y su encabezamiento dice que El Salvador se convierte en el destino 'de facto' de migrantes indocumentados de cualquier nacionalidad que Estados Unidos quiera expulsar. No sé si han tenido ocasión de ver la película de El Álamo, una superproducción que narra la resistencia hasta que unos texanos hicieron frente al ejército mexicano reivindicando su independencia. En realidad, si lo trasladamos al presente, la gesta de El Álamo fue realizada por unos emigrantes que vivían muy bien en un territorio mexicano y que decidieron no pagarle nada. Una muestra del típico agradecimiento anglosajón.

El caso es que a día de hoy parece que el americano medio piensa que esta tierra fue sólo hecha para él y que las masas hacinadas que anhelan respirar en libertad es mejor que lo hagan en El Salvador. Ya no pide la libertad que le envíen a estos desamparados. Los exiliados vuelven a estar huérfanos.

Me parece un poco hipócrita. La verdad es que nadie quiere ya a las masas hacinadas en su casa, al miedo que provoca lo desconocido se une el temor de que realicen una reivindicación como la texana y que decidan alzarse contra su anfitrión.

Como siempre pedimos soluciones que los charlatanes reducen a simplezas tales como “bienvenidos refugiados” (en realidad no son refugiados y no tenemos medios para darles una bienvenida) o “fuera de aquí” (la verdad es que seríamos un país de viejos si se fueran). Unas autoridades que pretenden controlar la sociedad y decidir qué es información y qué no es, que saben todo de los gastos e ingresos de sus ciudadanos son incapaces de gestionar la llegada de emigrantes en embarcaciones más que rudimentarias y no saben qué hacer con ellos. Tampoco combaten a las redes de tráfico de personas. Pero piden nuestro voto para premiar su ineficacia.

Informa Ivan Mingo en El Debate de “Señales pintadas a rotulador y otras chapuzas de las carreteras españolas que delatan su lamentable estado”, añade también que Las carreteras españolas agonizan sin mantenimiento tras unas lluvias que literalmente han arrancado el asfalto, un problema preocupante en esta época en la que se esperan 15 millones de desplazamientos, y no caemos en la cuenta de que hay pequeños, o no tan pequeños, detalles que reflejan el estado de nuestro país y las prioridades de nuestros dirigentes. Hay cosas que pueden esperar sine die, como las carreteras o los presupuestos. Hay otras cosas que no esperan y que encuentran excusa en el hecho de que siempre es posible encontrar culpables a quien acusar de cada uno de los problemas del maremagnum que nos rodea y atosiga. Como si el hecho de encontrar a un culpable exhimiese de la responsabilidad del que lo tiene que solucionar.

En fin, como dijo aquel, ahora mismo sólo sé que no sé nada y que me he hecho un lío.      

2 comentarios:

Susana Moreno dijo...

Es imposible acoger y alimentar a medio mundo. Hay que poner un límite. Un beso

LUFERURA dijo...

No se trata de acoger, sino de solucionar un problema.
Un saludo