03 abril 2025

JUAN CARLOS VERSUS REVILLA

Juan Carlos versus Revilla.

Fuente: El español.com

Nos regala Alfonso Ussia un artículo en El Debate que titula “Demanda real” en el que hace referencia a la demanda que ha interpuesto el Rey Juan Carlos I a Miguel Ángel Revilla por daños morales y atentar contra su honor. Muestra esto que en un par de siglos hemos avanzado algo, antes se habría solucionado este tema con un guantazo y posterior duelo, no sé si a espada o pistola. Ahora el duelo es oral, declaración tras declaración por parte del político contra silencios y demandas por parte del Rey. 

Dice don Alfonso que no merece Revilla una demanda real, que le viene muy bien para ir haciendo declaraciones en las televisiones. Contempla al cántabro de una forma un tanto despectiva por su historial político. No obstante éste demuestra que no es tonto y que ha sido como un corcho, siempre flotando en mar calma o con marejada. Ha llegado a ser presidente de la comunidad sirviéndose de la rivalidad entre PP y PSOE. Ha ejercido su cargo en el tiempo libre que tenía entre plató y plató. O sea que el demandado tiene más de showman que de político. No me cabe duda que otros han trabajado por él en su labor de gestión, lo suyo es el espectáculo. Insisto, no es tonto.

El Rey Juan Carlos I ha sido una figura clave de la Transición, y hoy ambos están desterrados. Al Rey pocos defectos podemos achacarle, su labor ha sido impecable, y hoy lo sigue siéndolo procurando, con su lejanía, evitar problemas a la monarquía. De Juan Carlos, el hombre, no podemos decir lo mismo, ha tenido sus deslices. Al final la prensa rosa se ha mezclado con la prensa normal y oficial y las hemerotecas aúnan recuerdos como su asistencia al funeral de Isabel II o sus reuniones con dirigentes históricos como Mao, Gorvachov o Reagan y sus affaires con Barbara Rey o Corina. No hay forma de separar el cargo de la persona. Y de eso se han aprovechado los Echeniques y otros insultadores profesionales. Revilla se ha colocado a su altura.

La acción del emérito nos debe recordar que a la libertad de expresión se une la responsabilidad de lo expresado. La acusación gratuita debe conllevar una responsabilidad. No se denuncia, simplemente se acusa, y en ocasiones se continua con la acusación aunque los jueces hayan eximido de toda pena al acusado, que se encuentra continuamente obligado a demostrar su inocencia. Lo más parecido a un linchamiento. Lo vemos continuamente, Pedro Sánchez no deja de recordar a Feijóo que llegó a la cúpula del PP gracias a la corrupción, consistente en que el hermano de Isabel Díaz Ayuso vendió unas masacrillas y se llevó una comisión. Los jueces han dicho que no hay caso, por lo que no hay corrupción, pero la acusación sigue, aunque la denuncia no progresó.

No seré yo el que diga que hay que callarse, pero si que se exija la responsabilidad sobre lo expresado. Que una vez demostrada la mentira el que ha mentido lo admita. Existe la tendencia a convencernos de que vivimos en un entorno de información falsa y para los que mienten resulta sencillo atribuirse la función de determinar la veracidad o no de esa información. En realidad vivimos en un ambiente de opiniones refrendadas por mentiras, falsas verdades e interpretaciones interesadas. En este ambiente, las acusaciones gratuitas facilitan la imposición de una opinión.  

02 abril 2025

CHIRINGUITOS

 Chiringuitos.   

 


La Real Academia Española de la lengua nos dice que un chiringuito es un Quiosco o puesto de bebidasgeneralmente al aire libredonde a vecestambién se sirve comida. Algunos de sus sinónimos son quiosco, merendero, aguaducho o timbiriche. En una segunda definición nos dice que, coloquialmente, es un negocio o actividad comercial, o lugar donde se desarrolla. Me imagino que cuando el Presidente del Gobierno se ha referido a las universidades privadas como chiringuitos se refería a esta segunda a acepción. Considerándolas como negocio y no como vehículo de enseñanza. Complementan estas declaraciones las hechas por la ministra Montero que considera a las universidades privadas como un peligro para la clase trabajadora. Parece que un chiringuito es lo que escapa al control oficial (lo privado) mientras que lo que dirige un estamento oficial no es merecedor de esta calificación. Tarde o temprano tenía que llegar este momento, ya ha habido sus más y sus menos con la educación y los colegios públicos y privados, con la sanidad pública y privada, con el transporte público o colectivo o el privado, en automóvil. La universidad tenía que esperar su turno.

El 31 de marzoMaría Curiel publicó en El Debate que “Sánchez tacha a algunas universidades privadas de «chiringuitos educativos» y limitará por ley su apertura”. Hoy, en el mismo medio, Gonzaga Durán nos escribe de “Los tres gráficos que explican la cruzada del Gobierno de Sánchez contra las universidades privadas”. En La Razón, Juan Ramón Lucas parece confirmar nuestra impresión inicial en un artículo que titula “Ahora la universidad”. Pero hay muchos más artículos que tratan esta repentina preocupación universitaria.

Creo que este nuevo encontronazo hay que considerarlo como una fase más de la estrategia de enfrentamiento del Gobierno. Y dentro de éste siempre existe el recurso a los chiringuitos, ya los había sanitarios, informativos y ahora educativos. La falsa impresión que se quiere dar de que lo público es gratis no deja de ser una falsedad. Ni la sanidad pública es gratuita, ni lo es la universidad pública, como tampoco lo es la educación pública. Ningún producto es gratis, y lo pagamos todos con nuestro dinedo, ya sea de impuestos o deudas. Ni siquiera son gratis las profecías de Tezanos, también las pagamos con nuestros impuestos.

El uso de la palabra chiringuito es falso e interesado. Más bien indicativo de que el dueño o titular del negocio no es la persona que interesa. Resulta poco convincente tratar de chiringuito a una universidad privada y no prestar el mismo trato a una universidad que tolera los escraches (a quien opina diferente del gobierno), tiene en su nómina a profesores sobones y nombra catedráticos a no licenciados que solicitan que se les cree un máster. Salen a la luz las contrataciones de los alternes de un ministro en empresas relacionadas con el ministerio de transportes que se ha manejado como un chiringuito. Afloran estafas de mascarillas en las que están acusados las cabezas visibles de instituciones oficiales que se han conducido más como responsables de un chiringuito (un negocio o actividad) que de la gestión de un servicio. Pero si por chiringuito nos referimos a un negocio interesado debemos admitir que el PSOE gubernativo tiene más de mafia que de chiringuito, de momento persigue el poder más que el dinero.

Pero el chiringuito es una actividad honrada y transparente, es visible, hace su oferta, y gana su dinero. Si la oferta se realizase de forma oculta, si entregase al cliente algo diferente de lo ofertado no sería un negocio, sería una estafa. Y más se parece el gobierno a lo segundo que a lo primero. El gobierno intenta dar una connotación despectiva a con término que no tiene que serlo. No tiene por qué ser malo obtener beneficios por medio de una empresa sanitaria, educativa o de formación. El prestigio de una empresa viene definido por la calidad de sus productos y no por sus ingresos. Lo público no es una garantía de calidad, sirvan de ejemplo las cajas de ahorro que debieron ser rescatadas por su mala gestión y que fueron de origen de la falacia de “la banca nos debe 75000 millones”.

El término chiringuito viene a ser, entonces, un eufemismo del gobierno para denominar despectivamente una organización, negocio o actividad que no puede controlar. También, como en el cuento, el PSOE se ha dado cuenta que con tantas cesiones el estado está desnudo, sin más capacidad de decisión que liarlo todo. Se ha encontrado que se ha comprometido a solucionar un problema de vivienda sobre el que no tiene competencias, ha permanecido pasivo en los aspectos que puede controlar de la educación (como es el idioma) pero la única forma de demostrar que manda algo es acudir al enfrentamiento público - privado. Algo así pasa con las universidades, es una competencia transferida, y mediante el enfrentamiento público privado pretende controlar la creación de nuevos centros. No es, por tanto, una cuestión de calidad, sino de control.

Se ahonda en el enfrentamiento queriendo crear una España de extremos, españoles ricos contra pobres, lo público contra lo privado, los trabajadores contra los empresarios, los propietarios de casa contra los que buscan casa. Y en este enfrentamiento todo se justifica, hasta el odio hacia los que representan un extremo. Se ejerce la libertad de expresión sin responsabilidad de lo expresado. Se habla de delitos de odio pero no del odio que se está generando.

01 abril 2025

EL CUENTO-DISQUISICIÓN DE SAN MARTÍN

El cuento-disquisición de San Martín.


Alguna vez he comentado que San José me parece un santo imprescindible. Ni más, ni menos, que ejercer de padre del Hijo de Dios. Resulta un ejemplo humano a seguir en lo cotidiano. Pero hay un santo que me parece totalmente prescindible, es San Martín de Tours. De origen militar, fue el obispo de Tours, asentó el cristianismo y organizó a la Iglesia en esta región. Su hecho ejemplarizante es que, yendo a caballo, le entregó la mitad de su capa a un mendigo que iba vestido con harapos un día de frío y nevada. Eso dicen las cronicas. El sacrificio de San Martín tiene, en mi opinión, el mismo mérito que tendría rasgar un chaquetón de Zara y darle la mitad a un pedigüeño en la puerta de un local comercial, ya no se ponen en la iglesias.

En los Balcanes, hace ya mucho tiempo, hubo un destacamento del ejército en Petrovec, localidad donde está el aeropuerto más cercano a Scopie, capital de Macedonia del Norte, país que entonces atendía a la denominación de Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM o FYROM, según prefiera el acrónimo en español o en inglés). Apoyaba este destacamento a otros destacamentos en Kosovo, Tetovo y a otros militares que prestaban su servicio como componentes de la EUMM (European Unión Monitoring Mission). Era Petrovec uno de los puntos de reunión para los españoles desperdigados en el norte de Macedonia, los domingos había paella de menú y muchos íbamos con compañeros de otros países para que pudiesen disfrutar de esta delicia. 

Aprovechábamos la sobremesa para ponernos al día de los acontecimientos, nuestras experiencias más o menos interesantes, nuestras diferencias con los componentes de otros países y nuestros planes de futuro. Como todos habíamos llegado a la vez, todos abandonaríamos Macedonia en un periodo determinado. Cuando llegaba el fin de nuestra rotación nos informaron y nos informamos de que había una ONG que solicitaba la ropa que no íbamos a necesitar. No se trataba de entregar uniformes más o menos gastados, sino ropa que pudiese llevar una persona necesitada. Por ese motivo entregamos la ropa de paisano que utilizamos en el invierno y que, en agosto, molestaba. Entregamos también la ropa interior que el ejército nos había dado de dotación y que no habíamos utilizado por preferir la nuestra. Figuraban como parte del ajuar algunas camisetas nuevas.

La aportación de cada uno llegó a ser de un saco de ropa nueva, hasta el saco tuvo utilidad y nuestra donación fue bienvenida y agradecida. Ninguna prenda estaba rasgada por la mitad. Pero si San Martín fue santo por haber entregado media capa a un necesitado qué serían esos militares que dieron un saco de ropa completa a otros necesitados. Sin duda militares como San Martín y considerados tan prescindibles como él.