Nuevo orden para Europa.
Desde antes del Renacimiento Europa ha sido el escenario de una pugna entre las naciones que la componen para determinar el rumbo del continente. Primero la España del siglo de oro y luego la Francia de Luis XIV. Durante el siglo XVIII se asumió que una nación sola no podía enfrentarse al resto de Europa y las guerras se realizaron entre bloques Inglaterra y Prusia lucharon juntas contra Francia, Austria y Rusia. Los pactos de familia involucraron a España y Francia en una guerra contra Inglaterra. Al comienzo del siglo XIX, Napoleón hizo temblar a Europa y del resultado de esta serie de contiendas resultó beneficiado el Reino Unido. El colonialismo del siglo XIX trasladó las rivalidades a una carrera entre las naciones por hacerse cargo de más territorios, mientras que Italia y Alemania de unificaban. Una carrera de armamentos desembocó en la Primera Guerra Mundial cuya paz fue el germen de una Segunda Guerra Mundial. Desde entonces los europeos asumieron que no se podía repetir ese horror, y se creó una unión comercial que hoy es la Unión Europea. Una explicación muy simple pero espero que sea suficiente. En la Unión Europea las rencillas entre países que han salpicado de conflictos nuestra historia común se dirimen entre conversaciones, arbitrajes y acuerdos, sólo por eso vale la pena. Por lenta y poco ineficaz que sea esta institución paquidermo.
La razón:
Los Veintisiete apoyan el rearme europeo propuesto por Von der Leyen. Mirentxu Arroqui.
Sánchez se abre ahora a acelerar el gasto militar para llegar al 2% antes de 2029. Mirentxu Arroqui.
ABC
Los líderes europeos aprueban el rearme acelerado de la UE a pesar de la oposición de Orbán. Enrique Serbeto. Sólo para suscriptores.
Sánchez asume el 2% del gasto en defensa antes de 2029 arrastrado por la UE. J. Navas.
El mundo.
Los 27 aprueban un histórico plan de Defensa para rearmar Europa pero Hungría se desmarca en el acuerdo sobre Ucrania. Daniel Viaña. Sólo suscriptores.
El Gobierno acelerará el gasto en Defensa para llegar al 2% antes de 2029. Raúl Piña y Daniel Viaña.
El País.
La UE da un paso histórico para desplegar un gran paraguas de seguridad y defensa frente a la amenaza rusa. María R. Sahuquillo. Sólo suscriptores.
El Gobierno aumentará el gasto en Defensa y alcanzará el objetivo de llegar al 2% antes de 2029. Manuel V. Gómez. Sólo suscriptores.
El Debate.
Los 27 respaldan el millonario plan de Bruselas para rearmar Europa, pero Hungría se desmarca. Aldo Gamboa.
Sánchez anuncia un «esfuerzo anticipado» para llegar al 2 % del PIB en gasto en defensa antes de 2029. Firma El Debate.
La cosa parece muy clara, la UE se va a gastar hasta 800.000 millones en mejorar su defensa. Pero hay muchas cosas que chirrían. La primera de ellas es que no hay un plazo temporal definido, se hace mención a los “próximos años”, el segundo es que parece que hay cierta unanimidad en que Rusia (o Putin) es el único enemigo, o sea que la defensa europea debe atender exclusivamente a Rusia. Pero hay otras asignaturas pendientes para los países que forman esa unión que la pondrán a prueba; los resquemores entre Grecia y Turquía, las aspiraciones marroquíes de Ceuta, Melilla y, ahora, Canarias, o la novísima intención de Trump de anexionarse Groenlandia Son materias que no se pueden dejar en el aire y deben definir el alcance de la Unión Rusia no es la única amenaza. Europa se encuentra en una encrucijada. Una vez más hace un anuncio que suscriben sus componentes y corre el peligro de que pase lo que otras veces tras el anuncio las naciones asumen el compromiso a su ritmo y a su manera. El anuncio se queda en un propósito y la credibilidad de la Unión por los suelos. No es exclusivo, ha pasado lo mismo en la OTAN. Este arranque tiene que acabar reflejado en un plan en el que se contemplen plazos, capacidades y financiación.
El eurofighter, el caza europeo, tardó veinte años en pasar del proyecto a la operación, las fragatas F-110 llevan casi diez años desarrollándose, el submarino S-80 ha tardado más de diez años en hacerse a la mar, todavía se están esperando dos o tres más, para completar la flota de submarinos faltan unos años, y el Ejército de Tierra tras más de siete años, y muchos inconvenientes, comienza a dotarse de algunos vehículos de combate Dragón.
Quiero con esto decir que el desarrollo de un programa de armamento es largo, y su producción también, si hoy compramos un avión hay que esperar de tres a cuatro años para que nos lo entreguen. Una flota tarda mucho tiempo en formarse y, teniendo en cuenta que hay que adaptarle el armamento, es posible que tarde un poco más en estar completamente operativa. Por tanto la intención de armarse no viene acompañada por la inmediatez Europa tardará por lo menos cinco años, y creo que soy optimista, en materializar ese aumento en gastos de defensa. No terminan aquí los problemas, la experiencia con la OTAN nos traslada a otros problemas que originan las operaciones combinadas. Generalmente las naciones retienen el mando operativo de sus fuerzas nacionales, esto es dónde operan, cómo operan y con qué reglas operan. Este tipo de limitaciones ha hecho que fuerzas de una coalición hayan sido testigos de matanzas. Hay tiempo para articular cómo debe de actuar una fuerza combinada europea estableciendo el compromiso que se espera de las naciones y reduciendo las limitaciones que imponen al mínimo.
Pero el punto crítico de la encrucijada europea se encuentra fundamentalmente en quién toma las decisiones. Las instituciones europeas estaban influenciadas por un eje Paris-Berlín que se ha diluido. Las naciones , con diferentes intereses causan que las decisiones sean tardías, ineficaces y descoordinadas. Es el momento de que las naciones hagan cesión de soberanía en cuanto a la responsabilidad de ciertas decisiones y de la coordinación de las acciones que impliquen. La Unión no debe proponer el esfuerzo que deben hacer sus componentes, sino aunarlo, definirlo y dirigirlo. Es necesario que la Unión Europea deje de ser el miembro número 28 de los componentes y asuma, y se le deje asumir, un papel director.
La otra alternativa es la irrelevancia que, desde otro punto de vista, tampoco es tan malo.
2 comentarios:
Darle a alguien la capacidad de decisión es un riesgo que no podemos correr. Un beso
Hemos metido la pata tantas veces....
Un saludo
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