31 marzo 2025

MAMBRÚ SE PREPARA PARA LA GUERRA

Mambrú se prepara para la guerra.

Entre el kit de supervivencia, lo que está pasando en Ucrania, las amenazas de Trump de que si colaborará en nuestra defensa o no, según lo que gastemos, las reivindicaciones de potencias extranjeras y las amenazas yihadistas deberíamos pensar que la guerra es un posibilidad. Vivimos en el absurdo de asombrarnos por el hecho de que Trump quiera incorporarse Groenlandia, incluso nos escandaliza, pero guardamos un resignado silencio cuando nuestro amigo del sur reivindica Ceuta, Melilla, Canarias y Andalucia. Haría bien Mambrú en plantearse que la guerra es una posibilidad y que nos va afectar.

Sabe Mambrú que por gritar ¡No a la guerra! ésta no se va a acabar y sabe que por neutral que uno sea, la guerra le va a afectar. No estuvo España en la guerras del siglo XX, pero si influyeron en su economía. También afectaron a España las guerras de Oriente Medio, como a todo el mundo. Hasta el propio Sánchez ha declarado que la inflación alta es culpa de la Guerra de Putin. Mambrú piensa que una cosa es ir a la guerra y otra prepararse para la misma.

Y dentro de esta preparación parece que nuestros dirigentes se lo toman en serio. Ellos preparan su guerra, libran sus batallas y arengan a sus seguidores. Las consecuencias son mayores. Si hay que ganar una batalla se gana. Los costes de la misma, por ejemplo 15.000 millones de euros condonados a una comunidad autónoma, serán pagados por todos los mambrús de España. En otra de las batallas que se libran se acaban de cargar la presunción de inocencia, la que piden para Errejón y Monedero no sirve para Alves. Y Mambrú se da cuenta que para esta guerra hay que estar mejor preparado que para la de Ucrania.

Y Mambrú debe darse cuenta que, en su insignificancia, es el que mantiene el tinglado y el que financia guerras que no ha escogido y para las que no está preparado ni le han querido preparar. Y es cuando decide formarse mejor, estar más al día, ser más escéptico y verlo todo desde un punto de vista más desapasionado. Y así se prepara para la guerra, haciendo su kit moral, intentando que esté le haga más sabio y menos dependiente de las arengas y peroratas que los dirigentes repiten hasta la saciedad.

1 comentario:

Susana Moreno dijo...

Yo creo que la guerra no es inevitable. Hay muchos intereses por medio. Un beso