05 agosto 2025

¿SERÁ NECESARIO?

¿Será necesario?


Mañana se cumplirán ochenta años del lanzamiento de la primera bomba atómica, apodada "Little Boy", sobre Hiroshima, lo que significa que la era nuclear cumplirá estos mismos años. Al tercer día de la era nuclear otra bomba, "Fat Man", fue lanzada sobre Nagasaki y al día siguiente terminó la guerra en el Pacífico. Se pregunta hoy Javier Veramendi B. en La Razón si los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki fueron necesarios. Lo ocurrido es inevitable y el planteamiento de la pregunta me parece erróneo y debería ser si el equivalente a esos bombardeos será necesario en un futuro. Es relativamente fácil opinar de lo ocurrido hace ya mucho tiempo y dar razones a favor o contra. Resulta un poco más comprometido opinar sobre el futuro, máxime cuando a uno le toca apoyar o renunciar a una acción tan drástica.

Se plantea el autor tres razones para cuestionar la necesidad de que se lanzasen las bombas:

El precio en vidas que iba a costar mantenerse en una guerra que se podía prolongar hasta 1947. Hay datos que estiman que los americanos tendrían que soportar hasta medio millón de bajas, no se valoraban las bajas japonesas. Pero la resistencia de los japoneses según se acercaban al Japón los americanos iba en aumento, era más tenaz y desesperada y la cifra de bajas por ambas partes eran, sencillamente, inaceptables.

El convencimiento, falso por otra parte, que había en que las campañas de bombardeo podían obligar a la rendición del adversario. La doctrina aérea de la época estaba influenciada por el general de artillería italiano Giulio Dohuet, en su libro "El dominio del aire" defendía que una vez lograda la superioridad aérea el poderío aéreo se tenía que emplear sobre el corazón del enemigo, esto significaba acabar con su potencial económico y social, destruir no sólo la industria y las infraestructuras, también reducir la mano de obra. Pese a los intensos bombardeos en Europa y Japón no se consiguió doblegar la capacidad de resistencia, aunque las ciudades quedasen reducidas a ruinas. No pasó tras los bombardeos de Londres, Hamburgo o Dresde, es más tras éste último los aliados llegaron a la conclusión de que no había nada que bombardear. Que se demostrase esta teoría con un arma definitiva en Hiroshima y Nagasaki era una especie de apuesta.

La tercera razón a la que se refiere era la de exhibir como advertencia la nueva arma a la Unión Soviética. De hecho el autor atribuye a la irrupción de la Unión Soviética en la guerra del Pacífico la causa de la rendición del Japón. No creo que esta fuese la razón. Stalin ya sabía de mano primero de Roosevelt y luego de Truman de la existencia e intención de usar los ingenios atómicos y la entrada en la guerra de la Unión Soviética ya estaba convenida. No podía haber sorpresas ni para uno, ni para otro.

Pero hay otras circunstancias que no se saben, por ejemplo, que el arsenal nuclear americano constaba de dos bombas, un tercer bombardeo nuclear habría llevado más tiempo. Que Hiroshima, Nagasaki y otras ciudades fueron respetadas para comprobar los efectos de las bombas. O que la primera bomba fue detonada a unos quinientos metros de altura mientras que la segunda estalló en la superficie, lo que nos lleva a cuestionar si era necesario ese trato "experimental" que se le dio a las ciudades y sus habitantes.

Pero como he dicho antes: lo pasado pasado está y no hay quien lo corrija. La pregunta es si será necesario y las consecuencias que tiene la respuesta. Qué estaremos dispuestos a hacer para que no sea necesario o qué estaremos dispuestos hacer si pensamos que es necesario. Pero no nos equivoquemos. La inhibición o la ignorancia no va a evitar los sacrificios. El hecho de ignorar o negar la guerra no significa que no exista, como el hecho de no disponer de un arsenal nuclear no implica que nos liberemos de un ataque nuclear. Desde hace tiempo que deberíamos ser conscientes que no estamos a salvo de los conflictos con todas sus consecuencias. Cada uno sabrá si será necesario. No sólo lanzar una bomba, sino empuñar un arma o alzarse contra un enemigo que puede disolver las manifestaciones a tiros.

No sé si afortunadamente o desgraciadamente pero nunca sabremos qué será necesario hasta que vivamos las circunstancias y luego... ya nos juzgarán en el futuro.      

1 comentario:

Susana Moreno dijo...

Pensaron que la bomba atómica acabaría con las guerras pero se equivocaron. Un beso