El recurso del miedo.
Hoy vivimos con una sola realidad tangible: la incertidumbre. No sabemos qué va a pasar ni, por supuesto, tenemos clara la postura que vamos a adoptar de cara a esas circunstancias que desconocemos. Cuando entramos en la oscuridad perdemos referencias, cuesta más trabajo orientarse y es necesario andar con más cuidado e ir más lento. También es más fácil ceder al pánico.
Siempre hay quien se beneficia del miedo, la persona débil suele recurrir a un abusón para que le defienda de otro abusón. Pero también es un buen cebo, un forzudo puede ofrecerse a un debilucho para protegerle de un abusón inexistente, pero posible, a cambio de un módico estipendio. El pagador se asegura de no ser agredido por abusón y forzudo. Aunque a éste último le ha otorgado un poder que puede resultar insuficiente cuando tenga que competir con otros abusones a los que utilizará para asentarse.
Los medios de comunicación son veleidosos, lo que ayer era noticia y escándalo hoy es como papel mojado comparado con la nueva noticia y el nuevo escándalo de hoy. El lector, se supone que bien informado, llega a la conclusión de que no vamos a ninguna parte y que el mundo se va a acabar recalentado por el cambio climático, que vamos a una tercera guerra mundial y que cada día somos un poco más pobres. No obstante, no paramos de mejorar, ganamos libertades aunque cada vez nos de más respeto salir a la calle, hay más limitaciones, seguridad por un lado y movilidad por otro. Incluso anunciaban cierto miedo de salir de vacaciones y dejar la casa a merced de la okupación. Las noticias incitan al miedo.
No sabemos si hay razones para ser optimistas o pesimistas, también va con el carácter de cada uno. Pero el miedo, el optimismo y el pesimismo nos invitan a ponernos en manos del abusón de turno. Los abusones han hecho del miedo su medio de vida, viven a costa de provocarlo y brindar su protección a los débiles. Basan su poder en que éstos últimos se sientan protegidos, si no es así siempre podrán cambiar de abusón.
El recurso al miedo es propio de abusones y son ellos los que manejan su mundo y compiten entre ellos. Es necesario que los ciudadanos cambiemos el miedo por la prudencia. Tenemos que entender que, entre tanta incertidumbre, debemos saber orientarnos y actuar en consecuencia. Intentar que el abusón incida en nuestra vida lo menos posible y entender que por nuestros derechos tenemos que luchar nosotros y no el matón de turno.
6 comentarios:
Nos asustan para hacernos más dèbiles. Un beso
Es un negocio más.
Un saludo
Está claro que no es por preocupación hacia el ciudadano que, al fin y al cabo, les importa un pimiento, lo que apetecen es lo que nos puedan sacar.
Me considero un lector medianamente informado y, no es que llegue a la conclusión de que no vamos a ninguna parte, es que llegó a la conclusión de que esto se desmorona. Pero no pasa ná. Seguro que mi padre tenía la misma sensación cuando murió Franco. La misma que debió tener mi abuelo cuando vio caer la República...
Matonismo aparte, pelopaja americano aparte, sin contar a los hijos de Putin o Netanjahu...lo que nos da miedo es saber que un ciclo se termina y que no entendemos el que empieza...
Saludos,
Estoy de acuerdo y ha sido de siempre y encima tenemos que estar agradecidos de que "nos protejan".
Un saludo.
Estoy de acuerdo, nos encontramos entre un ciclo que termina y uno que empieza, lo que algunos llaman un nuevo orden, y no es que los comunes no entiendan el que empieza, es que los que nos están llevando a él tampoco parece saber a donde nos llevan. Pero no se acabará el mundo, tampoco la humanidad, puede que la civilización cambie bastante.
Un saludo.
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