06 julio 2025

PONER LA MANO EN EL FUEGO

 Poner la mano en el fuego.


Parece que se ha convertido en una expresión de moda que, ahora, también implica cierto chasco. Hoy en los medios son referencias obligadas los congresos de los dos grandes partidos. En ellos todos vienen a declarar, con otras palabras, poner la mano, y las dos si es necesario, en el fuego por los compañeros del partido. Recíprocamente, la base por su líder y su líder por sus subordinados y allegados. El día menos pensado vamos a tener una barbacoa de manitas.

Posiblemente no lleguemos a ver el festín. La marcha atrás también se ha convertido en costumbre y es todo un arte la aplicación de "donde dije digo, digo Diego", aunque hacer Mutis por el foro es otra de las alternativas más usadas. El recurso al fango ya es tan inútil como pasado.

- Oiga que usted ponía la mano (¿Izquierda?) en el fuego por ese personaje preeminente del partido.

- Es que los ultras son un peligro y perdone que me vaya, es que tampoco he comido.

Desde luego los tiempos cambian y cuando se ponía la mano en el fuego por alguien era una decisión que exigía prudencia y compromiso: ibas a muerte con esa persona. El compromiso era mutuo y vinculante. Ahora parece que no es así y uno, por mucho que lo diga, no pone la mano a la lumbre ni por uno mismo. La vinculación va sólo con los cargos y el compromiso es una de tantas palabras.

Desgraciadamente queda en evidencia nuestra catadura moral como sociedad. Toleramos, cuando no justificamos, las mentiras. Preferimos ignorar los deslices de nuestros dirigentes, que no son ni amigos ni compañeros, y deseamos creernos la primera excusa tonta. Sale de nosotros ese borrego colectivo que celebra que un dirigente ponga por otro la mano en el fuego, pero entiende perfectamente que la retire no sea que se vaya a quemar. Y el borrego no se da cuenta de que, al final, la mano en el fuego es la suya, de que el dinero despilfarrado es el suyo y que mantiene el bienestar de algunos en el estado, pero no el estado del bienestar y que la distribución de la riqueza siempre empieza por los mismos.

1 comentario:

Susana Moreno dijo...

Muy buen articulo. Un beso