Un cuento de una Navidad que casi no sucede.
Nos convoca otra vez nuestra amiga Campirela, en está ocasión el tema a tratar debe estar relacionado con la Navidad y hay que desarrollar una historia en que parece que algo, mucho o todo va a salir mal pero que todo se arregle. Pensándolo un poco mejor nos pide que contemos, grande o pequeño, un
Milagro Navideño
Ahí estaba Charo, dándole vueltas al magín mientras se movía en la cocina preparando los aperitivos, se cocían los langostinos y se asaba el lechazo. Lo que era una buena escusa para mantener su soliloquio....
— No sé si habrá suficiente para todos — se decía— vienen mis padres, los de mi marido, mis hermanos, sus hijos, mi hija, “ese” y sus padres. Ciento y la madre a la mesa. Y yo aquí. ¡La esclava de todos! Ellos hablando y yo aquí sola.
— Y lo peor de todo “ese”, el que se casado o arrejuntado con mi hija.
— ¡Que he ganado un hijo! Me dijeron.
— ¡Una porra! Perdí a mi hija, que se fue de casa.
— Claro que “ese” está siempre como su sombra, que si ”no hagas esfuerzos”, que si “come bien”, que “cuidado con lo que bebes”.
— ¿Quién se ha creído que es "ese"? A mi hija la hemos enseñado muy bien y puede con cualquier cosa, siempre ha comido bien y ha bebido lo que ha querido siempre con mesura como para que ahora ese mequetrefe venga a decir a mi hija lo que tiene que hacer.
— ¡Y mi hija!. Parece atontada y le hace caso en todo. Me ha dicho que sólo va a beber agua y que tomará un poquito de cordero, que no piensa tocar el embutido ni el jamón y que los langostinos le dan arcadas solo con verlos.
— ¡Será tonta! Les ha sentado mal el matrimonio. Ellos ahí tan acaramelados y yo haciendo la cena y poniendo la mesa. Y encima “ese” ha dicho que les gustaría decir algo antes de empezar la cena.
— Me va a meter “ese” costumbres nuevas en mi Nochebuena, ¡pero si es un recién llegado como quien dice! En fin mesa puesta comida preparada, todos en su sitio y la fuente de langostinos lejos de mi hija, a ver que nos quieren decir mi niña y “ese”. Me van a oír como sea una tontería y se amargará.la Navidad aún más.
***
— ¡ Voy a tener un hijo! — Anunció su hija
— ¡Vamos a tener una hija! — Corrigió “ese”.
Charo se alegró de no haber dicho ninguna palabra de todo lo que había pensado, resultaría muy duro tragársela. Ahora estaba como petrificada, con una sonrisa y cualquiera diría que un poquito de baba se le caía por la barbilla.
Feliz Navidad a todos.
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5 comentarios:
Lo que no arregle la llegada de un nieto no lo hace nadie, jaja.
La Navidad tiene esa magia , convertir no, que no nos cae muy bien , en algo más agradable. Muchas gracias por tu participación. Un abrazo, y muy FELIZ NAVIDAD.
Que linda revelação e é tão lindo ser vovô e vovó! Adorei o conto e participação!
Que bom tudo ficou bem e o Natal aconteceu ainda com mais alegria!
FELIZ NATAL! abraços, tudo de bom,chica
Hola Campirela, muchas gracias por el comentario. En este caso la Navidad consigue que pases de suegra a abuela en ciernes. Un placer participar.
Un saludo y Feliz navidad.
Hola Chica,
Muchas gracias por el comentario. Me alegra que te haya gustado el relato, es mejor dejar las buenas noticias para Navidad.
Un saludo y feliz Navidad.
Olá Chica,
Muito obrigado pelo seu comentário. Fico feliz que tenha gostado da história; é melhor guardar as boas notícias para o Natal.
Com os melhores votos e Feliz Natal.
La mejor noticia posible. Feliz Navidad. Un beso
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