07 julio 2025

NUEVAS PRIORIDADES

Nuevas prioridades.

Perdónenme que casi repita un título, pero el artículo va de prioridades y, como no son las mismas que tratamos anteriormente, he añadido lo de nuevas. Espero que sepan perdonar este desliz. Pero estamos en un momento que no nos aclaramos. Parece que lo público es lo importante y hay cierta preferencia de nuestros dirigentes por qué la ciudadanía se decante por esta opción. Y así tenemos a nuestros padres de la patria haciendo propaganda de la enseñanza pública, apostando por las universidades públicas, elogiando la sanidad pública, promocionando el transporte público e incluso alternando con mujeres públicas. Está claro que lo público es un prioridad.

Pero parece no entenderse que lo público es también colectivo y que esto es unificador, contrario a la diversidad que resulta ser otra prioridad. Nada hay más público y colectivo que una asamblea, conferencia y parlamento, y nada más estúpido - que no diverso - que dotar a cada uno de los asistentes de un pinganillo para que uno hable como quiera cuando podría hacerse entender por todos. La estupidez se convierte en un despilfarro. Pero ahora se trata de trasladar y financiar este despropósito a la Unión Europea, es una prioridad que no beneficia ni al público ni al colectivo.

Presumimos de la segunda red de alta velocidad del mundo, pero se acumulan retrasos y suspensiones de servicios. Probablemente ha habido falta de previsión. Si el mantenimiento de un kilómetro de la red cuesta una cantidad, el mantenimiento de dos costará el doble. Ha habido líneas entre destinos nada rentables que han prestado servicio a apenas unas decenas de pasajeros, pero se han suspendido servicios y acumulado averías que han hacinado a cientos de pasajeros. Parece que todas las líneas comparten prioridad, pero que la prestación de un servicio público no resulta tan prioritario como colocar pinganillos. 

También hemos querido que nuestros trabajadores tengan más tiempo para el ocio, ha sido una prioridad de la ministra de trabajo. Gracias a esta medida hemos conseguido que los trabadores que llegaban tarde al trabajo acumulando los retrasos de los trenes de cercanías ahora pasen su tiempo libre esperando la salida de un tren en las estaciones de Atocha o Chamartín. Un despilfarro de tiempo, afortunadamente no necesitan pinganillo porque la ausencia de información es costumbre.

Y como no hay problemas que afecten seriamente a lo público es mejor atender a las redes sociales puntualmente, eso sí es prioritario, para decir lo bien que lo estamos haciendo y que no hay problemas, pero si muchos bulos y mala leche. Y para eso tampoco hacen falta pinganillos.

1 comentario:

Susana Moreno dijo...

Buen resumen. Se despilfarra en lo innecesario y falta para lo necesario. Un beso