15 junio 2025

EL MIEDO Y EL ARREPENTIMIENTO

EL MIEDO Y EL ARREPENTIMIENTO


Hoy Jorge Vilches escribe un artículo en La Razón que titula "Guerrilleros culturales: La cruzada moral para corregir el pasado (erre que erre)", comienza asegurando que "la guerra cultural existe" y que uno sus frentes es la guerra contra el pasado. Aprovecha esta aseveración para presentarnos al escritor Frank Guderi y hacer referencia a su obra comenzando por su último libro. "Guerra contra el pasado. Porqué Occidente debe luchar por su historia". Hace también referencia a otro de sus libros, "Cómo funciona el miedo. La cultura del miedo en el siglo XXI", en él se denuncia la utilización del miedo por parte de los gobiernos como medio de control y transformación de la sociedad, así se atribuye al recurso al cambio climático, con diferentes nombres; a la amenaza ultra o a una inminente invasión rusa de Europa. Cada institución encuentra su recurso al miedo.

En lo que se refiere a la guerra cultural, ésta se desarrolla en varios frentes siendo los más significativos el uso del idioma y el revisionismo histórico. Añadiría en la guerra cultural además del revisionismo habría que considerar la estereotipación de los personajes y creación de modelos a imitar. Espero que se hayan dado cuenta que los protagonistas de las películas y novelas actuales todos responden a un mismo modelo transgresor, provocativo, que se salta las normas y que sus acciones se desarrollan en el límite de la moralidad: es un malote con buen corazón que, al final, alcanza su objetivo que siempre es bueno. Un mensaje claro de que el fin justifica los medios. Aunque dentro de ese revisionismo histórico los medios no justifican el fin. Se trata de eliminar toda épica del pasado, la batalla de las Navas de Tolosa parece una derrota de la civilización, el que España, y Europa, se desangrasen en América se contempla desde lo  más negativo y se llega a la conclusión de que se empobreció a todos los pueblos sin realizar una acción civilizadora. No consideran que escritores como Hemingway, Poe, Mario Vargas Llosa, García Márquez o Borges son productos de nuestra cultura. Por supuesto que ha habido errores, pero algo se ha hecho bien.

Vivimos en una época en la que, moralmente, los beneficios son difusos y están mal vistos y un negocio sólo es bueno cuando gana una de las partes, si ganan las dos ya no es negocio es compromiso... cosas del nuevo lenguaje. Se exige el perdón por todo lo realizado y se pide perdón con cierta facilidad. Pero olvidamos con mucha frecuencia que el perdón exige arrepentimiento y propósito de enmienda, reparar lo perjudicado y prevenir que vuelva a suceder, esta semana vimos al Presidente pedir perdón hasta ocho veces ¿han apreciado arrepentimiento o propósito de enmienda? ¿es suficiente una auditoría?¿basta con decir que nunca debimos confiar en él? Que cada uno responda. Me imagino que se redoblará el recurso al miedo, hay problemas de sobra para encontrar excusas para anclarse en un poder eludiendo responsabilidades. El "nunca debimos confiar en él" conlleva una cadena de nuncas... nunca debimos confiar en Ábalos, nunca debió ser mi fiscal general, nunca debí enamorarme y nunca debí querer a mi hermano. La moral relativa de su entorno define la ética el personaje. 

Lo peor es que los ciudadanos tenemos que soportar este enroque, no hay otra opción que esperar. Una sociedad dividida es una garantía. Y está dividida por el miedo: el anuncio de deterioro de la sanidad, las pensiones, la educación y de nuevos recortes si vienen los ultras. Las previsiones catastróficas si la extrema izquierda se mantiene en el poder. El dilema, que se está convirtiendo en eterno, de quién es más corrupto. No hacen más que enfrentarnos y desplazarnos hacia uno u otro extremo del espectro político. La moderación está desapareciendo, las opiniones se exponen sin respeto y no existe el debate. No se arguyen ideas o razones, sólo insultos o acusaciones. Los ciudadanos están privados, al final, de elementos de juicio. Es un buen negocio sólo se benefician los dirigentes y los de su cuerda. 

En definitiva habría que plantearse si, a fin de cuentas, este auge ultra - si merece ese calificativo - no es más que una reacción de los que pretenden conservar su identidad. Si se dan cuenta el auge de VOX coincidió con el desarrollo de Podemos, soy de la opinión de que los ultras de un extremo propiciaron el desarrollo de ultras en el otro extremo. El que a mí me parezca, pese a todo, que VOX me parezca más centrado (en todos los sentidos) que PSOE, Sumar, Podemos y su bloque es cuestión de pareceres. No dudo que a un abertzale le parecerá que todos los demás están en posiciones radicalmente más conservadoras que las suyas, que para un nacionalista un gobierno de cualquier tendencia sea un opresor explotable.  Lo que nos divida beneficia a los que quieren explotar el miedo. Contemple las cosas a distancia y no se deje dominar por el pánico, recuerde que el correr es de cobardes y las prisas no son buenas.

Seguiré el consejo del provervio, no se si es chino o árabe, que dice siéntate a la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo. El equivalente castizo es que el tiempo pone las cosas en su sitio. La paciencia es una virtud y hay que ejercitarla.  

1 comentario:

Susana Moreno dijo...

El pasado hay que mirarlo sólo para aprender. Un beso