Información a la carta.
Los medios de prensa son cada vez es más difusores de opinión que de información. El domingo hubo una manifestación en la Plaza de España de Madrid. Es lógico que un partido político se atribuya un triunfo mientras que otro partido anuncie que ha sido un fiasco. Los que estuvieron allí fueron a manifestarse y no a contarse. Las cuentas han sido dispares los organizadores dicen que cien mil, la delegación del gobierno dice que los asistentes fueron la mitad. Trasladan los medios estas opiniones y estas cuentas a sus editoriales, una parte de la prensa anuncia un éxito en los titulares con la asistencia de cien mil personas y en letra más pequeña informan, si lo hacen, de las cifras dadas por la delegación del gobierno. La otra parte de la prensa se basa en las cifras del gobierno para comunicar en sus titulares un fiasco y en la letra más pequeña dan, si la dan, las cifras de los organizadores. Da la impresión de que la manifestación no fue cubierta por periodistas y si lo fue su trabajo consistió en estar. Da la impresión de que ninguno fue capaz de hacer su cálculo de asistentes, mejor que se lo diesen hecho. Cubrir la manifestación parece que consistió en tomar notas de los discursos que dieron y justificar el éxito o fracaso de la misma.
Dentro de la relatividad entre el éxito o fracaso, cien mil puede ser un fracaso si esperabas doscientos mil y cincuenta mil un éxito si esperabas veinticinco mil (si yo fuese del PP cien mil me parecerían pocas y si fuese del PSOE cincuenta mil demasiadas) la labor del periodista es informarme y dejarme extraer las consecuencias. ¿Fue un clamor? En muchos sitios no lo oyeron y no le hicieron caso ¿Fue un fracaso? No eran cuatro gatos sin saber que hacer lo que había en la Plaza de España. Tiene una panoplia para elegir lo que leer y llegar a las consecuencias que usted quiera llegar sin molestarse. La oferta de medios le permite estar “informado”, más bien opinado, a la carta.
Otro tanto podemos decir del proceso contra el Fiscal General del Estado, los hay que celebran el procesamiento y los hay que les subleva, palabras como prevaricación y presunción de inocencia coinciden en todas las declaraciones. De la información, opinión, trasciende si el fiscal debería o no dimitir, suponiendo la permanencia o dimisión una victoria o derrota para una facción política. ¿Es ese el centro del caso? Nadie ha planteado que lo que se está juzgando es un trato de desigualdad. A la solicitud de un trato con Hacienda, como han hecho Messi, Ronaldo o Imanol Arias por millones a una persona se le ha negado por miles por el hecho de ser pareja sentimental de una política. Y para obtener ventaja de ello se ha faltado contra la discreción debida, protección de datos que se llama. Los datos publicados, incriminatorios o no, no permiten contemplar la totalidad del caso, puede escoger el medio de comunicación adecuado a usted según crea que el fiscal debe o no dimitir y por las razones que usted crea. La información está a la carta.
Debemos ser conscientes de que la información debe limitarse a eso, a ser información, a explicarle qué, quién, cuando y donde, usted debe utilizar esta información y otra complementaria para deducir un por qué, para qué, cómo y a quién perjudica y beneficia. En el momento que le estén dando respuestas a estas preguntas ya están opinando por usted. Desgraciadamente de lo relacionado con la información lo más importante es el quién y se hace más hincapié en lo que opina que en lo que hace.
1 comentario:
Llevamos muchos años de crispación para volver atrás. Un beso
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