29 junio 2025

ORGULLO

ORGULLO.



Pues hoy me he topado con un artículo en La Razón, lo escribe Victor Lenore y lleva por título: "Orgullo gay: menos diverso de lo que parece". En este artículo denuncia el autor la imposición de cierta uniformidad de pensamiento que hace que el mundo LGTBIQ+ rechace a figuras como Pier Paolo Passolini oYukio Misima ya que sus perfiles no se ajustan a un entorno que, más que reivindicar esa amalgama de iniciales se siente profundamente antiheterosexual. Digamos que la razón de su orgullo no es la transgresión sino este sentimiento.

Partiendo de la idea de que uno es muy libre de sentirse atraído por el que quiera, amar a quien desee y sentirse como crea que debe sentirse. Hay límites, tengo tanta culpa de ser hetero como puede tenerla un homosexual por serlo: ninguna. No me hace homófobo decir que no me voy a ir a la cama con un tío que me eche los tejos y advertirle que si me los sigue lanzando dejaremos de ser amigos. No me hace putero el que una pilingui me haga una propuesta y que al decirle que no me llame maricón, que tampoco lo soy. En este caso nuestra dama de la calle estaría cometiendo un delito de odio y perdonarlo estaría dentro de lo políticamente correcto.

Nos encontramos, sobre todo en Disney, en un momento muy parecido al destape de los finales de los 70 y principios de los 80. Se trataba de que en las películas se mostrasen las tetas, en ocasiones lo exigía el guion y en ocasiones no, en realidad pocos se fijaban en las exigencias y lo cómico, trágico o dramático de la situación poco cambiaba con los pechos desnudos o vestidos. En las actuales producciones se trata de insertar una relación homosexual para dejar claro que en la película hay personajes que pertenecen al mundo LGTBIQ+ sin que este hecho tenga especial relevancia en la historia que nos cuentan. De hecho el colectivo pedía que el desenlace de la Guerra de las Galaxias terminase con un soldado y un piloto enrollados.

Tenemos que admitir, por otra parte, que el colectivo LGTBIQ+ ha pasado de la discriminación a ser un grupo de presión, que ha solicitado a Jodi Foster que salga del armario y que va sugiriendo a personajes del deporte que confiesen su identidad. Un absurdo dado que parece que sus peticiones parecen más privilegios que derechos. Y como todavía queda mucho por avanzar, no se aclaran explicando en qué, se celebra el día del orgullo que parece más un carnaval de tíos haciendo de locas y de mujeres haciendo de duras. Ya se lo comenté a mi amigo que me echaba los tejos: 

- Puedes hacer lo que quieras, yo también, así que si vas haciendo la loca yo me iré por otro lado.

- ¡Qué intolerante eres!

- Mi tolerancia permite que seamos amigos, pero no participar en la exhibición y contoneo del culo.

- Pero puedo hacerlo.

- Efectivamente como vivimos en un gran país y con una sociedad avanzada puedes hacerlo. Esa misma sociedad me permite a mi decir que no me gusta y que no voy a participar de ello.

- ¿Es que no tienes orgullo?

- Pues mira, ahora mismo la vergüenza vence al orgullo por goleada.

Y así terminó la cosa, él en su carroza y yo tomando una caña en el bar con mi mujer, tan felices y hablando de cosas más mundanas.      

1 comentario:

Susana Moreno dijo...

Una cosa es orgullo y otra exhibición. Un beso