Una verdad incómoda.
Es el título de un documental en el que el ex-vicepresidente de los Estados Unidos Al Gore prevenía al mundo del calentamiento global. Tras su fracaso en la carrera presidencial no encontró mejor alternativa que agarrarse a la causa medioambiental. Le salió bien, le concedieron el premio Nobel de la Paz por su lucha contra el cambio climático.. Una labor de conferenciante infatigable hasta que se descubrió que la defensa de medio ambiente era para el ex-vicepresidente un medio de vida y no un modo de vida. Algo que nos deja un regusto incómodo de si el prestigioso premio fue parte del bluff.
Posteriormente el galardonado fue Barack Obama, recién estrenado Presidente de los Estados Unidos, se le concedió no por lo que había hecho por la paz, sino por lo que se esperaba que hiciera por ella y, la verdad, no hizo gran cosa. El Nobel fue en este caso la concesión de un crédito no pedido con la esperanza de que el monto se invirtiese en un proyecto. Como no se invirtió, no se hizo el proyecto y el crédito acabó siendo un despilfarro.
El Nobel por la Paz es el que ha quedado vacante más veces, señal de que por la paz se trabaja poco. Nos recuerda, sobre todo, un continuo fracaso ya que la paz no se asienta y la semilla de la guerra parece que no para de sembrarse. No es un fracaso pero, a veces, peca de ingenuidad, activismo y es tendencioso hacia el conflicto y no la paz.
La concesión este año del Nobel por la Paz a María Corina Machado no ha hecho feliz a mucha gente y ha provocado descontento en muchos sectores. Un descontento que comparten los seguidores de Trump y los bolivarianos. En España, como era de esperar, hay división. La izquierda no está muy feliz, algún desnortado compara a Doña Corina con Hitler. La derecha está contenta porque la concesión del premio ha molestado a la izquierda. Entra esta concesión dentro de una acción activista que toma partido por un bando y que su valor es, más que un premio para mi admirada Corina, un castigo para régimen chavista en general y a Nicolás Maduro en particular. No sé si servirá para algo.
El descontento de Trump es lógico, se había hecho ilusiones después de intervenir, según él, en siete acuerdos de paz (admito que no los he contado), posiblemente tenga razón. Pero también se le ha olvidado la actitud belicosa que está teniendo en el Caribe, precisamente con Venezuela, y de ese ataque que lanzó sobre Irán, que no son acciones que favorezcan la paz. Tampoco es que la actitud del líder americano favorezca la concesión de cualquier premio, una cosa es trabajar para merecerlo y otra que pronunciarse y atribuírselo sean también parte de este trabajo. Trump lo necesita para afianzarse más en la presidencia y, seamos sinceros, aunque parezca que ha trabajado más por la paz que ningún otro líder se espera más de él.
También debo admitir que las concesiones habidas a los últimos premios Nobel de la Paz me han parecido un tanto arbitrarias, no deja de seguir la sensación de que este premio más que beneficiar a la paz, favorece a la polémica. Me parecen que quedan muy lejos esos tiempos en que el premio se entregaba a la Madre Teresa de Calcuta y el reconocimiento era unánime. Quizás ya no quedan personas como la santa o somos incapaces de reconocerlas... no sé que es peor.
4 comentarios:
El Nobel de la Paz es político Cirina Machado de momento no ha logrado nada. Un beso
gracias!
Ya te lo he dicho, es más un castigo a Maduro que un premio a Corina. En este año la concesión es activista.
Un salujdo
Por muchos acuerdos de paz en los que esté trabajando o haya trabajado (también dijo que iba a traer la paz a Ucrania...) solo será merecedor de ese premio si respeta los Derechos Humanos y las instituciones democráticas dentro y fuera de su país: eso y no otra cosa es lo que puede afianzarlo en la presidencia.
Además, que alguien le diga que deje de flirtear con los gobernantes más autócratas del globo, que deje al ejército tranquilo y no lo utilice como policía, que aprenda a dialogar y a negociar, que deje de gobernar EEUU como si fuera su empresa privada, que respete a la ONU, que deje de gobernar para los superricos, que muestre algo de piedad con los inmigrantes, que las redes sociales no son para eso...
Saludos,
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