28 octubre 2025

¿UN NUEVO ORDEN POLÍTICO?

 

¿Un nuevo orden político?

 


    Escribe hoy Florentino Portero un artículo en El Debate que nos debería hacer pensar, es un artículo-pregunta titulado “¿Tiene futuro la derecha tradicional?”, pero lo mismo podría haberse cambiado por izquierda tradicional, la razón por aludir a la derecha es que ha sido un centro de pensamiento (Think tank que le llaman) del Partido Popular Europeo el que se ha planteado los motivos del auge de ciertos partidos, más bien radicales, a la izquierda y derecha del espectro político que están acabando con el sistema de partidos establecido desde el final de la Segunda Guerra Mundial. El resultado del estudio, y la crítica de Don Florentino al mismo, es fundamentalmente que “Reivindican la exigencia a una vuelta a los valores cuando precisamente su ausencia es uno de los motivos por los que parte de su clientela tradicional busca alternativas bajo otras siglas. Critican la burocratización de la política europea, una fiscalidad que penaliza el emprendimiento, el desastre del mercado interior, políticas sesgadas por la ideología y la ausencia de realismo… cuando han estado detrás de buena parte de ellas. 

    Seguimos con la manía de denominar valores a los principios, los principios rigen una labor mientras que los valores no, pero es una cuestión filosófica que no viene al caso. En cierto modo lo políticamente correcto lleva a los partidos tradicionales a adoptar posturas ambiguas, a huir del “si” o el “no” y recurrir al “tal vez” que parezca “si” y “no” a la vez. Los nuevos partidos dicen las burradas lo suficientemente claras y vienen a ser coherentes con ellas, por muy burradas que sean. Los partidos tradicionales se muestran más incoherentes y parece extraño que sabiendo que “se reivindica la exigencia a una vuelta a los valores” el máximo dirigente del Partido Popular declare no estar para levantar banderas morales. Guste o no guste la gente está por seguir a las banderas morales que no se extravíen por unos derroteros tan absurdos como los seguidos, por ejemplo, por la bandera de igualdad que está derivando en una fábrica de repartir privilegios y diferencias de trato.

    Apunta también Don Florentino en que los nuevos partidos se ofrecen como una alternativa válida y capaz para solucionar de manera drástica y radical, pero solucionar, problemas endémicos y sus derivados. Se ofrecen a solucionar con unas acciones extremas y al margen de las leyes fundamentales, pero cautivan al electorado que sufre los problemas y que no diferencia lo que son promesas y lo que son cantos de sirena.que nos están llevando a quedarnos atrás.

    Pero tras toda la parafernalia de defensa de unos valores con que nos están obsequiando todos los partidos está la evidencia de cómo los defienden, practicándolos muy pocas veces. Los que venían a acabar con la casta son parte de la misma. Los que iban a acabar con la corrupción han demostrado ser también corruptos. Las alternativas no levantan banderas morales y  todos se van encerrando cada vez más en unas posturas que muchas veces no contradicen sus principios.

     Y respecto a la moral, como ya he dicho muchas veces esta viene marcada por los fines establecidos y por la conducta que se sigue ante la cuestión de si el fin justifica los medios. Cuando el poder deja de ser un medio para alcanzar un fin y se convierte en un fin en si mismo y cuando los medios que se emplean para ello son justificados por la sociedad tenemos tanto un problema ético como moral. Si los nuevos partidos pueden solucionarlo bienvenidos sean, si no pueden, pues tenemos más de lo mismo. Son los mismos perros con diferentes collares.  

1 comentario:

Susana Moreno dijo...

Yo creo que los nuevos partidos son una muleta para ayudar a los mayoritarios. No pretenden ser una alternativa. Un beso