10 octubre 2025

CUANDO LA CONCLUSIÓN DEL ARTÍCULO DICE LO CONTRARIO DEL TITULAR

Cuando la conclusión del artículo dice lo contrario del titular.

 


Parece que hay veces que el titular de una noticia se escribe para llamar la atención en vez de para introducir a una noticia. Últimamente se da mucho en los artículos de ciencia y espacio. Así tenemos ruinas de civilizaciones en Marte o inminentes cataclismos que se darán en unos millones de años. No creo que esta forma de enfocar los artículos científicos fomenten mucho el conocimiento y el amor por la ciencia.

Hoy en La Razón, Juan Scaliter nos informa que “Harvard señala las siete anomalías que apuntan a 31/ATLAS como alienígena”, leído el titular parece que el objeto del espacio no es natural sino “made in otro planeta”, se dan siete anomalías de las que tres son coincidencias. Desde luego toda anomalía precisa de una explicación antes que de una especulación. El artículo concluye que En síntesis, hay muchas cosas que aún no se pueden explicar. Pero eso no quiere decir que sea un objeto alienígena, solo que, por ahora, desconocemos las respuestas.”, lo que es cierto y deja de manifiesto que la sensatez se ha dejado para el punto final.

Y el artículo, en sí, es bueno. En mi modesta opinión arruinado por el título. Reúne los suficientes ingredientes para querer profundizar en porqué las anomalías son tales y dejar que uno busque explicaciones en otros estudios. O simplemente discurrir si las coincidencias, por poco probables que sean, se limitan a ser eso mismo - coincidencia - o, por el contrario, son producto de cálculos complejos realizados a años luz de nuestro triste planeta. No niego que la idea de una sonda de otro planeta sea atractiva. Pero ello nos debería prevenir del choque de una tecnología que nos da mil vueltas en cuanto a la predicción del movimiento de los astros y del acertado cálculo del tiempo para sincronizar un lanzamiento de un gran objeto para realizar  un viaje espacial desde una distancia de años luz para que coincida con una conjunción de planetas. Es posible que gracias a estas deducciones y coincidencias., otra de ellas es que el objeto espacial 31/ATLAS tenga casi la misma procedencia que la emisión WOW captada, hace despertar las ilusiones de que hemos provocado la curiosidad de una especie de otro planeta. Puede dar lugar a otra teoría apocalíptica de forma que antes de combatir el cambio climático, el espabilado de turno (político, por supuesto) priorice prepararse para un contacto en la tercera fase o, más trágico todavía, llame a preparar la defensa del planeta o los letrados se dispongan a preparar unas leyes y protocolos de inmigración espacial.

Pero creo que con lo que de momento sabemos, podemos asegurar que hay algo raro en ese objeto del espacio (porque no sé que palabra utilizar, si meteoro, astro o asteroide). Pero creo precipitado asegurar que sea alienígena, hay que dejar que el tiempo ponga las cosas en su sitio.

1 comentario:

Susana Moreno dijo...

La historia es curiosa pero yo no creo en el cambio climático humano. Un beso