Hispanidad
Hoy hemos celebrado el día de la Hispanidad. Como siempre, no podía ser más hispano, hay división de opiniones. Desde los que dicen que no hay mayor festividad hasta aquellos que sostienen que no hay nada que celebrar. Pocos reflexionan que en más de cinco siglos se han podido cometer muchos errores y muchos aciertos y que basándose en ellos deducirán si el saldo final es positivo o negativo. Pero creo que nos debemos quedar con lo tangible, lo que hoy es una realidad.
Y la primera realidad es que disfrutamos de una herencia común, aunque como malos hijos estemos disputando quedarnos con la mejor parte de ella y rechacemos lo que consideramos peor. Pero la primera parte de la herencia es que España se desangró en Ameríca y que nuestra historia y patrimonio se asientan en millones de pequeñas historias que vivieron los que se fueron, los que se quedaron y los que estaban allí. Durante trescientos años fueron todos súbditos del mismo rey y tan maltratados y considerados a uno u otro lado del mar.
Todo ello ha hecho que actualmente hagamos nuestras denuncias y manifestemos nuestros desacuerdos en un mismo idioma, pero que también podamos disfrutar de las obras de Rubén Darío, Cortázar, Vargas-Llosa, García Márquez o Neruda y que me perdonen los muchos otros que no cito. Sólo por ello tenemos algo por lo que estar orgullosos. Hay una Leyenda Negra falsa contrarrestada por una Leyenda Rosa actual, ambas deben ser leídas y contempladas desde una perspectiva adecuada. Trasladándonos al presente podemos compararlo en el género de películas del Oeste, de las glorias iniciales de las primeras películas iniciales (su Leyenda Rosa) ahora descubrimos un revisionismo que resta de toda épica a la conquista del Oeste (su Leyenda Negra). En nuestro caso preferimos fiarnos de “Ines del alma mía” de Isabel Allende que de “La Araucana” de Alonso de Ercilla.
Creo que el día de la Hispanidad ha tenido su colofón en el desfile realizado hoy. Como era de esperar el acto ha tenido sus más y sus menos. Creo que es positivo la asistencia del público y la presencia. Incompleta, de autoridades. Pero citaría tres hechos negativos.
El primero, el comportamiento de Pedro Sánchez, da la impresión de que ha estado escondido hasta que el Rey estuviese muy próximo, como buscando compartir posibles abucheos hacia su persona y los vítores al Rey. Nada más que comentar, el sabrá si puede pisar las calles o no.
El segundo, y sigue siendo mi opinión, son los abucheos al Presidente del Gobierno. Por mucho que se los merezca lo considero una falta de educación. Por bajo que caiga una persona, la sociedad no debe caer tan bajo. Tan cerril son los aplausos desaforados que recibe de sus acólitos como los pitidos.emitidos por sus detractores. Creo que hay otras maneras de manifestar su descontento,que, por otra parte, no ignora. La afluencia de banderas de España y manifestar el apoyo hacia otras personas que no sean él es manifestación suficiente del disgusto que provoca.
El tercero creo que son las ausencias, que muchas de ellas equivalen a inhibirse, cuando no negar, una hispanidad. Como si no hubiese vascos en América o como si no hubiera habido vascos en la conquista y exploraciones por el mundo. También debo señalar que la ausencia de Santiago Abascal le coloca en esta ocasión en el lado equivocado-
En fin, que en el día de hoy, como en más de quinientos años, se han cometido muchos errores y muchos aciertos. Así es pertenecer a la Hispanidad..
No hay comentarios:
Publicar un comentario