Levando anclas.
Anteayer se ordenó que el Buque a Acción Marítima (BAM) Furor partiese de la Base Naval de Cartagena para hacer labores de escolta de la Flotilla de la Libertad que porta ayuda humanitaria a Gaza, ayer se hacía la nave a la mar y hoy se publican las opiniones sobre las noticias anteriores con el denominador común de que dicha decisión es una cortina humo, una distracción, de los problemas judiciales a los que está sometido el entorno del Presidente.
ABC publica en su editorial que “Sánchez juega con la Armada”, recalcando que envía al barco a escoltar sin la aquiescencia parlamentaria y sin siquiera consultarlo en el Consejo de ministros (como que alguno le dijera en éste ámbito que no), En La Razón Jorge Fernández Díaz nos habla de “La Armada al servicio de la flotilla de Ada Colau” en un artículo en que se tocan muchos asuntos pero con respecto a la intervención del BAM se hace una serie de cuestiones relacionadas con el ¿Que pasará si...?El País no da opinión pero Belén Domínguez Cebrián nos informa que “Zarpa desde Cartagena el buque de guerra que asistirá a la flotilla de Gaza en caso de agresión” y nos hace una descripción de la situación actual concluyendo que el Furor tiene pendiente recibir unas reglas de enfrentamiento (ROEs por sus siglas en inglés) que indiquen cómo proceder en caso de que sea necesario entrar en acción. El Debate publica dos artículos relacionados, uno en el que Carmen de Carlos nos explica que “Meloni y Sánchez: diferentes formas de entender el rumbo peligroso de la `flotilla´ de Gaza” en el que describe las diferentes posturas de la dirigente italiana y el presidente español, más bien parece que la italiana ha enviado los barcos a vigilar más que a escoltar, en otro artículo Daniel Llagüerri hace mención a las declaraciones de los invitados al programa de tertulia Horizonte que resume en “General Dávila:`Hay indignación perplejidad y cabreo en la Armada por el envío del buque de guerra con la flotilla de Gaza´”.
La verdad es que el envío español es de menos entidad que el italiano, una fragata son palabras mayores, pero la posición de España es más activista que la italiana. Melloni no apoya a la flotilla y recomienda que termine su singladura en Creta. El equivalente a “puede usted manifestarse pero no llegue a La Moncloa”, la postura española es la de llegue usted al final, yo lo acompaño hasta la puerta. Me da la impresión de que es decir al policía que vigila una manifestación que sujete una pancarta. Dicen que el BAM no se mezclará con la flotilla-manifestación y que mantendrá una distancia de contacto radar, que me imagino se reducirá si alguno de los componentes precisa ayuda sanitaria. No obstante, en el caso español esta escolta, ya sea de protección o vigilancia, llega tarde, lo normal es que este servicio se haga en las zonas marítimas que afecten a España, es lógico que Italia preste este servicio y que al él se sumen más tarde embarcaciones griegas. Algunos países controlan lo que pasa en sus aguas.
La mayoría de los análisis se orientan a que Sánchez se está refugiando en la política exterior para obtener la fortaleza que le falta dentro de casa intentando alcanzar un estatus de figura internacional haciendo el papel de salvador de las causas justas sin entender la relatividad del término. El caso es que saca pecho enviando un BAM a escoltar a los activistas embarcados, no sabemos en qué van a consistir las labores de escolta, ni podemos predecir cómo va a actuar. No sabemos y, probablemente, nunca sabremos la órdenes que ha recibido el capitán del buque, aunque me imagino que habrá una línea abierta entre el Estado Mayor de la Armada y el barco que garantizará el absoluto control de lo que pase o deje de pasar. Es una de esas ocasiones en que un comandante acaba de almirante o de grumete ¡Buena suerte! La necesitará, que es lo mismo que decir la necesitaremos.
Pero creo que los analistas dejan de contemplar la situación en espacio y tiempo. Y no analizan la gran incoherencia que se está cometiendo, y esto no es un desatino carácter nacional, por el hecho de que no hace mucho tiempo nuestro Presidente ante una emergencia declaró el famoso “Si necesitan ayuda que la pidan” y tardaron cuatro días en ser movilizadas las Fuerzas Armadas para prestar sus servicios en Valencia. También ha habido problemas este verano con los incendios forestales, la verdad es que no había tantos medios para prestar la ayuda necesaria y menos la solicitada. El caso es que ahora el Gobierno presta una ayuda no requerida en el lado más lejano del Mediterráneo. Algo extraño debe pasar cuando el Presidente del Gobierno español tiene la disposición de ayudar en lo que afecta a Gaza y esperar a que le pidan ayuda tras un desastre en Valencia que es España. Hay algo que no funciona bien en la España de las autonomías...
De todo ello llego a una conclusión se hace política pero no gestión, me creo que la única orden clara que va a recibir el capitán del barco es la de “quédate por ahí”.
4 comentarios:
Son actitudes hipócritas de las que tantos ejemplos nos dan nuestros políticos un día sí y otro también, sobre todo cuando se comparan situaciones como las que propones entre la DANA y la flotilla que va hacia Gaza.
Sobra dinero para algunas cosas y falta para otras. Un beso
En mi opinión no es cuestión de dinero, sino de disposición.
Un saludo
Efectivamente, son actitudes hipócritas que se ven favorecidas por un sistema de competencias en que las responsabilidades sediluyen y en el que siempre hay excusas para justificar lo que se hace o no se hace.
Un saludo.
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