La ley de Murphy (III)
En la sociedad.
¿A usted le sale todo bien? Si la respuesta es sí nos encontramos en un caso raro.
¿Su equipo de trabajo va como una seda?¿Su grupo de whatsapp es una balsa de agua?¿No tiene problemas familiares? Si alguna de las respuestas es sí plantéese si su labor en el trabajo es realmente importante, si en su grupo de "amigos" hay variedad de opinión o si su familia es normal. La ley de Murphy funciona en nuestra vida y en la de los que nos rodean.
Nuestro primer amor, que va a ser eterno, dura en el mejor de los casos unos meses. Se tuerce, uno de los amantes se cansa del otro, uno de los amantes descubre los defectos del otro y siempre aparece esa manía insoportable en uno de los dos, cuando no en los dos.
Tanto en pareja, como en grupo, como en todos los que nos rodean, si algo puede ir mal irá mal. Puede ser suavizado y podemos asegurar que pueden surgir problemas, pero dentro de esa aseveración también tenemos la seguridad de que no son insalvables.
Hay muchas variables, al menos una por persona, para que un proyecto de diseño social vaya bien, demasiadas cosas que pueden ir mal. Las sociedades atienden más a una evolución con independencia de un proyecto, ningún dirigente puede evitar la tentación de diseñar una sociedad, siempre será un intento vano. Los ciudadanos están sujetos a modas y sometidos a propaganda, pero siempre queda en ellos un rescolde de libre albedrío que les llevará a ser vegetarianos o carnívoros, a que gusten o no de las corridas de toros, o a que se enganchen a cualquiera de las drogas que nos rodean. A poco que reflexionemos resulta que son los dirigentes los que reaccionan a la evolución social acelerándola o retrasándola... y aún así las previsiones fallan.
Y es que cada persona, que viene a ser cada una de las piezas que forma la sociedad, es anormalmente normal. No hay una uniformidad de comportamiento o de opinión. Si la sociedad en conjunto tiene algo parecido a un plan, cada uno supone una anomalía en el mismo, algo que puede ir mal.
2 comentarios:
Afortunadamente. Un beso
De vez en cuando hay que ser optimista.
Un saludo
Publicar un comentario