La amistades peligrosas.
Me ha sorprendido leer en La razón un artículo que firma Guillermo Sebastiá y que se titula “La región que planea invadir China: es una de las zonas más codiciadas del mundo”, El encabezamiento llama la atención:” Según los expertos, podría ser el inicio de una escalada entre dos potencias nucleares que hasta ahora han actuado como aliadas estratégicas”. Es un artículo adivinanza ya que hasta mitad de artículo no se cita el nombre de la región y esta región resulta ser el Ártico, que según mis estudios era un océano, puede existir la costa ártica, incluso un teatro de operaciones ártico y me imagino que podía referirse a esto por región ártica. También me plantearía y me gustaría saber qué expertos suscriben que puede haber una escala entre estas dos naciones.
Toda vez que ya hay un acuerdo entre ambas naciones para que ciudadanos chinos puedan asentarse al norte del río Amur. Me ha recordado el artículo a cuando tuvimos que hacer tres novatos alumnos en la academia un trabajo sobre teatros de operaciones, dividieron los teatros entre los alumnos y quedó un resto de tres , sortearon qué tres serían y en vez de un teatro nos dijeron que analizásemos a la China de los ochenta, de ello hace más de cuarenta años. Nuestra conclusión tras cien páginas de análisis era que China seguiría una estrategia encaminada a afianzar su fachada al Pacífico y aumentarla en lo posible.
Con el calentamiento global el Ártico puede convertirse en una liena de comunicaciones entre el Atlántico y el Pacífico que podría elimina los cuellos de botella que suponen el Canal de Panamá y el de Suez, así como el estrecho de Malaca, y Ormuz, un control de estos cuatro puntos condicionaría las rutas de comercio chinas. También avisábamos en nuestro estudio que China encontraría problemas logísticos para mantener una campaña con un ejército muy numeroso que en caso de movilización podría sobrepasar los diez millones de personas (se estima que una movilización general puede militarizar hasta un diez por ciento de la población). En cuarenta años la capacidad de las Fuerzas Armadas chinas ha aumentado significativamente, pero no son todavía unas fuerzas globales que puedan operar en cualquier parte del mundo como pueden ser las de Estados Unidos. Hoy por hoy la expansión china es en el ámbito económico y, además, amigable y sin poner condiciones políticas, no se mete en los problemas internos de ninguna nación, solo trata con el gobierno o con el que manda. De forma que con esta amigabilidad China está montando lo que se ha dado por denominar “la ruta de la seda” que viene a ser su red comercial, no quepa duda que también tendrá un carácter político, como complemento de esta red ya tiene asegurada la presencia de puertos en el Ártico, así que escalada porque Rusia está debilitada y es vulnerable debido a la guerra con Ucrania, no parece una realidad.
Es aventurado asegurar que Rusia está debilitada cuando su arsenal nuclear sigue intacto. Este arsenal no asegura que Rusia gane una guerra pero siempre podrá poner condiciones para una paz, algo que a una potencia no nuclear le resultaría imposible. Rusia no está indefensa y, de momento encuentra el apoyo de China. No hay amigos en relaciones internacionales, hay intereses comunes y cuando China y Rusia dejen de tenerlos se tendrán que enfrentar al dilema de crearse nuevos intereses compartidos o ponerse cara de perro.
No obstante hay un punto de fricción al norte del río Amur, me atrevería decir que será notorio en unos treinta años si dos generaciones de chinos nacidos en Rusia no se consideran rusos. Hay posibilidades ya que China se considera, más que una nación, una civilización. Rusia puede entonces encontrar al norte del Amur el mismo problema que encontró México en Tejas, más norteamericanos que mexicanos que querían que su tierra fuera parte de los Estados Unidos. O sea, que la es más probable que la escalada no sea debida al Ártico sino unas tierras casi vacías al norte de China que poco a poco se están llenando de chinos.
Considérenlo como una adenda a un trabajo de hace más de cuarenta años y que, seguramente, no pueda comprobar
2 comentarios:
La población influencia mucho, como los prorusos de Ucrania. Un beso
Ya sabemos que las estrategias de China van a largo, como mucho, a medio plazo, se lo toman con calma y muchas veces son conscientes de que no van a ver los resultados de las decisiones que toman, sino que lo hará la siguiente generación, así que la hipótesis que planteas, no es descabellada. Ellos dejan pasar el tiempo y ya veremos.
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