Otro desastre.
Como si no hubiese cosas por las que preocuparse hoy en El Debate Rubén Prieto nos informa sobre "Los motivos por los que el polo norte magnético se está moviendo a una velocidad preocupante", enlaza este artículo con otro del mismo autor publicado en otra fecha que se titula "Un astrofísico avisa sobre el fenómeno que registrará la Tierra en las próximas horas: «La causa no se explica»". El primer artículo hace referencia al desplazamiento del polo norte magnético a una velocidad actual de entre 50 y 60 kilómetros al año y aunque nos dice que éste fenómeno ya ha ocurrido otras veces, unas doscientas en los últimos ochenta y tres millones de años, no nos da los motivos que anuncia en el titular, sólo nos dice que los científicos no se lo explican. El segundo artículo nos advierte de que la Tierra gira cada vez más rápido, se supone que las causas están motivadas por el movimiento de las placas tectónicas, a distintos fenómenos medioambientales, a la interacción gravitatoria con la luna y deshielo de los casquetes polares. Aunque los científicos creen que es algo interno al planeta, la causa de esta aceleración es inexplicable. El caso es que el 5 de julio de 2024 el día fue 1,66 milisegundos más corto. Lo de las próximas horas se explica en la proximidad de la luna a la Tierra y la fecha en que se escribe el artículo, 7 de julio, en que estará más cerca de la Tierra. ¿Pero no quedamos en que se desconocían las causas?
En fin, hay veces que la necesidad obliga y a Rubén Prieto le han dado los artículos científicos que podrían catalogarse en fututos e inexplicables desastres.
Hace tiempo que se sabía que nuestro planeta tiene tres movimientos:
- Rotación, alrededor de si mismo.
- Cabeceo o Nutación, el eje de la rotación está sometido a, lo que podríamos llamar, bamboleos.
También se sabía que los polos magnéticos, no sólo el norte, se desplazaban por lo que la declinación (diferencia ente el rumbo para arribar a los polos geográficos y magnéticos) variaba cada cierto tiempo. Algo que los científicos ya sabían y se han encargado de publicar, demostrar y, algunas veces, explicarlo. No siempre es posible, la humanidad está recién llegada a este mundo y no podemos pretender desvelar todos sus secretos de millones de años en unas pocas décadas.
No deja de sorprenderme lo cenizo que hay en estos artículos de ciencia, ya que si no es el fin del mundo hay un desastre inevitable que ocurrirá dentro de unos millones de años, como que se raje el continente africano, la posibilidad de que un pedrusco nos dé en la crisma, o que nos quedemos sin actividad magnética con todas las consecuencias para la orientación. Lo de la aceleración de la Tierra no es tan grave, basta con añadir un objetivo de desarrollo sostenible en la Agenda 2030 consistente en caminar hacia el oeste una hora al día para frenar la aceleración. Un hecho que convertía a la canción de los Pet Shop Boys "Go West" en premonitoria. No dejan de dar estos artículos la sensación de que vivimos en la cuerda floja sin darnos a entender que estamos en un planeta y un universo vivos que tienen unos tiempos muy diferentes a los nuestros.
Es un consuelo que la aceleración de la Tierra, que las mudanzas del polo norte (y el sur) magnético y geográficos y que el asteroide que caiga sobre nuestras cabezas no sean culpa mía, como parece que lo es el calentamiento global. La humanidad, pese a lo que digan muchos, puede declararse inocente de los movimientos y eventos del cosmos. Bastante tiene con sus limitaciones para resolver los conflictos que ella provoca.
Pero cuando leo estos artículos maldigo mi mala suerte, que después de ochenta millones de años se acelere el movimiento de los polos, que se acelere la rotación de la Tierra y que me pueda caer un meteorito y que ahora se empiece a desgajar África y me parece una confabulación del universo contra mi persona. Aunque hay una explicación más sencilla: soy gafe.
En este caso todo es culpa mía, pero sin intención.
2 comentarios:
Cualquier cambio en la Tierra tarda miles de años. No lo veremos. Un beso
Sin embargo me inquieta que dentro de 250 millones de años haya un mar nuevo. No sé si tendré pelo para entonces.
Un saludo
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