EL SANTÍSIMA TRINIDAD

El Santísima Trinidad representa el canto de cisne de España como potencia, el único buque de cuatro puentes que ha habido y armado con 132 cañones. Don Benito Pérez Galdós lo llamó el Escorial de los Mares y era, sin lugar a dudas, el navío más poderoso fletado durante la revitalización de la flota de guerra que se llevó a cabo durante los reinados de Fernando VI y su hermanastro Carlos III.
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Construido en los astilleros de La Habana, originalmente tenía tres puentes, se le añadió un cuarto puente que si dio prestigio a la armada no aumento signifocativamente su poderío, Por el contrario su gran tamaño hacía de él un barco difícil de gobernar y una deseable presa durante la decadencia de nuestro país durante el reinado de Carlos IV.

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Su peso, unas cuatro mil toneladas, hacía que en condiciones de mala mar las portezuelas del puente más bajo tuviesen que estar cerradas para evitar que se inundase. Pese a todo no dejaba de tener un gran porte y hacer que cualquiera de los marinos de la flota desease formar parte de su tripulación.

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Como representante del declive del poderío hispano su andadura terminó con la última acción marítima de España como potencia. En la batalla de Trafalgar, mandado por Cisneros, formó al lado del buque insignia francés, el Bucentaure. Ambos navíos fueron el objetivo de Nelson que atacó a la línea combinada en donde estaban ambos barcos. Tras sufrir gran daño fue apresado y represado posteriormente por los tripulantes supervivientes cuando era remolcado a Gibraltar. Pese a todo, tras el gran daño sufrido en la batalla, no pudo soportar el temporal y se fue a pique hundiéndose con el los heróicos marinos que habían luchado en la batalla y liberado lo que qudaba del barco.

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Con el Santísima Trinidad se hundió lo mejor de la flota española, los buques que quedaron nunca pudieron ser rearmados y preparados para ser una escudra digna de tal nombre debido a las penurias económicas. España había dejado de ser poderosa y parecía un castillo de naipes a merced de Francia en Europa y del Inglaterra en América. El fin del imperio era cuestión de muy poco tiempo.

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