21 marzo 2016

DESCONTENTO, PREOCUPACIÓN, DECEPCIÓN Y DESACUERDO.

Hoy me ha dado tiempo a explayarme en la lectura, tanto que he incluido al ABC.es en los períodicos del día. Generalmente comienzo por elpais.com y, según el tiempo de que disponga, sigo con elmundo.es. Como no estoy suscrito a ninguno de ellos, leo lo que me dejan que, en todo caso, es bastante. Lo que más me gusta son las páginas de opinión, más que nada por que en ellas la propaganda de cada medio resulta más lógica, pero tan descara como en los titulares. Hoy lunes los diarios se fijan en la crisis de los refugiados, en el contexto internacional, y en la falta de un acuerdo político en el ámbito nacional. 

Los artículos que me gustaría poner de ejemplo son los siguientes: la columna de Almudena Grandes, que lleva por título "Denarios" y está dedicada al tema de los refugiados, se muestra descontenta con la actitud de los países europeos ante la crisis migratoria, el segundo artículo se titula "El limbo del Pireo" y está firmado por Joaquín Estefanía y en el se muestra preocupado por la situación de los emigrantes que no están contemplados en el tratado entre la unión Europea y Turquía; el tercero se publica en la editorial de elmundo.es con un largo nombre "Sánchez intenta un pacto contra natura y sigue ignorando al PP", en él queda claro la decepción por la falta de calidad de nuestros líderes políticos; y por último me gustaría mencionar el artículo "El amor en tiempos de podemos" firmado por David Jiménez, en el que se mencionan los desacuerdos internos como algo que está acabando con un partido lleno de contradicciones.

A estas alturas, alguien se preguntará a dónde quiero llegar y es que, dentro de lo políticamente correcto, descontento, preocupación, decepción y desacuerdo con una situación son los únicos factores que pueden articular cierta unión entre los españoles, esta unión es, por supuesto efímera. Intentaré poner un ejemplo: UPy D nació del descontento de los socialistas por la política ante los nacionalismos de Rodriguez Zapatero y tuvo una existencia de excaso peso mientras perduró el socialismo propuganado por sus sucesores; los pocos representantes que tenían dejaron patentes sus divisiones cuando se trató de concretar algo que no fuese rechazo,

Y ese es el mal endémico español, somos capaces en ponernos de acuerdo en lo que no nos gusta, pero incapaces de articular una solución a los problemas en que todos estemos conformes. Presumimos de diálogo (algunos incluso de talante), pero el acuerdo es parte del diálogo. Las conversaciones continuas para imponer una voluntad son cháchara. Creo que hoy por hoy, queda patente el inmovilismo de nuestros representantes y que en esta ocasión, el que ellos esté sentados en el Congreso son más muestra de nuestra equivocación que de su falta de talento.

Dentro de ese desacuerdo con la situación puede más acabar con lo que hay, destrucción, que ponerse de acuerdo en lo que debe de haber, evolución. En este sentido el acabar con el bipartidismo está demostrando la ineficacia del multipartidismo... es más, seguimos limitando el mundo político a izquierdas y derechas, como si la política siguiera siendo cosa de dos.


13 marzo 2016

LA CLAVE DE UNA CRISIS: EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS

El primer signo de la corrupción en una sociedad que todavía está viva es el fin justifica los medios. (Georges Bernanos)Lo he dicho muchas veces. La crisis que atravesamos es más moral que económica, esta falta de moralidad en lo personal y de ética en lo social es cada día más patente. La corrupción en todos los niveles aparece diariamente en los medios de comunicación, ya sea en diferentes formas de mordida, soborno, fraude o nepotismo, convive con nosotros. Podemos decir aquello de que "el que esté libre de pecado que tire la primera piedra"; pero todos se han liado a pedradas, nadie ha sido el primero en corronperse y nadie se ha corronpido tanto como los demás. Discúlpenme la expresión, pero creo que es el mejor ejemplo, diciendo que el otro se ha cagado más que yo, hemos dejado lleno de mierda el patio... pero aquí, como siempre no pasa nada.

Esta crisis de valores se debe, en mi opinión, más que a la situación económica a la educación que hemos ido adquiriendo y a la cultura que nos ha ido impregnando. Digo educación primero por lo equivocado concepto que tenemos del papel de educador, en ocasiones pensamos que el sistema educativo es un ente ajeno a los padres, que los los educadores son los profesores y no los padres, en acasiones pensamos además que nuestro papel más que el de padre es el de colega y ahí agravamos más el error. los profesores son mentores y deben reforzar la educación que demos los padres. Pensamos que el fracaso escolar es culpa del sistema educativo y no alcanzamos a entender que los padres también somos parte de ese fracaso. como dice Manuel Vicent en su columna de el pais.com titulada "Batallas", "la idea de que tu padre se enfrentara al en tu defensa al maestro, al párroco, al alcalde o al policía era impensable", hoy es cotidiana, la defensa de los hijos es sagrada, su formación es algo secundario y aplazado.

Y digo cultura porque también somos esclavoss de ella, diganme que principios transmiten las películas de cine, las novelas actuales o los programas de televisión actuales. Por favor, indíqueme algún ejemplo a seguir desde 1950 hasta ahora, pero no el suyo, no su ídolo; alguien que cualquiera pueda, con independencia de su ideología, pueda estar de acuerdo que es un ejemplo a seguir. No diré que no los haya, pero creo que todos pondríamos algún pero...

Pero creo que la crisis tiene solución y que ésta está en manos de las personas, en que cada uno ponga su grano de arena, en que cada uno sepa sacrificarse... pero eso es algo de antes, los que han sufrido la mala educación y la mala cultura, porque han vivido con ellas desde que nacieron, ya han cogido el relevo.


04 marzo 2016

CARTA AL GENERAL JULIO RODRIGUEZ


Mi general, creo que fue tratado de forma injusta. Aunque no comparta su decisión, creo que ha sido un militar de los pies a la cabeza y que su paso a la política no debió nunca de sancionarse como una licencia con deshonor.


Pero hoy me sorprende su silencio, y siento que sea cómplice y significativo, siento que ese silencio pueda significar que comparte la opinión de Pablo Iglesias y que esté convencido, como su jefe, de que Arnaldo Otegi, haya podido estar encarcelado por sus ideas y no por sus hechos: los asesinatos de los que eran tus compañeros han sido jaleados y justificados por ese energúmeno. Fue condenado por colaborar con esos asesinos, no por sus ideas.

Que su silencio cómplice no haya esclarecido que Pablo Iglesias no ha acertado con esas palabras, le ha hecho traicionar su pasado, del que debería estar orgulloso. Pero no es lo peor, Ese silencio demuestra o que ahora está equivocado o que ha vivido equivocado. No le envidio por ello, Es triste haber llegado a la cúspide de una carrera para descubrir que ha sido una farsa.

Pero lo más triste, lo que es verdaderamente demoledor, es que muchas de las víctimas son sus compañeros, que fallecieron debido a las ideas de ese impresentable sin que a nadie (y ahora usted está entre ese nadie) parezca importarle que hayan costado muchas vidas.