LA VERDAD DEL BARQUERO

Hoy el señor Peces-Barba deja caer en las páginas de opinión de elpais.com un artículo titulado "Un balance electoral y algunas ideas", en él intenta explicar el nuevo panorama que se presenta en la vida política y social española: ni una palabra contra los nacionalistas, algunas reprimendas a los indignados, reproches para el PP y justificaciones para el PSOE. Intentando decir que el panorama ha cambiado resulta que todo sigue igual. O sea que, independientemente de la situación, mantenemos los mismos argumentos.

La verdad es que el presidente ha demostrado lo mismo que durante siete años y medio, ser incapaz de aglutinar a las fuerzas políticas en un proyecto nacional. También es cierto que la oposición ha demostrado más cainismo que construcción y ser más enemiga del partido en el poder que leal a los españoles que dice defender. Ambos han demostrado ser más proclives a la negociación con los nacionalistas que con los que se deben interesar por el estado global. Ha nacido una corriente social, los indignados - en mi opinión corifeos de IU - que hacen tambalearse el cumplimiento de ciertas leyes, ya que ponen en duda la reprensentatividad de los votados, se atribuyen el conocimiento de lo que es la democracia real y creen que la mejor manera de llegar a unos objetivos es la coacción. El germen del totalitarismo está sembrado.

Aunque todos dicen que es un movimiento a tener en cuenta, que no es una moda, ninguna de sus propuestas se ha tenido en cuenta ni está siendo sometida a un debate. Y creanme que es urgente anular esa norma que dice que cuando un banco se queda con tu piso todavía debes seguir pagando un préstamo. Creo que el riesgo de un préstamos debe ser asumido por el deudor y el acreedor, ambos deben tener claro en la empresa que emprenden.

Y es que los políticos se muestran incapaces de asimilar tanto las victorias como las derrotas, ignoran que la vocación de un político debe ser la gestión de una nación y el bienestar de la sociedad, por contra siguen viviendo su particular guerra de bandas.

SUITTE ESPAÑOLA

Por más noticias que leo últimamente no logro animarme. Me da la impresión de vivir en una España nominal, una nación que vive en un equilibrio inestable entre tendencias económicas, políticas, aspiraciones y personalismos. Algo parecido a una caída controlada, algo que está lejos de ser una travesía gobernable. En medio de una deuda los nacionalismos sobornan a un presidente que, lejos de encontrar ayuda en otros españoles, obtienen beneficios que robustecen sus aspiraciones.

España se desarma entre acusaciones que cada vez nos salen más caras a los votantes, España es cada vez menos patria y más mercado, España no ilusiona, por contra nos acercamos cada vez más a la afirmación de Unamuno: "Me duele España".

Y los españoles, que somos los que tenemos que hacer España, cada vez somos más exprimidos e ignorados por políticos e indignados. Cada vez somos más pobres para hacer a los nacionalistas menos españoles y para mantener un estatus del que sólo se benefician los mismos.

ANDANZAS DE REQUEJO EN LAS TIERRAS DE ZAPATERO

Soy consciente de que he estado algún tiempo por ahí.

Me encontré con un internet diferente: iba dando una vuelta y me descubrí mirando con curiosidad un escaparate, se me antojó que lo que estaba viendo era como la portada de la página web de una tienda que exponía al público de la forma más atractiva lo mejor de su género. Mi paseo prosiguió y el mundo que me rodeaba me parecía una traslación del mundo virtual. Diferentes lugares de chateo que se llaman bares ó cafeterías, más escaparates, exposiciones incluso algún músico, en algunas ocasiones bueno. El mundo real no difiere en gran cosa del virtual.

Pero el virtual consuela más, resulta más fácil hablar desde la distancia, si das tu opinión a través del teclado nadie lo tomaría como una intromisión y posiblemente nadie estuviese dispuesto a compartir una caña de cerveza o el vermuth con un desconocido que contrastase opiniones. Va a resultar que va a ser más fácil hacer amigos a través de un monitor que en una sala de exposiciones, donde sabes que los visitantes han acudido al mismo reclamo y que posiblemente compartirán los mismos gustos. Sin embargo no cruzamos una palabra con ellos. Más tarde acudimos a nuestro blog, ponemos una foto de lo que más nos ha gustado y decimos "Yo estuve allí...", poco más tarde alguien nos dice "yo también lo ví", y comprobamos que hay como un "nexo" entre nosotros.

Pero luego nos damos cuenta que el nexo virtual y placentero en la red en la vida real corresponde a una persona con cara de vinagre que se interpuso entre un servidor y el objeto de su consideración, o es aquella persona que me afeó que me acercase tanto dado que no le dejaba ver.

Y luego me descubro en el blog dando unas recomendaciones para apreciar mejor algo que luego, en el terreno, no encuentro valor para decir. Así que me pareció que tenía que salir del refugio del mundo virtual.

Vuelvo con otro ánimo, todos los días he escrito algo en un cuaderno, pero a mano y con plumilla. Puedo decir que he mejorado, no mucho, mi caligrafía. Y también puedo decir, con cierto orgullo, que he compartido estas reflexiones en el mundo real antes que en este blog.

LA HISTORIA Y LOS CUENTOS

He leído la columna de opinión de Alfonso Ussía en larazón.es, se titula "República en TVE" y, en mi humilde opinión todo lo que en ella se dice es cierto. Pero no me gustaría hablar tanto de la fracasada república como del hecho de lo intangible de la historia.

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Y es que la historia son hechos, las razones de estos hechos y sus consecuencias empiezan a involucrar, con más o menos fuerza, a la opinión y aquí empiezan los cuentos. De esta forma podemos contar la historia de la República de una manera muy simple:

En 1931 los partidos republicanos ganaron unas elecciones municipales, El Rey Alfonso XIII se fue. Las eleccciones fueron ganadas por partidos de izquierdas. en 1934 las derechas ganaron las elecciones, hubo una revuelta en Asturias y un intento de secesión en Cataluña, el clima social se deterioró. En 1936 la izquierda ganó las elecciones, el clima social se deterioró aún más, hubo un intento de golpe de estado que desembocó en una guerra incivil. En 1939 ganaron los rebeldes y se acabó la república.

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Y lo demás son cuentos, que no historias. Las opiniones tienden a hacer de la República algo idealizado que pudo y debió ser, pero que no lo fue. Las opiniones tienden a convencerse de que los problemas se solucionan cambiando una bandera y proclamando un régimen. También son las opiniones las que idealizan un régimen con la explicación de que evitó una revolución y olvidan el hecho de que se perpetuó cuarenta años.

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Hoy, algunas mentes pensantes y en, mi opinión, fanáticas. Reinventan una historia de la España autonómica, en la que no había más reinos que España y tres autonomías históricas, una historia en que parece haberse olvidado que Castilla y León también tienen historia y un idioma que han regalado a gran parte de la humanidad.

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En el libro "La ley de Murphy del 2000" se hace mención a la Ley de Leahy que dice "Si se hace algo mal con bastante frecuencia, se convierte en correcto", parece ser que algunos iluminados han tomado nota y siguen contando cuentos con la esperanza de convertirlos en historia.

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DESPROPÓSITOS PUBLICITARIOS

Me van a perdonar, pero creo que la medida más acertada de nuestro presidente del gobierno fue la de eliminar de un plumazo la publicidad de Televisión Española. Principalmente por el mal gusto que tienen algunos anunciantes.

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De muestra este botón que se publica en los videos de el país.com: "Un año después del terremoto, Haití sigue entre escombros", pero el video se inicia con un medio alegre video de siete segundos que canta las excelencias de movistar (telefónica, claro). Ante las imágenes que vienen después estas excelencias me parecen nada y, la verdad, me sentiría miserable si fuese capaz de gastarme en móviles lo que podría enviar a Haití (algo que creo que sería inútil).

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La publicidad, cada vez más desproporcionada en las cadenas privadas, hace que una película de noventa minutos dure el doble y que para perpetuarse se emitan absurdos miniprogramas. De esta forma cualquier argumento pierde cohesión y cuando se reanuda la emisión de la película uno se ha olvidado de lo que pasaba, cuando por fin se logra tomar el hilo... pues otro bloque publicitario.

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También me van a disculpar que cada día sea más cerdo, pero de Nenuco no puedo apearme, de los anuncios de colonias no logro enterar si es para hombre o mujer. No sé francés y el "pour homme" y "pour femme" me suenan igual, además no puedo concebir que no haya paridad en colonias ni perfumes. Pero es que con la manía de no doblar los anuncios de colonia sólo cojo la marca y, que me disculpen las mujeres, sólo aprecio las curvas de las modelos así que no me fijo en el frasco (y hay veces que ni en la marca) y como uno es ante todo realista sé que por el hecho de embadurnarme con Calvin Klain no va a hacer que una beldad se me acerque.

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Pero lo que me saca de quicio es el anuncio de antes que digan el nombre del asesino, siempre que esto ocurre me prometo no comprar el producto anunciado, de forma que a mi olor por no comprar colonias debo añadir mi aspecto por haber acabado vetando a todos los detergentes, debo admitir que las pastillas de Carrefour me dejan la ropa un poco áspera.

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Así que vetando la publicidad que me molesta voy saliendo de la crisis con cierta facilidad y así descubro que me voy haciendo cada vez más austero aunque la publicidad cada vez sea más prodiga.

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DESCONFIANZA

Debe ser algo intrínseco a las crisis que atravesamos, tanto personales como colectivas, nos hacemos más desconfiados: según crecemos las propuestas tienen más de timo que de oportunidad, si el señor Rodríguez Zapatero me diese su número de teléfono lo tendría que confirmar con la guía de teléfonos. Y como los demás no me inspiran confianza me imagino que yo tampoco seré una fuente de credibilidad, así somos.

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Pero es que también nos gusta dejarnos liar, creer en teorías de la conspiración y dar una importancia inusitada a las noticias de wikileaks. Creo que es una especie de autodefensa social para protegerse a sí misma. Olvidar u obviar lo importante y atender a lo que no es trascendental, algo como trabaja para salir de la crisis pero no pienses en ella.

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Y es que en las crisis a la sentencia bélica de "conoce a tu enemigo" habría que añadir "...y reconoce a tus amigos". Las crisis traen consigo cambios y nos obligan a evolucionar y a adaptarnos, ya sea a mejor o a peor. Lo obligatorio es estar expectantes pero no encontrar posibles enemigos y menos en los más allegados.

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La verdad es que me habría gustado más que wikileaks hubiera puesto en evidencia a gobiernos como Iran o Korea del Norte antes de que nos hubiera puesto en evidencia lo que ya sabemos: que los gobiernos actuan a nuestras espaldas, Pero nosotros no hemos pensado en el hecho de que también actuamos a espaldas de nuestros gobiernos. De forma que si nuestros gobernantes no hacen su trabajo perfectamente, nosotros tampoco somos los perfectos ciudadanos.

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Así que lo mejor es dejar de justificarse y centrarnos en el problema, para salir de cada crisis hay que sacrificarse y arrimar el hombro y pensar que aunque somos únicos, todos estamos ahí.

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SOCIEDAD DE CHIVATOS

Creo que está siendo hora de preguntarse seriamente si queremos formar la sociedad que estamos haciendo. Cada vez estoy más convencido de que la crisis que tenemos de valores y principios es más grave que la económica y que si no superamos la primera difícilmente saldremos de la segunda.

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La última delación ha salido a la palestra por unas declaraciones del alcalde de Valladolid y por una respuesta de la Ministra Pajín. El uno dijo que la ministra fomentaba la delación para asentar la nueva ley antitabaco y ésta dijo que no quería decir eso.

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Pero lo dijo, y no es la primera vez que un solcialista fomenta la delación:

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Ya el tripartito catalán, con un socialista como dirigente, dió el visto bueno a que se denunciase a los comercios que rotulasen en castellano o a los restaurantes que presentasen una carta del munú en esta lengua. Lo triste es que hubo denuncias...

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Con un buen propósito se invita a utilizar el teléfono 016 cuando hay una noticia de malos tratos, se garantiza anonimato y que no deja huella en la factura del teléfono. Espero que todo esté bien regulado, porque si no me llevo bien con mi vecino le puedo dar un disgusto chivándome en el 016.

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Por último está la apertura de páginas web para denunciar aquellos locales en que no se cumple la ley antitabaco y aquellos que fuman.

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No se si me olvida algún caso más que seguro lo habrá, pero es triste que que prefiramos denunciar a alguien en vez de pedirle por favor que deje de fumar. Me parece patético que estemos dispuestos a denunciar que alguien fuma (y se invite a ello) pero que permanezcamos impasibles ante trapicheos de drogas, ante peleas y malos tratos. Y lo que me parece más denigrante es que estemos dispuestos a chivarnos, pero no a dar la cara.

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