02 diciembre 2017

DESINFORMACIÓN Y AMENAZAS



Ayer el Gobierno aprobó la Estrategia de Seguridad Nacional,  en el capítulo cuatro se describen las amenazas que afectan a España. dentro del apartado "Amenazas y desafíos que se desarrollan en los espacios comunes globales - Vulnerabilidad del ciberespacio", se menciona en un párrafo "la utilización del ciberespacio como medio para la realización de actividades ilícitas, acciones de desinformación, propaganda y financiación terrorista y actividades de crimen organizado, entre otras, impacta en la Seguridad Nacional, amplificando la complejidad y la incertidumbre, y también pone en riesgo la  propia privacidad de los ciudadanos" (el subrayado es cosa mía). En el capítulo 5 se exponen las diferentes líneas de acción que se van a adoptar para materializar la Seguridad y Defensa Nacional.


También ayer, mientras se aprobaba esta estrategia, los medios de comunicación daban la noticia amplificando lo dedicado a la desinformación, el país.com publicaba un artículo titulado "Las campañas de desinformación, nueva amenaza para la seguridad nacional", quizás resulta un tanto sesgado, generalista, poco profundo y nada estudiado incluir la desinformación como una amenaza que viene del ciberespacio; igual de simplista es decir que anular la desinformación es una responsabilidad de los que se dedican a los ordenadores y redes. La desinformación es una constante histórica, casi me atrevería a decir que una forma de propaganda.  En el caso español nos podemos remontar a finales del siglo XIX en que el resultado de un bulo (una fake news, noticia falsa), el (falso) atentado al acorazado Maine, desembocó en la guerra de Cuba y la derrota española. Hay casos anteriores, durante las guerras carlistas, el bulo de que unos monjes habían envenenado las fuentes y pozos de Madrid, terminó con el linchamiento de algunos curas. Ejemplos más recientes podemos encontrar en el año 2004, en que el señor Zapatero llegó a la presidencia del gobierno explotando una noticia falsa, precipitada y equivocada..Las noticias  y declaraciones con motivo de la actual crisis catalana son el ejemplo más reciente. Creo que hemos tenido tiempo de sobra para descubrir que la desinformación puede tener efectos amenazadores.

Pero no nos equivoquemos, la desinformación se ejerce desde varios medios: prensa, televisión, radio y cine. El ciberespacio es una caja de resonancia que aumenta los efectos, la desinformación no desaparecerá si desaparece el ciberespacio, o si se anulan las redes sociales. De hecho, la desinformación va unida a la libertad de prensa y de expresión. Uno puede faltar a la verdad o decir lo que quiera, pero también debe atenerse a las consecuencias. La desinformación no se combate con una herramienta informática o una comisión que determine si una noticia es falsa o no, eso puede ser el origen de una censura. La desinformación se debe neutralizar mediante la educación y la comunicación.

En lo que se refiere a educación. No es tan grave que una persona diga tonterías, lance bulos o rumores, lo realmente grave es que haya quien esté dispuesto a creerlos. En este sentido es importante enseñar al lector a diferenciar una opinión de un hecho y a ser un poco crítico indagando sobre el origen de la información y, si es posible, confirmando el hecho por otro medio. Por poner un ejemplo (y esto ya son historias del abuelo) cuando estaba en la República de Macedonia, año 2004, como monitor de la Unión Europea, un periódico eslavo publicó que en un medio español (El País) se anunciaba que Estados Unidos iba a utilizar a Albania como estado aliado para poder controlar los Balcanes, para ello Albania tendría un trato de privilegio sobre Macedonia y otros estados eslavos, la noticia hizo correr la alarma entre los desplazados eslavos; según ellos Europa ya había perdido toda la influencia en los Balcanes. Lo que El País había publicado era un artículo de opinión en el que el autor adivinaba una política pro-albanesa de los Estados Unidos, hubo que explicar que eso solo era una opinión y que no significaba una postura española, europea o estadounidense. Un buen artículo y un mal análisis para unos pésimos lectores.

En lo que se refiere a comunicación. La desinformación muchas veces pone en evidencia las carencias de comunicación de un gobierno u organización. El que quiere saber, y el que quiere informar, va a recurrir a las fuentes de información de que disponga, si el gobierno no está disponible otro informará (o desinformará) sobre lo que está aconteciendo. En el caso de gestión de una crisis, esta requiere un canal de comunicación continuo y actualizado. En el reciente caso de la crisis catalana, aparentemente el govern ha cuidado más este aspecto que el gobierno.