Mostrando entradas con la etiqueta Nuevo Orden. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Nuevo Orden. Mostrar todas las entradas

06 septiembre 2025

DE CHARLAS INTRASCENDENTALES Y DEMOSTRACIONES DE FUERZA

De charlas intrascendentales y demostraciones de fuerza

 


No se si ustedes tendrán la suerte de haber visto la Verbena de la Paloma, en este caso sabrán que el boticario Don Hilarión canta la primera canción que empieza sentenciando que “el aceite de ricino ya no es malo de tomar” para acabar concluyendo “que hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad”, no es un tratado científico sino una conversación sin ninguna trascendencia que mantienen el boticario y su amigo a la puerta de la farmacia pasando el tiempo hasta cerrarla e ir a la verbena.


Una conversación parecida ha tenido lugar antes del desfile celebrado en Pekín con motivo del ochenta aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial en China, los tres dirigentes principales, Kim, Xi, y Putin (cuatro vocales y tres íes, vaya acumulación) entablan una conversación sobre la prolongación de la vida y los trasplantes y con la premisa de que hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad hasta podríamos contemplar la posibilidad de la inmortalidad en una conversación con la misma profundidad .de una charla planteando quien resultaría vencedor entre un combate entre Superman y Thor. Pero los periodistas han hecho hincapié en esta charla, algo así como mira de qué hablan estos tíos antes del desfile y delante de todos. Me imagino que si hubiesen sido europeos habrían hablado de lo soleado del día y que el día siguiente estaría nublado. En el caso de Sánchez no podrían haber captado una conversación con un perímetro de seguridad de cuatrocientos metros y tres anillos. A la “charla de la inmortalidad” se le ha dado una importancia desmesurada, pero ha servido de careta para restar importancia al verdadero significado de la celebración y el desfile.

Con esta celebración China declara algo que ya deberíamos saber: “Aquí estoy” y como decía Napoleón “Cuando China despierte el mundo temblará”  y así ha sido. Claro que el despertar de China no ha sido repentino, más bien ha sido un desperezarse de forma que los temblores han venido por partes. Primero China se sumó al mercado del petróleo y el mundo tembló cuando el barril de petróleo triplicó su precio mientras se adaptaba el mercado, volvió a temblar el mundo cuando China necesito acero corrugado y hubo escasez en todo el orbe, y tiembla ahora el mundo ante el poder económico de China y el quasi-monopolio que está consiguiendo en muchos productos,. El desfile supone un nuevo paso toda vez que significa que China accede con autoridad al escenario militar, nada nuevo excepto la intención. China hace veinte años disponía de unas Fuerzas Armadas de “todo a cien”, consistente en material soviético fabricado en China, pero hoy salta a la palestra con material puntero y, por muy derivado que esté del soviético, de diseño y tecnología puramente china, unas Fuerzas Armadas con cada vez menos carencias operativas, según nuestros estándares.  

Elevando el nivel China está diciendo que quiere ocupar un papel protagonista en el Orden Mundial, la presencia de Putin en el desfile apoya esta pretensión y la de Kim es testimonial. Se ha prevenido mucho Xi de mojarse, no hay un compromiso chino de defender a Rusia o a Corea del Norte, pero si se ha asegurado de mostrar quienes están con él, algo que también se molestó en dejar claro en la Cumbre de Tianjin celebrada poco antes. Una clara intención de asumir el liderazgo del grupo de los BRICS.

Más grave es la forma de gobierno de las tres naciones del desfile, Repúblicas en teoría. La más parecida a nuestro sistema occidental de sufragio es Rusia, aunque el presidente Putin se perpetúe en el poder legalmente, ya sea nombrando un títere (Medvedev) o bien modificando le ley electoral que le permite presentarse a cuantas elecciones quiera, en España Felipe González se presentó en cinco ocasiones. En la República Popular China el Presidente de la República es elegido por el Partido Comunista por un periodo que Xi Jingping (otra acumulación de íes) se ha encargado que pueda ser indefinido (superando a los dos mandatos), podríamos considerarlo una “monarquía visigoda” en la que los nobles elegían un rey vitalicio (todas las mociones de censura acababan en asesinato, menos una que acabó con un corte de pelo). Respecto a la República “Popular” de Corea (Corea del Norte) su presidente Kim ya es vitalicio,  es hijo de un presidente vitalicio y nieto de un presidente vitalicio... lo que llamaríamos una dinastía, algo parecido a una monarquía medieval de toda la vida a la que llamamos república, y encuentra defensores entre nuestros representantes, Pero este estas son las alternativas del mundo que viene, lo queramos ver o no.  

31 agosto 2025

LA LEY DE MURPHY (II)

La ley de Murphy (II)


En el orden mundial.

Recuerden que la Ley de Murphy nos instruye en que "si algo puede puede salir mal, saldrá mal" y que el orden mundial podemos definirlo como un acuerdo tácito o impuesto de las normas entre las diferentes naciones del mundo. Y la verdad es que el orden mundial es muy vulnerable a la ley, el problema es que no tenemos claro en qué momento se torció la cosa, si es que alguna vez estuvo enderezada. Por otra parte, siempre hay algún interesado en que haya algo que vaya mal. Y si son muchas cosas las que vayan peor, pues tanto mejor.

Lo malo es que hay que verlo en perspectiva y muchas veces carecemos de la memoria o curiosidad para ello. Pero si aplicamos la ley de Murphy a una situación de equilibrio como es el orden mundial, con el paso del tiempo se irá deformando hasta romperse o, en el mejor de los casos, adoptar una nueva situación de equilibrio. Para ello podríamos retroceder unos treinta años. La Guerra Fría había terminado, la URSS había colapsado y desintegrado y se vivía en el convencimiento de que estábamos en el fin de la historia proclamado por Francis Fukuyama. Un fin de la historia cierto, pero mal interpretado, muchos interpretaron que el sistema democrático se había impuesto en el mundo y que se abría un proceso en que todos los gobiernos del mundo acabarían siendo democráticos, no fue así lo que se había impuesto fue el liberalismo económico y el libre comercio. A pesar de la intención de dar mayor protagonismo a las Naciones Unidas en el ámbito político no fue la democracia sino la economía de mercado la que se extendió por el mundo y la que impuso las reglas del nuevo orden. Y bajo este nuevo orden China comenzó a prosperar  de forma que treinta años más tarde el que impuso estas normas del imperio del libre comercio hoy quiere cambiarlas.

Podemos decir que frente a la Ley de Murphy muchas veces equivocamos la evolución de los hechos y tenemos la tendencia al optimismo, pocas veces acertamos. Una de las grandes equivocaciones se cometió cuando se bautizó con ese optimismo a las revueltas en el mundo árabe como la Primavera Árabe, unas revoluciones que se pensó que iban a traer la democracia cuando, en realidad, fueron un movimiento involucionista. Tardamos un tiempo en darnos cuenta que hay países que, de momento, no quieren ser laicos y que la religión tiene un peso decisivo. Nos equivocamos cuando pensamos que podía ir bien y no en lo que podía salir mal.

La clave en este caso consiste en comprender el escenario definido por el orden mundial e ir estudiando su evolución y hacerlo a largo plazo, las decisiones de hoy pueden materializar sus consecuencias en muchos años. No podemos evitar la evolución del orden mundial, pero si prepararnos para acomodarnos y beneficiarnos del mismo. Para ello es esencial estudiar lo que puede ir mal y evitarlo, en la medida de lo posible, o provocarlo, si nos interesa.

16 abril 2025

UN ARTÍCULO NO INFORMATIVO

Un artículo no informativo.

Alegoría de la astronomía. Biblioteca digital hispánica.

Quizás el título cause extrañeza, pues es difícil dar una información sin informar, que no es lo mismo que desinformar. Resulta ello posible en un artículo de índole científica. No es fácil acercar al público a unos temas que resultarán apasionantes para unos eruditos con una vocación determinada o para un selecto público con una afición por la ciencia. La ciencia proporciona ocio, pero no es ocio, nos da comodidades pero no es cómoda. La ciencia representa lo sólido frente a lo etéreo y lo preciso frente a lo impreciso. Cuando no es capaz de dar algo sólido y preciso deja volar la imaginación hasta encontrarlo. Pero, desgraciadamente, no despierta el interés del gran público. Por eso los titulares de las noticias se disfrazan de profecías o de adivinanzas.

Es lo que ocurre en La Razón cuando ha publicado un artículo con el siguiente título: “Adiós a los días de 24 horas: esta es la fecha en la que la Tierra entrará en un cambio histórico”, lo firma el diario que es una forma que ha tenido el autor de significar que no firma chorradas. Nos anticipa el titular la fecha de un cambio histórico. Una fecha es un momento preciso en el tiempo y un cambio histórico se confirma en el presente cuando se conoce el pasado. El cambio histórico, según el titular, es que el día dejará de tener 24 horas, pero el propio artículo confirma que un día transcurre, exactamente, en 23 horas, 56 minutos y 4 segundos. Podrán comprobar que llevamos una vida engañados. Nos dice el artículo que los días van aumentando por diversas causas y que los días se van alargando, esto quiere decir que la Tierra rota más lentamente. Algo que constata el artículo con el hecho de que la rotación completa de la Tierra original era de 10 horas y que hace entre 2000 y 600 millones de años la Tierra, gracias a la Luna, giraba a 19,5 horas por día. No es difícil predecir que habrá un momento en que los días duren 25 horas. Claro que en otro medio, hace tiempo, otro estudio decía que los días se acortaban. Parece ser que la comunidad científica no se pone de acuerdo en la futura duración del día como tampoco hay unanimidad en las causas del calentamiento global.

No escandaliza ni preocupa a los políticos la tendencia a que el día se alargue. Algo que resulta inexplicable ya que si los días son más largos y la jornada laboral se mantiene implicará que el trabajador tiene más tiempo libre y si se acorta los servicios durarán menos, lo de H24 será una referencia, pero no una realidad. El caso es que la fecha exacta para este cambio histórico anunciada por el artículo es que el 16 de abril del año 2.00.002.025 el día durará exactamente 25 horas, su duración posiblemente siga aumentando. En realidad el artículo dice que será dentro de 200 millones años de años. También dice que no es necesario tomar medidas inmediatas y que en unos años ya sabrán que hacer para cuando llegue el momento.

No creo que la ciencia gane muchos aficionados con este tipo de noticias. También ha circulado una noticia científica que nos anuncia que el continente africano se va a dividir y que un brazo de mar ocupará una franja entre las dos partes, algo lógico, ya que si fuese de tierra no se dividiría. Esta novedad ya figuraba en libros de los años noventa y ocurrirá cuando los días tengan casi 25 horas, en este caso el periodista si invitaba a prepararse para que estos cambios no sorprendiesen a nadie.

No obstante resulta un consuelo que los medios sean capaces de anunciar qué va a pasar dentro de doscientos millones de años, día más o día menos, cuando no son capaces de anticipar la situación que viviremos  el año que viene. No resulta muy descabellado aventurar que un día durará 25 horas dentro de unos millones de años, la pregunta difícil de responder es si habrá humanidad cuando los días duren 25 horas, o qué tipo de humanidad habrá Algo que nos lleva a la conclusión de que el orden universal está mucho mejor establecido que el orden mundial.

10 marzo 2025

NUEVO DESORDEN MUNDIAL

Nuevo desorden mundial.

¿Como veremos el mundo?

Escribe Alejandro G. Motta en La Razón un artículo de opinión titulado “El nuevo orden mundial de EEUU” un breve artículo que podríamos resumir en su cabecera:”Los movimientos de Trump anticipan cambios en la reconfiguración de fuerzas en el mundo”. Intenta explicar Don Alejandro las líneas maestras del dirigente de los Estados Unidos. Llevamos más de cien años hablando de un nuevo orden, y demostramos ser un tanto ingenuos si creemos que alguna vez ha habido un orden. Si lo contemplamos desde cierta perspectiva, lo que se ha venido a denominar como “orden mundial” es el resultado de acuerdos y desacuerdos entre las potencias del momento al que se van sumando potencias emergentes y del que se van apeando los que ya no eran potencias. Podríamos considerar el Tratado de Tordesillas como un “nuevo orden” que definiría los siglos XVI y XVII, de la misma forma que el Tratado de Westfalia acabaría con este ordenamiento en beneficio de la Francia de Luis XIV y el posterior Tratado de Utrech terminaría con lo establecido en el anterior. La Revolución Francesa y el ascenso de Napoleón terminaron con lo establecido en Utrech y la caída del emperador provocó un orden que se mantuvo hasta la entrada de la unificada Alemania  que resultó en la Primera Guerra Mundial: Hitler, y también Mussolini, clamó por que Alemania ocupase un puesto en el Nuevo Orden Mundial. También se habló de un nuevo orden mundial cuando cayó el Muro de Berlín, tácitamente consistente en un mundo globalizado con los Estados Unidos de gendarme. Pero la evolución de las naciones hace que unas se acomoden y otras quieran más. No es algo inmutable.

Por eso resulta un tanto extraño hablar de un nuevo orden cuando apenas podemos identificar el actual. Ya ha habido cambios y debemos tener en consideración que si estamos considerando un  nuevo orden es porque actuamente hay un desorden. Por eso, antes de pronosticar un nuevo orden, es necesario conocer el desorden y las claves del mismo. Se está diciendo hasta la saciedad que se está derribando un ordenamiento mundial basado en reglas, a lo que habría que preguntar ¿qué reglas?¿propuestas o impuestas?¿quién las propuso o las impuso?¿benefician esas reglas a todos por igual?¿se cumplen todas las reglas?

Quizás las reglas vengan impuestas por un derecho internacional o por unos organismos internacionales cuyas medidas no consiguen los efectos deseados. A los tribunales internacionales sólo comparecen los derrotados y no siempre. Los organismos internacionales no pasan de ser un foro de quejas, reivindicaciones, resoluciones y advertencias que, en el mejor de los casos, ha paralizado pero no solucionado conflictos. Se convierten estos foros en un avispero de protestas, precisamente, contra los estados que los financian. Ya determinó Estados Unidos abandonar la UNESCO por ser el principal aportador de fondos a una institución que sólo le criticaba. No es que ese supuesto orden esté basado en reglas acordadas, sino en el compromiso de respetarlas y cumplir con lo acordado.. Desde la caída del Muro de Berlín la OTAN va celebrando cumbres en que se acuerdan unos compromisos que los estados componentes (principalmente el pilar europeo) no cumplen. Esa falta de compromiso no sólo acaba con el ordenamiento sino con las organizaciones. Tengamos en cuenta que cuando la UE se ha comprometido a rearmarse, la falta de compromiso, los aplazamientos o las excepciones ponen en peligro la existencia de la propia Unión.

No hay que dudar que las reglas actuales fueron originariamente condiciones impuestas por los vencedores. Una de las claves del éxito chino es que negocia con todos y sin condiciones políticas, algo así como una política de “China primero”, en sus negociaciones no impone ni propone cambios sociales o políticos. Las Naciones Unidas se lanzaron en tromba contra Irak cuando invadió Kwait, pero no hicieron nada cuando Rusia invadió Ucrania, encima dos veces. Los silencios globales ante ciertas situaciones son clamorosos. Es iluso pensar que las naciones del mundo funcionan ateníendose a unas reglas impuestas que se cumplen o no según los intereses del momento.

Hoy vemos que hay nuevos actores que quieren un lugar en el escenario mundial, mientras que hay actores que se han acartonado y son parte del escenario, pero no tienen papel en la obra. Los hay con vocación de protagonista, otros se tiene que conformar con un papel discreto y otros como figurantes. Pero, de momento, los tiras y aflojas están ahí. Desgraciadamente no se discute qué obra se representará, el nuevo orden, sino quien será el protagonista lo que implica cierto maremagnum.

 

06 marzo 2025

LÍDERES E INSTITUCIONES

 Líderes e instituciones.  



Cuando en la asignatura de Historia militar se trataba la Batalla de Cannas, que tuvo lugar durante la Segunda Guerra Púnica, el autor del libro de ESTUDIO, Luis de Marimón Riera, la subtitulaba como “el genio contra la institución”. O sea, Anibal contra Roma. Este enfrentamiento se ha repetido a lo largo de la historia con resultados diversos. Atila contra Roma, Napoleón contra Inglaterra o  Ghandi contra el Reino de Unido. En estos enfrentamientos no ha habido una constante, unas veces ha vencido el líder y otra la institución. Pero siempre ha dependido de la fortaleza de uno u otro. El líder es efímero y una buena institución tiene vocación de permanencia, pero también evoluciona y, con el paso del tiempo, puede llegar a olvidar el cometido para el que fue creada.

Ambos ejercicios han evolucionado a lo largo del tiempo y también lo ha hecho la relación del líder con la institución. Lo ideal es que el líder fortalezca las instituciones y base el poder en el buen funcionamiento de las mismas. Pero ello da pie al nacimiento de nuevos líderes, y posibles rivales, por lo que un líder siempre intentará mantener el control de las instituciones y, en caso de ser necesario, cercenar las cabezas que sobresalgan. Llegados a este punto el ejercicio del poder se ve influenciado por la desconfianza y las instituciones pasan a estar dirigidas por aquellos que están dentro del círculo de confianza del líder. Según Isaac Asimov en su libro sobre el Imperio Romano, “Historia de Roma, 2ª parte”, las relaciones entre el emperador y el senado influían en la marcha del Imperio. Juan Eslava Galán en su ficción autobiográfica de “Yo, Anibal” nos dice que uno de los más graves problemas del general cartaginés eran las malas relaciones que tenía con el Senado de Cartago.En ocasiones las instituciones han sustituido al líder, o cuanto menos, controlado. Unas buenas instituciones garantizan el buen funcionamiento de un estado, gracias a ellas Roma pudo sobreponerse a una serie de malos emperadores.

Las instituciones se han ido multiplicando a lo largo de la historia, las hay de toda actividad y circunscripción. En el panorama actual, y atendiendo a su área de actividad, podemos ver que cubren todo el espectro, las hay locales, regionales, nacionales e internacionales (que abarcan desde zonas geopolíticas hasta el mundo entero). En cuanto a su adscripción, las hay oficiales, gubernamentales y no gubernamentales. Y, en cuanto su actividad, abarcan todas las funciones desde la coordinación política (ONU), atención médica o servicios (Cruz Roja) o entretenimiento (Payasos sin fronteras). El líder debe atender, de alguna manera, a aquellas que puedan influir en el ejercicio de su poder. En nuestro nuevo orden mundial estas instituciones están adquiriendo mayor influencia, tanta que las naciones son una referencia geográfica en el ejercicio de su actividad, entre ellas tienden al asociacionismo, de forma que es relativamente sencillo la confederación entre diferentes instituciones, llegando a influir en la acción del gobierno de una nación.

También ha cambiado el liderazgo, y en muy poco tiempo, los líderes que espoleaban a los ciudadanos prometíendoles “Sangre, sudor y lágrimas”, los que les proponían “no preguntar a tu país lo que puede hacer por tí, sino preguntarte qué puedes hacer por tu país” o los que prometían el éxito sufriendo con el ejercicio de la resistencia pasiva han dado paso a los que engañan prometiendo todo y sin esfuerzo alguno. En realidad, las promesas se las hacen a las instituciones. El compromiso del líder, más que con la ciudadanía, es con las instituciones que apoyan en mayor o menor grado su ideario. Y son los líderes de las instituciones, entiéndase por tales a partidos políticos, agrupaciones, asociaciones y diferentes organizaciones, los que pactan para influir sobre los estados. Si hasta ahora los estados definían el orden mu ndial en exclusiva, ahora en la definición del nuevo orden viene condicionada por la participación otras instituciones, baste el ejemplo de la Agenda 2030.

En definitiva, unos de los rasgos del nuevo orden es que el líder intenta servirse de las instituciones, ya sea colonizándolas, pactando con ellas o subvencionándolas.