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19 agosto 2025

ES LA ESPAÑA VACIADA, NO LA EMERGENCIA CLIMÁTICA

Es la España vaciada, no la emergencia climática.


Ya pasado el 15 de agosto nos vamos dando cuenta que, más que el verano, se acaban las vacaciones y que las asignaturas que quedaron para septiembre son más acuciantes y que a lo largo del verano han ido apareciendo nuevas, como lo es la prevención de incendios forestales. Se nos ha quemado el campo y ya tenemos, ya lo dijimos, un nuevo frente abierto para la pugna política. ABC publica en su editorial un artículo que titula "Pacto de estado para polarizar", desconfía el medio de la propuesta de pacto de estado contra el cambio climático, o emergencia climática, como quieran llamarlo. Creo que relacionar el un problema con otro es un error, con o sin cambio climático ha habido incendios.

Para evitarlos se han tomado medidas dispares, prohibir celebración de barbacoas, controlar senderistas, quitar seis puntos del carnet al conductor que arroje colillas y muchas más. También han aparecido muchas figuras inútiles como el bombero de despacho o el ecologista del asfalto, expertos en apagar incendios a distancia desde su abstracción. Tuve la ocasión de hablar con un experto en incendios forestales de la causas de los mismos. Me decía que "cada incendio tiene su historia, esto significa que hay diferentes orígenes, motivos y beneficiarios. El que quiere quemar, quema; el que es negligente, cometerá negligencias; y los rayos y chispas seguirán causando fuegos. La prevención consiste en ponerlo difícil que el que quiera quemar, sea negligente o una chispa no causen un desastre. El campo antes se limpiaba solo. El ganado comía el pasto sin que éste tuviera tiempo para secarse y hacerse combustible, se recogían las ramas caídas para utilizarla como leña en chimeneas y cocinas, se recogían las hierbas para hacer camas para el ganado y había suficiente gente joven para hacer frente a un fuego incipiente. Hoy el ganado come piensos, la calefacción y la cocina son de gasoil, gas o eléctricas, las camas del ganado son de espuma y no hay gente". 

Si decíamos que los incendios forestales dejan en evidencia la incapacidad del Estado para acometer un problema grave, entendiendo por Estado a toda la amalgama de instituciones que lo forman, nacionales, autonómica y municipales. Se traslada esta incapacidad a un fracaso más rotundo que es el de la España vacía, vaciada y, muchas veces, vacilada. Esa que se llena un poco con veraneantes que les gusta el fuego, que son negligentes e ignorantes. Hay más relación entre los incendios con la España vaciada que con el cambio climático. Es muy difícil apagar un incendio que se ha originado en una zona despoblada. 

Pero resulta más fácil pedir una pacto de estado para un problema del partido, emergencia climática, que para un problema nacional, España vacía. Como dicen muchos medios: la gresca está servida. Ya le darán la razón a uno u otro mientras el campo seguirá siendo un daño colateral en su particular lucha y se seguirá vaciando. Después de todo la gente emigra del campo a la ciudad para vivir mejor, que muchas veces confundimos con tener mayores comodidades. Y si además se grava y ponen trabas a una vida incómoda y de esfuerzo, pues que no nos extrañe que la sangría continúe y sus consecuencias también.

Y si le consuela que es cosa del cambio climático, pues como el que se consuela diciendo que es la voluntad de Dios. 

19 enero 2025

PRIORIDADES ¿QUE PESA MÁS?

 Prioridades ¿Qué pesa más?


Abc.es publica hoy en una de sus editoriales un artículo titulado “Almaraz, símbolo de la sostenibilidad” , es un artículo breve que plantea la necesidad de cerrar la central nuclear porque influye más el peso del ecologismo que los beneficios que pueda proporcionar, sentencia el encabezamiento que “el dogma ideológico y el lastre económico atentan contra la supervivencia de las comarcas rurales que acogen estas plantas nucleares”. Elmundo.es publica una entrevista que David Vigario hace al alcalde de Almaraz que resume en su titular; “Juan Antonio Díaz, alcalde socialista de Almaraz:”El Gobierno debe rectificar,es de valientes reconocerlos errores”, en la entrevista el alcalde explica la situación en que empresas y gobierno eluden las responsabilidades por el próximo cierre.

El caso es que los ciudadanos que se manifestaron contra el cierre de la central nuclear no eran de una ideología determinada, más que manifestarse por una idea se pronunciaban por la supervivencia de su población. La dependencia que hay entre las poblaciones y las actividades que se desarrollan en las mismas marcan su devenir. Las grandes ciudades permiten alternativas, pero en las pequeñas localidades el fin de una actividad no da más salida que trasladarse en busca de trabajo. Y así se se ha llegado a la España vaciada (y vacilada). Parece que la futura industria del medio ambiente se va a implantar en las ciudades mientras que en los pueblos se limitaran a instalar infraestructuras que requieren poco personal, no parece que la España vaciada se vaya a llenar cuando los servicios son los que reclaman la mayor parte de la actividad económica. Si nuestros ecologistas nos hacen dar la espalda a industria y minería y condicionan la actividad agrícola nos están condenando a un campo desierto pero, eso si, impoluto.

Es un error de organización hacer coincidir en el mismo ministerio las funciones de Transición Ecológica (medio ambiente) y Reto Demográfico (despoblación y falta de natalidad), sobre todo cuando la prioridad parece que está clara y que el reto demográfico va a quedar como algo secundario. Aunque puede haber múltiples soluciones para fomentar el retorno de la ciudad al campo, todas exigen potenciar unas infraestructuras que, además de caras, suponen un impacto ambiental y eso si que no. Se imponen, en aras de un derecho ambiental, una serie de deberes que para muchos son sacrificios: mimar a una ganadería que además queda indefensa ante los lobos, imponer una regulación opresiva sobre la agricultura, y castrar la minería y la extracción de recursos. Se hace también en beneficio de una sostenibilidad indefinida, pero la situación para los que viven en el campo, y del campo, empieza a ser insostenible e inestable. Y como suele ocurrir ¿desde donde se gestionan los asuntos del campo?¿desde donde se regulariza la vida del campo? Desde la ciudad, los burócratas del asfalto son los que hacen y establecen las prioridades.   

Todo ello supone restringir las oportunidades, la prioridad es el medio ambiente y el ecologismo. Podemos estar de acuerdo en la necesidad de su cuidado, pero  si supone una losa para los ciudadanos posiblemente estamos equivocando las prioridades. ¿O no son los humanos los primero?