¿Razones para estar orgulloso.?
No dirá nadie que no se veía venir. Este año la Vuelta ciclista a España se ha visto complementada por la otra vuelta que han dado los acosadores pro-palestinos. Y al final han conseguido boicotearla en un singular ejercicio de libre expresión jaleado por partidos e instituciones. Como es lógico, los medios reflejan esta noticia arrimando el ascua a su línea editorial, El País habla de “La ceguera de la Vuelta” culpando a los organizadores de la prueba. Más tendencioso es Público cuando nos dice que “Las protestas contra el genocidio logran derrotar el intento de la Vuelta de blanquear a Israel”. ABC apunta hacia otro lado “El Gobierno revienta la Vuelta”, dice su editorial. El Mundo es más realista al anunciar que “La Vuelta que explotó en Madrid:el aliento de Pedro Sánchez, el campeón sin podio y “un antes y un después” para el ciclismo”. para sentenciar en su editorial que “El presidente acaba con la Vuelta”. La Razón nos habla de “Demagogia y sectarismo interesado”.. El Debate prefiere referirse a “Un Gobierno que promueve la violencia”. Tengamos en cuenta que la editorial expone la opinión del medio sobre una situación, es una línea completamente previsible.
Me reafirmo en mi convicción de que un boicot no es una manifestación y que tiene más de violencia e imposición que de libre expresión. No sé si habrá un antes y un después para el ciclismo, pero mucho me temo que si lo va a haber para la Vuelta en particular y para el deporte en España en general. Ya ha pasado antes y ya hay firmado un cheque para que pase con mayor frecuencia. El activismo es, después de todo, otra clase de deporte. ¿Hay que estar orgulloso de haber cancelado la Vuelta? Cada uno alegará sus motivos, ya sea a favor o en contra. La verdad es que con la Vuelta anulada la matanza sigue en Gaza, el prestigio de una prueba se ha sacrificado sin que se haya salvado una vida y no ha habido más victoria que la del fanatismo. Un resultado bastante triste y un saldo negativo.
Creo que Pedro Sánchez se podrá sentir contento, no por la cancelación, eso queda para los necios, sino porque se ha materializado su intención de erigirse en un muro que separe España, podemos afirmar que hay una España que mantiene a otra España, la España productora y la España mantenida; podemos mencionar a la España urbana y a la España vaciada, ahora también quemada; y tras los sucesos de ayer también podremos hablar de una España que quiere imponer su voluntad a otra España. En definitiva, una España de buenos y una España de malos. Sánchez no manifestó su orgullo por su pueblo sino por su bando.
Se ha asentado un mal precedente. Si una llamada al boicot con la aquiescencia de los dirigentes ha funcionado quién nos asegura que no se intentará ejercer otro en el futuro y para qué. El caso es que me atrevería a decir que hay una España que ampara y justifica la violencia como solución mientras que otra la sufre. La que defiende actos de violencia como derechos, como puede ser la okupación, el boicot y otras agresiones a la vez que pulveriza otros derechos, como son el de la propiedad y es calificada como xenófoba, genocida y fascista ante la menor discrepancia.
Me da la impresión de que Pedro Sánchez no utilizará estos dos años para gobernar o intentar que la opinión pública cambie su intención de voto, más me parece que los usará para organizar la resistencia.