EL LÍDER SE LA OPOSICIÓN ES UN LENGUALARGA

Estimado Mariano, si el otro día escribí una carta a don José Luís Rodriguez Zapatero porque, en mi opinión, no tenía suficiente mano izquierda. Te has hecho merecedor de una misiva, y menos mal que sólo la leerán mis amiguetes, porque tienes una lengua muy larga. Vamos que si a José Luis le falta mano izquierda a ti te sobra lengua.

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En primer lugar antes de dar una opinión, por muy sincera que sea y muy libre que seas de darla, deberías plantearte que los soldados han tenido que compaginar su trabajo diario con el entrenamiento, eso se llaman horas extras gratis y si eso si que es un coñazo.

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Resulta que también resulta un poco coñazo perder un fin de semana para patearse la castellana durante dos horas, pero a fin de cuentas todos lo consideran una forma de colaborar en la Fiesta Nacional y rendir su homenaje a los que han perdido la vida por defender, entre muchas otras cosas, que alguien pueda dar su opinión, aunque esta se reduzca a decir que ese homenaje supone un coñazo.

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Que los micrófonos abiertos juegan malas pasadas todos los sabemos, pero resulta que esta metedura de pata es mayor que cualquiera de las que se haya cometido hasta la fecha. Y no por lo que has dicho, sino por lo que has dado a entender: Ahora tu preocupación por los inhibidores del Líbano parece teatro; esa defensa de que el gobierno da a entender que nuestras tropas en Afganistán están de vacaciones y no en una misión peligrosa parece más electoralista que otra cosa. Vamos Mariano, que parece que, a pesar de que tienes todo el derecho a decir lo que quieras, no te lo crees ni tú.

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Y es que el coñazo te ha perdido, ya te dije que el estar agazapado y a la espera tenía su riesgo y ahora te has descubierto, se te ha escapado un tiro inoportuno y, con mil perdones, la has cagado. Si tu amigo José Luis parece que no pasa de inocentón, tu te has pasado de listo. Ahora las críticas al señor Zapatero por no ir al desfile de las Fuerzas Armadas resultan más vacías que nunca.

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Has pecado de bocachancla y simplón, aunque me imagino que el señor Zapatero pensará como tú, has perdido calquier opción de ser alternativa. Y ahora, entre tu y yo, me siento más aliviado por pensar que todo cuanto dices resulta un coñazo.