Acudo a mi propia convocatoria para el reto juevero del mensaje en una botella. Pero en mi relato no hay botella sino un salvavidas espacial que emite una grabación. Rinde también un pequeño homenaje a la serie Star Trek, y en él se desarrolla....
El episodio perdido de Star Trek
Cuaderno de bitácora, fecha estelar 51204.5,
Localizamos un salvavidas espacial en una zona alejada de cualquier ruta. La teniente Ujura capta la siguiente comunicación:
Soy Andrés Trián, sólo quiero dejar constancia de mi nombre. Desde pequeño me ha atraído el espacio, y en cuanto tuve la oportunidad, me enrolé en la nave Camino de Santiago. No fue difícil, nos esperaba un viaje de unos veinticinco años a Alfa Centauri, no había muchos voluntarios.
Tras diez años de viaje, la nave falló y perdimos velocidad; aunque se reparó, el tiempo perdido hacía que la posición a la que nos dirigíamos no coincidiera con la del planeta que teníamos que explorar. Tras dos años de cálculos, asumimos que nuestro viaje iba a terminar en ninguna parte. Decidimos, por tanto, ocupar los módulos de hibernación y esperar. El sistema ralentizaba las funciones vitales de tal modo que la persona en este estado se mantiene ajena al paso del tiempo.
Me despertaron en el planeta que íbamos a explorar. Habían transcurrido doscientos veintitrés años y me contemplaban como una pieza de museo, no tenía parientes. Amigos y recuerdos estaban muy lejos. Hasta comunicarme resultaba un problema, ya que, según me decían, hablaba de forma arcaica. Estaba completamente desfasado y el único recurso que encontré fue alistarme en la nave Vía Láctea.
Era una nave experimental, por lo que no abundaban los voluntarios. Probaba un motor que multiplicaba por diez la velocidad de la luz. Por esta razón se estimaba que sería un viaje de prueba, ida y vuelta, que sería muy breve. Iniciamos la misión y el motor aceleró como estaba previsto. Incluso, fuera de toda previsión, se llegó a alcanzar una velocidad que superó en treinta veces la velocidad de la luz. La misión había sido un éxito.
Eso pensábamos. No pudimos reducir la velocidad. El motor se había atascado y nos llevaba a toda velocidad a ningún lugar. El capitán decidió abandonar la nave y de nuevo entramos en los salvavidas de hibernación. Pero esta vez no me someteré al proceso, no soportaría estar como dormido otro período, esperaré despierto y que suceda lo que tenga que pasar...
2 comentarios:
UAU! Do início ao final, empolgantes acontecimentos. Bela ficção onde por fim, a desistência de lutar..
Resolve deixar ir e ver onde vai parar!
Gostei muito!
abraços, chica
Está vez nos sorprendes con un viaje intergaláctico, ese cuaderno de bitácora se ha convertido en un mensaje para la humanidad.
Quién sabe si en un futuro no sea tal como lo relatas.
Que lo que sea que pasé..
Un abrazo, feliz día.
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