01 julio 2015

LOS TOROS DESDE LA BARRERA

Entre los temas que he visto hoy de los que me gustaría hablar, la situación griega es apasionante, pero necesita un estudio y un conocimiento muy profundos para poder hablar del asunto, el tema del campeón de masterchef no necesita tanta preparación, pero es algo más relacionado con un examen de conciencia más que de debate, el tema que he escogido ha salido al final en la editorial de elpais.com, lleva por título "Tacticismo excesivo" y , en sí, se permite dar lecciones al presidente Rajoy.
 
Particularmente no me gusta el señor Rajoy, lo he comentado muchas veces, creo que su táctica es acechar, observar y esperar a que se de la situación propicia para atajar los problemas, mientras esta situación no se dé los problemas siguen creciendo, con respecto a su presidencia me siento engañado, no ha cumplido nada de lo prometido, la situación económica ha sido una de las explicaciones dadas. Pese a impulsar un portal de transparencia, las acciones siguen siendo opacas.
 
Pero no se trata de lo bien o mal que me caiga, sino de perder el norte en la opinión, y es que este artículo desde que comienza hasta que termina está diciendo lo que debe hacer el presidente del gobierno, pero el peor error es querer ver una debacle para el PP en 2015 parecida a la del PSOE en el 2011. Creo que cualquier persona tieje claro de que la única posibilidad para gobernar sin problemas es, en general para cualquier partido, pero en particular para el PP, obtener la mayoría absoluta. En el caso del PP, sin mayoría absoluta, será víctima de un cordón sanitario... para muchos es mejor pactar con el diablo que hablar con el PP. Si el PSOE no fue el partido más votado en el 2011, el PP lo ha sido en el 2015, pero no ha obtenido la mayoría absoluta. Me parece que el que no se consuela es porque no quiere, pero el que la situación no sea optimista para el Partido Popular, no significa que el PSOE lo tenga todo a favor, son tanto Podemos como Ciudadanos los que han mejorado infinitamente sus posiciones, dentro de la política de pactos su voz se hace oir a la vez que PP y PSOE tienen que tragarse muchas cosas, entre ellas su orgullo.
 
Pero a mi no me gusta decir mucho más que lo que hace el Presidente Rajoy no me parezca bien, incluso puedo explicar por qué. Pero de ahí a decir lo que tiene que hacer, marcarle la agenda o decirle cuales deben de ser sus prioridades me parece un cheque que no debo firmar. Me da la sensación de que es decirle a un torero lo que tiene que hacer desde la barrera, sin ser consciente de que es él el que está haciendo la faena, es él el que saber torear y es él el que, a fin de cuentas, se está jugando la vida. Por esta razón me voy a permitir dar un consejo ejerciendo mi libertad de expresión: el hecho de que a mi no me guste es lícito, el hecho de que como a mi no me gusta no le tiene que gustar a nadie además de ser pretencioso es ser dictatorial.
 
Es posible que no nos demos cuenta, pero hay gran cantidad de gente culta y respetable, que nos está diciendo cada día lo que hay que hacer, y a todos les viene a pasar lo que al señor Rajoy, diciéndonos lo que hay que hacer acaban perdiendo el norte y no saben qué hacer.

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