23 febrero 2007

VICTORIA Y PERDÓN

No tengo muy claro cual es el mensaje de Don Rafael Sánchez Ferlosio, pero las conclusiones a las que llego son que la victoria no es un objetivo (y cuando lo es, es un equívoco) y que para que perdone el ofendido no es necesario el arrepentimiento del que ofende. Lo siento, don Rafael además de mi admiración cuenta con mi simpatía, pero no puedo estar de acuerdo en lo primero y creo que hay que matizar lo segundo.
.
Cuando uno se plantea que debe de haber una movilización social para conseguir la victoria nos referimos a una decisión política. No son los militares los que movilizaron a las sociedades para mantener el esfuerzo bélico, son los políticos. No es el militar el que declara la guerra, es el que va a ella, es el que soporta los mismos sacrificios que sus compatriotas, pero lejos de su casa. Por supuesto su trabajo es cumplir con una misión, que en ocasiones es derrotar al enemigo, o sea, la victoria. Esta movilización social que a Don Rafael no le parece muy bien cuando la intenta aplicar el presidente Bush en su guerra contra Irak no merece ningún comentario cuado la usa la Izquierda Abertzale en su Kale Borroka para conseguir su victoria.
.
Las grandes batallas desaparecieron con la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría trajo consigo la guerra doctrinal, la importancia de la opinión pública, la exaltación de unos valores y la degradación de otros. No se trata de hablar de ello sino de victorias y derrotas. Sun Tzu dijo que la mejor forma de vencer al enemigo era aquella en que no había que luchar, en este sentido la victoria de los Estados Unidos sobre la Unión Soviética fue total. Pero ninguna victoria merece las vidas que cuesta. La pregunta que debemos de hacernos es porqué luchar, porqué querer vencer o porqué resistir. La respuesta es clara se resiste por mantener unos ideales, se lucha por la supervivencia y se vence para acabar con cualquier amenaza o peligro. Si los aliados decidieron continuar la guerra hasta la capitulación sin condiciones de Alemania, fue para evitar que el régimen nazi pudiera renacer tras la contienda, si Alemanía siguió resistiendo fue por supervivencia, por el temor que todos tenían al régimen comunista.
.
Ahora cuando debemos hablar de ETA, y hablamos de negociación, diálogo, proceso de paz o como queramos equivocarnos, y pensamos que es más importante la paz que la victoria hay que plantearse ante que se cede y porque no se lucha, quizás no es nuestra supervivencia lo que está en peligro, pero si nuestros principios. Llevamos más de treinta años diciendo que no se puede conseguir nada por la fuerza de las armas y mediante el uso de la violencia. Ceder no supone una claudicación o un apaciguamiento, es tachar un principio que marca nuestra Constitución, si el Estado admite un diálogo con los que usan la violencia, y tienen voluntad de seguir recurriendo a ella, también me da el derecho a resolver mis problemas con el uso de la violencia, lo que sirve para unos sirve para todos. La victoria se convierte en este caso no sólo en la defensa de ideas y pricipios, sino también en una responsabilidad. Una paz lograda a costa de renunciar a las bases que forman nuestra sociedad es algo vacío.
.
En Irak, en caso de que los Estados Unidos se retiren no se abrirá una senda para la paz, sino que habrá campo abierto para dar paso a una guerra civil más encarnizada. De nuevo podemos comprobar que los Estados Unidos, invadiendo Irak, se hicieron responsables de solucionar un problema. Cuando lo solucionen, será el momento de retirarse. El coste está siendo alto y no hace más que aumentar de día en día.
.
Ahora hablamos del perdón, y éste es algo personal uno lo pide por voluntad propia y otro perdona porque así lo quiere y siente. Quizás ahora prefiramos los gestos sobre los sentimientos. Pedir perdón sin arrepentimiento para que lo concedan sin convencimiento es también basar la paz en las mentiras. En la sonrisa forzada del aqui no ha pasado nada. Si unimos éste hecho al anterior; la paz, además de vacía, será muy cara y breve. Y es que la paz, como la guerra, hay que ganarla, no negociarla. Es algo de lo que hay que sentirse orgulloso y no receloso.
.
Si reflexionamos, la paz no es el objetivo, lo es el fin del terrorismo y de cualquier amenaza que pueda afectar los principios que nuestra democracia dice defender. A esto se le llama victoria y cuesta sacrificios (una capacidad qu se ha perdido). Y si se puede lograr sin derramamiento de sangre, mejor. Para lograr la victoria hay lugar para el diálogo y la conversación, pero sólo se admite una palabra: rendición.
.

No hay comentarios: