31 julio 2025

DE CUNA Y CONSORTE

De cuna y consorte.


En la vida social, como en la política, hay cierto escalafón de personalidades que saltan a la palestra intermitentemente, para bien o para mal. Viven una especie de Gran Hermano, voluntario o involuntario, toda vez que se airea parte de su vida, sus relaciones o sus devaneos. Algunos han hecho un medio de vida de ser parte de lo que antes eran los ecos de sociedad y que ahora son lo que siempre han sido: marujeos y cotilleos.

Estoy viendo en Netflix la serie "Superstar" que se adentra en el "tamarismo" (que ahora sería Yunerismo) y sigue las vidas de los entonces indeseables Paco Porras, Toni Genil, Loly Álvarez, Arlequín, Leonardo Dantés, Tamara (ahora Yurena) y su madre. La verdad es que me está gustando la serie, que tiende a representar a los personajes para que inspiren cierta compasión. Si uno contempla el pasado desde el presente todos estos personajes hicieron una especie de representación de sus discusiones, desavenencias y rencillas con la colaboración de los medios de comunicación que exhibían el lado más cutre de sus comportamientos mientras que, en lo posible, intentaban sacar lo más cómico de unas situaciones que muchas veces eran burla y humillación. La cosa duró lo que duró, a pesar de que ha habido otros personajes que han vendido su vida a los medios como antes se vendía el alma al diablo. No se ha registrado un fenómeno que despierte el malsano "interés" que registró el "tamarismo".

Dentro de todos los personajes que salpican este universo mediático los hay como estrellas fugaces que aparecen de vez en cuando y los hay que son asiduos. Ahí tenemos a ciertos personajes que llevan toda su vida siendo parte de la prensa amarilla, tienen el don de saber atender a los periodistas y la suerte de saber mantener las distancias. Son profesionales y saben cuando es la ocasión y la extensión de su presencia. Si tengo que poner un ejemplo ahí tienen a la Preysler.

Hoy se publican en La Razón dos artículos, el primero lleva por título "Sánchez y Pumpido socorrerán a su fiscal", lo escribe Jesús Rivasés, no hay que centrarse tanto en lo que dice de uno, otro o aquel, sino en lo que dice de Alberto González Amador, según Don Jesús está en la que está por ser el novio de Isabel Díaz Ayuso y, por esta razón, se le está dando un trato más severo que a algún futbolista o actor. Es un personaje que ha accedido a las noticias, y a los tribunales, por consorte. Que sus huesos den en la cárcel es, sobre todo, una razón política. Paga el pobre Don Alberto más por su relación que por su falta.

El segundo artículo se titula "Froilán la lía en una discoteca de Ibiza:"Me sentí bastante intimidada"", lo escribe Raoul Higuera, y nos cuenta la historia de una desavenencia, entre Froilán y una chica que se llama María, no habría tenido más importancia si no hubiese participado el Borbón, posiblemente habría terminado como terminó con cada cual llamándose "gilipollas" y yendo por su camino. Pero en este caso hay un personaje de cuna que desde que nació protagoniza alguna noticia, cada vez más comprometedora y una especie de consorte, la tal María, que tiene la ocasión de dar su versión del incidente. No hay que dudar de la buena cuna de Felipe Juan Froilán de todos los Santos, el primer nieto del Rey Juan Carlos. Su madre quería que fuese el pequeño Felipe, pero acabó siendo Froilán, y no le va mejor mote que "el pendencias", aunque se le puede aplicar el refrán de "gana fama y échate a dormir", no sabemos cuanto hay de cierto y tergiversado en el sanbenito que lleva. Pero podemos asegurar que si no fuese de alta cuna su vida sería otra. El caso es que, gracias a su posición, atrae las noticias. Aunque la razón sea tan nimia como la que describe el artículo,

La prensa rosa tiene sus personajes, a uno los eleva y a otros los destroza, y vive de ellos. De sus desacuerdos y desavenencias. Gusta de ser testigo de noviazgos y, más todavía, de rupturas; de encuentros y encontronazos. Intenta exprimir la vida de los personajes y pocos consiguen evitarlo. Al final ya no lo hacen tanto por dinero sino por un estatus de celebridad que muchas veces, si no reculan, llegan hasta la humillación por mantenerlo.

2 comentarios:

Susana Moreno dijo...

Los mismos que encumbran a veces acaban al pie del pedestal. Un beso

LUFERURA dijo...

Ellos asumen el riesgo de ser parte de la noticia o, incluso, la noticia.
Un saludo