22 febrero 2009

AFGANISTÁN: COMPROMISO O DESASTRE

El pais.com nos deja en la editorial un artÍculo que se titula "Luz roja en Afganistán". En este caso la luz roja no es la de un semáforo, que indica que hay que parar, sino una señal que indica peligro. Y es que decir que la OTAN se juega su futuro en Afganistán queda escaso, la situación está llegando al punto en que la Alianza se enfrenta al desastre.
.
Ha habido numerosos errores internos. Hacer públicas las desavenencias operativas más que un error ha sido una insensatez. Considerar que lo que se está haciendo en Afganistán no es una guerra, sino una misión de paz es, simplemente, dar la espalda a la realidad. La endeblez del tinglado logístico, basado en la base de Manás y en Pakistán crean una peligrosa dependencia, de hecho, Manás tiene los días contados.
.
A ello hay que sumar los errores externos por parte de las naciones de la OTAN, comenzando por los Estados Unidos que se metieron en una guerra que pensaron ganar solos y para la que han ido pidiendo más y más ayuda. Un continuo despecho hacia Rusia - que facilitó información, influencia y experiencia - para enfrentarse a ella en cuestiones como Ucrania y, sobre todo, Georgia.
.
Y todo ello se reduce a que se ha despreciado al combatiente afgano, se ha dado por vencido un combate que va a ser largo. Y se ha contemplado el escenario con la perspectiva occidental, amante de los golpes de efecto y olvidadiza con el trabajo de cada día. Los pequeños éxitos que cada día tienen los talibanes suponen una acumulación de poder a lo largo del año.
.
La clave se resume en algo sencillo: realismo y compromiso. Realismo para admitir que lo que hay es una guerra y compromiso para entender que el régimen de libertad debe ser defendido con las armas y no con la presencia. Si no estamos dispuestos a ello es mejor irse, replantear la OTAN, abandonar Afganistán a su suerte y evitar un desastre que se traduciría en muchas muertes.
.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Afganistán, como lo fue Vietnam en su día, es un atolladero para EEUU, enfangado en una costosa guerra en la que no hay una salida fácil. Afganistán es un Estado fallido profundamente dividido con un Gobierno corrupto al que gran parte de la población considera ilegítimo. Enviar más tropas es una huida hacia delante, un torniquete más que no frenará la hemorragia. El pueblo afgano está acostumbrado a resistir a los invasores y además nos ven como parte del problema y no de la solución. La batalla de la imagen la hemos perdido. Perder la de las armas es sólo cuestión de tiempo.

Anónimo dijo...

Perdonad mi ignorancia pero, ¿no dijo Zapatero que allí estamos en misión de paz? ¿No me jodas que hay una guerra? ¿Entonces qué hacen allí nuestras tropas?. No, si al final me ha vuelto a engañar ;-)